CELTA DE VIGO

Marco Garcés dinamita en un año la primera obra de Luis Campos en el Celta y ya ha comenzado a cargarse la segunda

Solo quedan en la plantilla dos de los nueve fichajes que hizo el luso hace dos temporadas.

Marco Garcés, en una rueda de prensa con el Celta. /RC CELTA
Marco Garcés, en una rueda de prensa con el Celta. RC CELTA
Óscar Méndez

Óscar Méndez

El Celta no ha empezado el 2025 de la mejor manera. En las tres semanas de año ha quedado eliminado de la Copa del Rey en un polémico partido ante el Real Madrid y ha perdido de manera consecutiva en Liga frente a Rayo Vallecano y Athletic Club. De manera paralela, el club se ha estado moviendo en el mercado de fichajes, cerrando la llegada del joven Jones (pensando en el futuro) y las salidas de Tadeo Allende (Miami), Jonathan Bamba (Chicago) y Luca de la Torre (San Diego). Y estos tres nombres tienen un denominado común: Luis Campos.

El afamado director deportivo portugués trabajó algo menos de dos años en Vigo, aunque lo hacía al mismo tiempo que en París con el PSG. En Navidad de 2023 fue cesado por Marián Mouriño, la presidenta y su reemplazo fue Marco Garcés. Su puesto era el de asesor deportivo externo y el matiz que le diferenciaba era que él no participaba de manera activa en la negociación entre clubes, algo de lo que se encargaba Antonio Chaves, director general del Celta. Durante sus dos mercados veraniegos en la ciudad olívica contrato a casi una veintena de jugadores, de los que cada vez quedan menos.

Su primer periodo de fichajes fue el del verano de 2022. El club le pidió una revolución y el luso cerró hasta nueve fichajes, más allá de algunos cedidos. Ahora, apenas dos años y medio después, apenas quedan dos jugadores en la actual plantilla del conjunto celeste: Williot Swedberg y Óscar Mingueza. El resto, de una manera u otra, son historia del Celta y la mayoría se fueron por la puerta de atrás.

El que mejor salió de la entidad fue sin duda Jorgen Strand Larsen. El delantero noruego firmó dos buenos cursos en Vigo y despertó el interés de algunos equipos de la Premier League. El poderío económico del fútbol inglés le convenció para firmar por un proyecto de la zona baja y el pasado verano firmó por el Wolverhampton a cambio de 30 millones de euros (su fichaje había ascendido a 12 millones). Una venta que permitió al Celta mantener su límite salarial.

El resto de fichajes de aquel verano, sin embargo, no tuvieron una buena etapa en Balaídos y salieron del equipo a la primera oportunidad. Marchesín puso rumbo a Brasil para fichar por Gremio, Gonzalo Paciencia ya ha jugado en Alemania (cedido), Japón y Brasil, estos dos últimos destinos tras rescindir su contrato. Julen Lobete está en Málaga tras no debutar en el Celta y Carles Pérez, Luca de la Torre y Unai Núñez están en Getafe, San Diego y Athletic a préstamo después de no tener ofertas por ellos para una venta.

Pero la mano de Garcés respecto a las operaciones de Campos ya no solo se queda a lo sucedido en 2022, sino también que ha empezado a deshacer algunas operaciones de 2023. El primero en salir fue Rafa Benítez y ayer se hizo oficial el traspaso de Jonathan Bamba al Chicago Fire. A mayores, también han abandonado el club Carlos Dotor y Manu Sánchez, ambos como cedidos. En total, diez jugadores que llegaron al Celta con el portugués ya no está, una clara limpia que amenaza con seguir en verano.