Unos mensajes de WhatsApp destapan las cuentas falsas con las que apostaba Kike Salas a sus propias tarjetas amarillas
La Policía Nacional ha intervenido conversaciones con sus amigos compinchados que demuestran el 'modus operandi' del defensa del Sevilla.

Salen a la luz nuevos detalles sobre el caso que implica aKike Salas, futbolista de 23 años del Sevilla FC, en varias apuestas deportivas. El lateral izquierdo hispalense fue detenido el pasado 14 de enero de 2025 en la ciudad deportiva del club y su móvil fue intervenido por la propia Policía Nacional, que ahora ha encontrado entre sus conversaciones de WhatsApp los mensajes que delatan el uso de varias cuentas falsas, manejadas por conocidos y amigos, para ejecutar las apuestas.
Tal como revela El Confidencial este jueves, el jugador forzó la tarjeta amarilla en al menos cinco encuentros de LaLiga EASports de la pasada campaña, según las conclusiones extraídas del informe que ha remitido recientemente el Centro Nacional Policial al Juzgado de Instrucción nº1 de Morón de la Frontera. Fue en este mismo municipio donde se dio la voz de alerta, desde una sala Codere, de que alguien del entorno del futbolista se encontraba realizando dos apuestas que pronosticaban la sanción a Kike Salas en el Sevilla-FC Barcelona del 26 de mayo de 2024. Ambas, de 100 euros cada una, resultaron acertadas después de que el zaguero realizara una falta innecesaria en el centro del campo en ese encuentro.
La Policía pudo confirmar "la existencia de vínculos de amistad con el jugador" y que eran "dos personas las que obtenían mayores beneficios". Estas dos personas, al igual que Kike Salas, también fueron detenidas en su día. En este nuevo informe policial se incluyen diferentes capturas de WhatsApp en las que se refleja la interacción entre el defensa y un amigo que llegó a formalizar cinco apuestas para el partido mencionado, ganando todas. Estos 'pantallazos' revelan la utilización de diversos perfiles falsos en varias plataformas para realizar apuestas indirectas de Kike Salas que encubría mediante transferencias a sus amigos, quienes depositaban el dinero en la máquina.
Sin embargo, la actividad de Kike Salas no se considera atentatoria contra la competición y sí contra las casas de apuestas, por lo que al único delito al que se enfrenta es al de estafa por su beneficio a costa de los operadores de apuestas. Esto lo hace enfrentarse a una pena máxima de 3 años en prisión, una condena que podría evitar de llegar a un acuerdo con las compañías a las que perjudicó. Sus 'chanchullos' le costaron un posible movimiento a la Lazio en el mercado de enero, un fichaje truncado por su detención justo cuando la operación estaba en su punto álgido.
Kike Salas, que en aquel momento percibía 360.000 euros brutos anuales por parte del Sevilla, se interesó varias veces por el premio que compartía con sus amigos en las cuentas. "Tendras 500 en la cuenta. Son 300 mios y tuyos 200. No?"... "Illo no ha llegado el dinero del bet? En plan q no me corre prisa pero ya por estar tranquilos de que haya llegao"... "Solo deja 150??".
Los móviles incautados evidencian la repetición de la mecánica en las últimas jornadas ante Athletic Club y Barça después de generar un gran botín ante el Cádiz el 15 de mayo de 2024: invirtieron 586,05 euros para terminar embolsándose 1.778,99 euros de beneficio neto. Para colmo, el lateral tenía todo calculado en cuanto a la acumulación de tarjetas: sabía que de ver la quinta cartulina ante los culés, no tendría que cumplir la sanción de un partido y que podría empezar la temporada 2024/25 limpio.
El Sevilla FC, por su parte, ha indicado ante esta información que se trata de un proceso judicial que Kike Salas ha puesto en manos de sus abogados. El Sevilla respeta dicho proceso judicial, como no puede ser de otra forma, así como la presunción de inocencia del jugador, y ya se pronunciará cuando el proceso llegue a su fin y se resuelva por completo.