SEVILLA FC

Mendilibar y el vestuario se quedan con la botella medio llena

La plantilla y el cuerpo técnico resaltan el compromiso del equipo durante 70 minutos en inferioridad pese al mazazo de la prolongación. El tema arbitral se deja en la protesta de la entidad.

José Luis Mendilibar, en el partido ante el Celta./EFE
José Luis Mendilibar, en el partido ante el Celta. EFE
Samuel Silva

Samuel Silva

Con el paso de las horas y tras la indignación con los árbitros, como se puso de manifiesto con el comunicado realizado por el Sevilla, en el vestuario sevillista se quedan con la botella medio llena, tras lo expuesto por el equipo de José Luis Mendilibar en su primer partido en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Si tras la expulsión de Pape Gueye en el minuto 18 todo el sevillismo se temía lo peor, la respuesta del equipo permitió llegar al minuto 89 con dos goles de ventaja. El mazazo posterior con los dos tantos del Celta que igualaron el partido supusieron un desencanto, aunque todos prefieren apuntar ese traje de conjunto comprometido y con las ideas claras con el que Mendilibar tuvo su puesta en escena en Nervión. La salvación pasa por consolidar esas señas de identidad en los próximos compromisos, aunque primero toca medirse ante el Manchester United en la Europa League.

Lejos de achicarse con la inferioridad numérica, el técnico vasco rearmó a su equipo, que juntó más las líneas y supo tapar ese juego interior del Celta que tanto le preocupaba en la previa, sobre todo en un primer tiempo en el que el Sevilla fue mejor. Hasta con un jugador menos, el control del partido fue del equipo hispalense, que supo leer el juego con mayor soltura que su rival y, además, aprovechó una acción a balón parado para adelantarse en el marcador con un soberbio testarazo del enrachado En-Nesyri. En el segundo partido con Mendilibar al frente, el equipo sevillista supo cambiar de guión para adaptarse a las circunstancias, por más que el punto final dejase un regusto amargo.

"Teníamos planeado un partido muy directo y muy claro, pero con uno menos cambia todo. Había que agruparse y defender más. Hemos hecho dos goles, pero defender tanto tiempo es muy difícil. Es un punto, da pena por cómo se dio al final, pero jugando así llegarán más en otros campos", aseguró Dmitrovic, un hombre de confianza de Mendilibar, que ahora es titular por delante de Bono. "La defensa estaba bien organizada y esos dos goles le quitan el brillo a todo el partido, pero hay que seguir, analizar, porque hemos hecho un gran partido, y seguir punto a punto", añadió Gudelj, que había cuajado un excelente partido hasta esos minutos finales que costaron dos puntos.

Aunque el escenario cambió en parte tras el intermedio, sobre todo por esas energías que fueron disminuyendo en el Sevilla, tampoco Dmitrovic había pasado demasiados apuros hasta esos minutos finales. Incluso los sevillistas se atrevieron a dar en ocasiones un paso adelante, como en ese robo de Marcos Acuña en campo contrario que acabó con el 2-0 del argentino tras un tremendo disparo al que no pudo responder Iván Villar. Todo parecía encarrilado para los de Nervión, que ya casi festejaban tres puntos de oro hasta que llegó ese fatídico minuto 89 en el que cambió el encuentro. "No fue responsabilidad de la defensa, sino que faltó ayuda de los de delante. Ha sido una pena por el tremendo trabajo de los jugadores", expuso el propio Mendilibar, después de que su equipo no fuera capaz de controlar ese ataque a la desesperada que ordenó Carlos Carvalhal para buscar ese empate que acabaría consiguiendo.

"El vestuario está jodido", reconoció el entrenador sevillista al finalizar el partido, aunque entonces ya quiso incidir en esos aspectos positivos que hoy de nuevo se han destacado en la charla previa al entrenamiento matinal. "Hicimos un partidazo durante 70 minutos", es el mensaje que destaca el plantel sevillista, que aboga por seguir con esta línea de juego iniciada con Mendilibar al frente para ir dejando atrás ese fantasma de la zona baja de la clasificación. El tema arbitral se deja en manos de los dirigentes, que decidieron emitir ese comunicado tras lo que consideran un trato injusto por parte de los árbitros. El cuerpo técnico y sus jugadores, aun con ese malestar por lo sucedido ante el Celta, prefieren mirar los aspectos positivos de un equipo que ha reaccionado y que afronta con otra perspectiva la recta final del campeonato.