FÚTBOL

El fin de los maletines: ya (casi) no se habla de amaños al final de temporada

Un cambio cultural y económico ha hecho que lo que antes era una constante se haya convertido en un problema menor.

Durante años, hubo una gran controversia por varios finales de liga, como las dos en las que el Madrid perdió en Tenerife. /ARCHIVO
Durante años, hubo una gran controversia por varios finales de liga, como las dos en las que el Madrid perdió en Tenerife. ARCHIVO
Gonzalo Cabeza

Gonzalo Cabeza

Los maletines llegaban con la primavera, como las alergias. Casi cada aficionado al fútbol cuyo equipo se jugaba algo pensaba que alguien estaba comprado. Primas a terceros por ganar e, incluso, a los rivales por perder. Ahora el volumen de ese ruido ha caído en picado, ha dejado de ser un tema de conversación corriente. La pregunta es obvia, ¿han desaparecido los maletines o tan solo hemos dejado de hablar de ellos?

Aunque la intuición pueda hacer pensar lo contrario, parece que la opción primera es correcta. Quizá no totalmente, siempre existen sospechas, pero el proceso se ha revertido y todos los expertos consultados remarcan el cambio futbolístico, casi social, que ha tenido el fútbol en los últimos años.

"Prefiero pensar, y creo realmente, que ahora existen menos casos de este tipo de transacciones que hace un par de lustros", explica Jesús Lizcano, economista, profesor de la Autónoma de Madrid y especialista en temas de transparencia. "Yo creo que hay menos maletines, ha cambiado mucho todo", cuenta por su parte Francesco Baranca, que ha trabajado en integridad en lugares como LaLiga o la Federación Ucraniana de Fútbol.

Se refiere el italiano a las ligas más grandes, eso sí. "Hablamos de las top, de España, de Italia, de Alemania. En Inglaterra nunca ocurrió. Ahora pelean todos hasta el final", remarca. "Recuerdo cuando trabajaba LaLiga que había finales muy previsibles, pero ahora no pasa, es diferente", continúa.

Baranca ha dedicado buena parte de su carrera profesional a monitorizar mercados de apuestas y por eso mismo ha detectado que las rarezas del pasado no se reproducen ya. "Yo miro siempre las cuotas y en Italia hace 20 años te encontrabas al final de temporada derrotas de equipos sin motivación que perdían contra los más débiles. Ahora hay más miedo, está todo más controlado".

"Al final de temporada antes había empates que tenían cuotas de 1.1, que todo el mundo estaba seguro de que ese partido se iba a empatar, eso ya no pasa, ha desaparecido", desarrolla el especialista.

Los datos que maneja son contundentes, en las últimas temporadas no han existido prácticamente denuncias sobre amaños. Son varios los factores que lo explican. "Está regulado en el código disciplinario de la Federación Española de Fútbol tanto las primas por perder como las primas por ganar, que es lo que entendemos como los maletines. Está totalmente prohibido", explica una abogada del deporte y conocedora de estos temas.

La parte deportiva continúa con otra de las patas del fútbol nacional, LaLiga: "Está regulado en sus estatutos y después todos los clubes profesionales tienen obligación de tener un sistema de cumplimiento que sancione internamente cualquier actividad de sus empleados, ya sean jugadores o de directivos que intenten amañar o primar a un tercero", cuenta.

Además, y como traba final, el artículo 286 bis 4 del Código Penal, que regula la corrupción deportiva con importantes penas. Debería ser la última barrera para que a nadie se le ocurra incurrir en estas prácticas. En esto, sin embargo, hay un pequeño matiz. "Lo que pasa es que hace poco en el Supremo se discutió y las primas por perder claramente entendieron que entran dentro del tipo y se puede sancionar, pero por ganar, muy en contra de mi opinión, hay una sentencia muy reciente en el caso Osasuna que considera que las primas por ganar no son punibles", comenta la abogada. Una pequeña grieta que, sin embargo, no está haciendo que el problema crezca.

Un cambio psicológico

Porque no es solo un tema legal, con eso únicamente no valdría. "Hay un cambio de motivación, de generación, digamos. La generación anterior estaba loca. Yo me acuerdo de un Reggina-Milan con el Milan campeón de Europa, en el que la Reggina empezó con 5 de cuota y terminó en 1.20. Por supuesto ganaron", cuenta Baranca. Todos lo sabían y pasó lo que estaba previsto.

"Es un tema también de concienciación, ha ido calando la cultura en los jugadores. Además, LaLiga y la Federación tienen una gran actividad de formación a jugadores y a directivos para explicarle los problemas que puede conllevar y las consecuencias que pueden tener estos actos", comenta la abogada consultada.

Más allá del cambio en la psicología de los jugadores, también es cierto que los métodos de control se han extremado y la tecnología hace hoy mucho más complicado que el tramposo se salga con la suya. "Por lo que conozco, LaLiga viene reforzando los sistemas de detección de irregularidades de todo tipo relacionadas con el fútbol profesional, en temas como apuestas sospechosas, jugadas atípicas… es la primera interesada en una imagen limpia y ética en el desarrollo de sus competiciones", cuenta Jesús Lizcano.

De hecho, el campeonato español ha hecho un esfuerzo económico importante para combatir las malas prácticas. Desde hace más de una década está en marcha el Programa contra la Corrupción Deportiva, que entre muchas otras cuestiones ha llevado a cabo el programa Tyche, que monitoriza los partidos para encontrar irregularidades o datos anómalos.

No solo eso ha cambiado. "Otro factor es que ya no resulta posible corromper a los árbitros para que tomen decisiones erróneas, dada la existencia del VAR, que puede corregir inmediatamente cualquier conducta indebida", explica Lizcano. En general, la profesionalización de los árbitros supone una barrera para las sospechas relacionadas con ese campo. Mucho que perder si se sucumbe a la tentación.

El dinero siempre es un factor en estos casos. En LaLiga ahora cada puesto de la clasificación que suba un equipo supone un incremento del dinero ingresado para cada equipo, lo que hace que, aunque para los aficionados sigan existiendo partidos sin alicientes importantes, para los clubes se haya desplomado el número de encuentros en los que no hay nada en juego.

Siguen existiendo algunas sospechas, porque está en la naturaleza humana. Se habla de una denuncia del Rayo por partidos del Cádiz en esta misma temporada. Pero a LaLiga llegan cada vez menos reclamaciones, los implicados ahora sí creen.

Lo que no quiere decir que haya terminado el trabajo. Los especialistas consultados coinciden en que los problemas ahora están más relacionados con apuestas que con los finales de temporada apretados. "Es en ese ámbito donde están los problemas, y no se orienta tanto a ganar o a perder sino a otras circunstancias del juego que son mucho más fáciles de amañar y mucho más difíciles de detectar como son córneres, tarjetas…", dice la abogada.

Ese problema se llevó por delante el año pasado a Tonali o a Ivan Toney, jugadores de renombre en fútbol europeo que cayeron en la tentación. También trabaja LaLiga para que desaparezca esto, las sanciones son importantes y el interés por aplacarlo es alto. Pero las dificultades de control son grandes. Y es un partido que, probablemente, está por ganar.