Militao, el central que "no se estresa por nada" y con una flexibilidad fuera de la norma
Desciframos al brasileño, que recuperó su mejor versión contra el Getafe y apunta al City. Hijo de futbolista, su agente es su segundo padre y Bruno Caco, su gurú en lo físico.

El partido de Eder Militao contra el Getafe fue un alivio para Ancelotti. El brasileño, consciente de que la temporada ha llegado a un momento en el que no existe el margen de error, recuperó las mejores sensaciones. Se le vio fino, acertado y, sobre todo, despierto para no permitir lo más mínimo al ataque azulón. Ahora bien, no es definitivo que vaya a jugar de titular contra el Manchester City y no deja de ser curioso que uno de los mejores jugadores del Madrid esta temporada pueda quedarse en el banquillo en el partido más importante.
A pesar de ello, Militao no se altera. La clave del central nacido en Sao Paulo es la tranquilidad. Así ha conseguido superar las dificultades desde que era joven. "No se estresa por nada. Siempre está calmado y riendo", comentan quienes mejor lo conocen. El vestuario también destaca esta cualidad por encima del resto. Algunos compañeros confirman que se despista habitualmente, hasta el punto de llegar tarde a alguna sesión o de verse obligados a esperarle para salir de algún estadio. Ancelotti, consciente de la personalidad de su pupilo, gestiona estas situaciones con empatía y cierta gracia.
Procedente de Sertaozinho, una ciudad a 300 kilómetros de Sao Paulo, Militao se formó en la academia del Sao Paulo. Su familia ha conformado el núcleo de confianza del futbolista desde que era niño, empezando por sus padres, Ana María y Valdo. Este fue futbolista profesional en Corinthians y el encargado de educar futbolísticamente a su hijo en sus primeros pasos. Su hermano Militao Junior, al que también está muy unido y que forma parte de su círculo de amigos, es un gran apoyo, mientras que con ellos también convive la hermana menor Maria Julia.

Se puede contar a Ulisses Jorge, su agente, como el otro miembro de la familia. Lo conoce desde que tenía 15 años y el propio jugador afirma que la relación entre ambos se parece más a la de un padre y un hijo. Su trabajo ha consistido en guiar una carrera de un jugador con un potencial indudable pero un problema muy concreto: el exceso de confianza.
En Oporto rompió el cascarón y en Madrid terminó de confirmar las expectativas. Sin embargo, en Valdebebas se llevó un golpe de realidad. Por primera vez en su carrera sus extraordinarias condiciones no eran suficientes para ganarse un puesto. Su papel era residual, como cuarto central de la rotación para Zidane. Tanto es así que el club barajó seriamente la posibilidad de una salida que le permitiera foguearse. Fue entonces cuando, en la 2020-21 se juntaron las lesiones de Varane y Ramos y se le abrió la puerta a la titularidad. Aprovechó la oportunidad y, junto a Nacho, formaron una pareja de emergencia que dio un resultado óptimo. Su crecimiento desde entonces lo ha convertido en un intocable.

Bruno Caco, su nuevo güru de los físico
Desde el año pasado Militao ha incluido a un nuevo preparador físico a su grupo de trabajo. Se trata de Bruno Caco, un licenciado en educación física con tres postgrados, más de 10 años de experiencia y que trabaja con otros jugadores profesionales. Vino desde Sao Paulo los meses de julio, agosto y septiembre para ejercitar al defensor en su pretemporada. Tras aquello, realizan varias sesiones por semana a través de videollamadas, en las que también le aconseja en su recuperación.
Bruno habla en exclusiva con Relevo y da con la clave del físico de Militao: "Es muy fuerte, pero también muy flexible. Normalmente un jugador es o muy fuerte o muy flexible. Es difícil tener los dos. Esto le permite ser más ágil y más veloz que la mayoría. Además, sus músculos no son muy grandes, lo que también es positivo porque es más resistente a las lesiones", comenta.

Sin embargo, sí que tuvieron que trabajar un aspecto muy concreto y en el que, según Bruno, tiene margen de mejora. "Cuando le tiraban balones a su espalda le costaba girarse y correr hacia atrás. Tuvimos que trabajar mucho la carrera, tanto con sus piernas como con sus brazos, con ejercicios de fuerza y de potencia". A estas alturas de la temporada, el trabajo físico se basa en un mantenimiento. "Es muy profesional y nunca me puso una excusa", comenta. Su entrenador personal también destaca su buena "cabeza" a pesar de la posición en la que se encuentra. "Nunca presume de jugar en el Real Madrid y siempre me trató bien".
Con el City a la vuelta de la esquina y un Militao a pleno rendimiento como se demostró contra el Getafe, el Real Madrid tiene motivos para confiar. El central ya marcó la diferencia en la edición del año pasado junto a Alaba y en esta (si el entrenador le deja) quiere luchar por su segunda Champions. El brasileño se ha "despertado" como le pidió Ancelotti y ahora le toca secar a Haaland en el Etihad.