LAS PALMAS - FC BARCELONA

Manolo Márquez, un "rara avis" que dimitió en Las Palmas y triunfa entre serpientes en la India: "Hay gente que sin nada, te da todo"

El histórico del fútbol catalán entrena ahora al Goa y dirigió al equipo canario en 2017, pero dimitió. "No me arrepiento", dice.

Manolo Márquez, en su etapa en Las Palmas. /AFP
Manolo Márquez, en su etapa en Las Palmas. AFP
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Allí estaba en la grada, como un canario más, como lo que es aunque naciera, se criara y desarrollara su carrera de entrenador en el barro de Barcelona. Pero a Manolo Márquez (1968), que presenció el ascenso el pasado junio de los de García Pimienta, siempre le tiraron sus orígenes: su abuelo fue presidente del Real Club Victoria, uno de los cinco equipos fundadores de la UD Las Palmas, y su padre fue el prestigioso doctor grancanario Manuel Márquez Ramírez. Por eso, en 2017 cumplió el sueño de su vida al ser, de forma efímera, eso sí, el técnico del primer equipo de Las Palmas en la máxima categoría tras un exitoso paso por el segundo equipo.

Después de hacer una notable campaña, lo ascienden como solución de urgencia a cinco días de empezar la pretemporada, pero dimite en la jornada seis. Han pasado ya seis años y medio. Y Márquez reflexiona pero no se arrepiente de la decisión tomada a las puertas de un partido grande en la isla, el Las Palmas-FC Barcelona. Sus dos ciudades frente a frente.

Eres un hombre valiente: cumples el sueño de ser entrenador en Primera y dimites a las seis jornadas. ¿Cómo ves aquello con perspectiva?

Soy un rara avis... Nunca me he arrepentido porque aquella decisión la podía haber tomado antes. La tomé en la jornada 6 con el equipo fuera del descenso. Con la buena intención del mundo, el presidente me nombró entrenador cinco días antes acabar las vacaciones. El club y Roberto de Zerbi, el famoso técnico del Brighton, no se entendieron y llegué de rebote. Cuando las cosas se hacen deprisa y corriendo, no salen bien. No entré con buen pie. Tuve la sensación de no ser útil en el vestuario, cuando yo siempre he amado esta profesión y me gusta sentirme partícipe de las cosas. No tuve ese feeling. Cuesta mucho. Era mi sueño, empezando desde benjamines y llegar a Primera y dejarlo... No fue un calentón. Lo medité mucho. Valerón, que era mi segundo, sabe que hace tiempo que venía pensándolo. Son decisiones que se toman. No me arrepiento. Trabajo en el extranjero gracias a esos seis partidos.

¿Consideras que ese tren de Primera ya nunca volverá a pasar?

Me veo capacitado, pero es muy difícil. Entiendo que es 99% imposible. Ahora me lo paso muy bien. En la India también ganó dinero, porque si no no te vas a la otra parte del mundo y a un país que no es top, pero a veces se me pasa por la cabeza venir a otra liga más competitiva, aunque repito que amo la India. Pero también aspiro a entrenar en Europa, en otro país.

¿Sigues al equipo de García Pimienta?

Como un forofo más. Veo casi todos los partidos. Es curioso, pero no conozco a Pimienta, nunca coincidimos. Lógicamente tenemos amigos comunes y compañeros que han estado en los dos cuerpo técnicos. Me parece increíble el trabajo que está haciendo. Cuando llegó no funcionaron las cosas, se habló del cese, pero el equipo remontó y ascendió. Estuve en ese Las Palmas-Tenerife, no me lo perdí. Y este año empezó mal, le costaba marcar, pero ahora están bien, compite, no concede ocasiones... Hay que esperar que tengan el bache, porque siempre llega, pero hasta ahora me parece extraordinario el trabajo de García Pimienta.

A quién conoces bien es a Jonathan Viera, que ahora se ha despedido, ¿era un jugador especial?

Viera es con diferencia (hay otro, Loic Remi, ex delantero del Chelsea) el mejor que he entrenado nunca. Ha jugado en Las Palmas porque él quiere, tiene nivel para estar en un equipo grande. Pero necesita sentirse muy arropado, sentirse a gusto, sus experiencias fuera de Las Palmas no fueron buenas. Ahora es más maduro que antes. Ve el fútbol antes que el resto. Cuando defendíamos y el rival atacaba y los compañeros despejaban en largo, él les decía "cuanto más lejos la tires, más rápido te vuelve".

"Viera es con diferencia el mejor jugador que he entrenado nunca"

Manolo Márquez Entrenador del Goa indio

Después de esa experiencia en Las Palmas, Márquez, que llegó a entrenar al Espanyol B y tuvo como ayudante al actual entrenador del Cádiz, Sergio González ("recuerdo que se quedaba a ayudar a ayudar a Joan Jordán a posicionarse mejor... Para mí, Jordan es el jugador que he entrenado en esa etapa y más me ha gusta... Hasta mi hija de cinco años veía que Eric Bailly era top"), el de Barcelona se fue a Croacia, Tailandia y después a la India, donde ha vivido "la mejor experiencia de mi vida" y donde continúa.

Los primeros tres años los pasó en el Hyderabad Football Club, club con el que hizo historia al ganar la liga con el presupuesto más bajo de la categoría. Ahora, ha fichado uno de los tres grandes, el Football Club Goa, y sigue viviendo experiencias únicas.

¿Te imaginabas pasar cuatro años en la India?

Si me llegan a decir cuando hice el viaje de ida, cuando dudaba en el avión si hacia lo correcto o no, que estaría cuatro años después aquí, les diría que estaban locos. El trayecto del aeropuerto al hotel fue tremendo: ¿dónde me he metido? Le dije al conductor que podría ser un buen extremo, porque no paraba de regatear vacas, perros, coches, personas... De todo.

Empezó en el Hyderabad, donde ganó la liga con el presupuesto más bajo...

Estuve tres años en un club humilde. Fue la mejor experiencia de mi vida. Ganamos la liga con un equipo que nadie esperaba, el año anterior había quedado penúltimo. Ahora estoy en Goa, que es como un Atlético de Madrid. Vamos bien, segundos, a dos puntos del líder pero con dos partidos menos.

¿Los directivos se entrometen? ¿Cómo es la Liga?

No hay intromisión de directivos, quizás solo en un equipo. No existe. Somos 12 equipos y jugamos 22 partidos en una liga regular. Hasta ahora era con playoff hasta los seis primeros. Tienen mucho que mejorar organizativamente. No tenemos aún el calendario de la segunda vuelta. Los estadios están muy bien aunque el criquet se lo lleva todo. La selección está mejorando a pasos acelerados. Un ejemplo. Hace ocho años perdió 9-1 con Kuwait, el otro día ganó 0-1. No está aún para ir a un Mundial, pero ha mejorado mucho.

¿Esta la India preparada para un Mundial?

Organizaron el Mundial sub-17 hace cinco o seis años. En cuanto a instalaciones, están preparadas. En Calcuta y Nueva Delhi caben 80.000 personas. Hay estadios más pequeños pero coquetos. Pero deben mejorar en campos de entrenamiento, alojamientos... Hay buenos hoteles, pero la Copa, que se juega en una sede, es un caos. 16 equipos en un mismo estado es un caos, no hay hoteles de nivel. Pero es cierto que en estos cuatro años el cambio es grande. Si se pone a hacer las cosas, lo conseguirán. Es un país top pero que tiene pobreza.

¿La gente se entusiasma con el fútbol?

Va según las ciudades. Kerala es una locura. Es el equipo de Asia con más aficionados. Pero luego hay otros donde no hay más de 2.000 o 3.000 personas. Hay estados muy futboleros y otros que les cuesta mucho. Es cierto que el gobierno está intentando, como en Odisha, tener instalaciones muy buenas. No hay rivalidad. Es como si al Barça lo reciben con aplausos en el Bernabéu. El día siguiente de ganar la liga en Hyderabad, estuve en el aeropuerto con el polo y el escudo del club y me preguntaron de qué equipo era. Hay en otros sitios que sí, te piden autógrafos, pero no como en España.

"Un jugador me dijo que desayunando en la terraza le apareció un guepardo"

Manolo Márquez Entrenador del Goa indio

¿Qué te ha marcado más del choque cultural?

Sobre todo los animales... Una vez en el vestuario del equipo rival había una serpiente, no sé si una pitón... Daba miedo. Hablando un día con un jugador, que él vivía en las montañas, me dijo que un día desayunando en la terraza apareció un guepardo. Y me dijo que no le preocupaba porque 'solo era uno'. Ah bueno... Hace poco apareció una serpiente en la entrada de dónde vivo. Una serpiente muy grande... El tema de las vacas por la calle. Hasta que no se mueven tienes que esperar. La gente, eso sí es maravillosa. Hay gente que no tiene nada y te lo da todo.