Lewandowski ataca como si el Barça fuese el Bayern... y no funciona
El delantero polaco ha vuelto en baja forma de su lesión.
La salud futbolística de un proyecto dependerá prácticamente en su totalidad del que tengan sus áreas. Poco importa el resto y lo bien que funcione, porque el fútbol es un deporte tan amplio e infinito como reduccionista y cerrado: al final todo se resume en marcar y evitar que te marquen. La pasada temporada, el Barça se hizo fortísimo en las áreas, siendo el equipo menos goleado a mucha distancia del segundo y siendo capaz de tener al máximo goleador de la competición, que tuvo una primera vuelta estelar. Ante Real Madrid y Real Sociedad, Robert Lewandowski estuvo lejos de su mejor nivel... y hay algunos tics que se siguen repitiendo. ¿Son preocupantes?
El polaco regresa de una lesión de tobillo que, a su edad y habiendo iniciado la temporada, es lógico que le reste ritmo competitivo en sus acciones y ralentice su puesta a punto. Aún así, las cifras del delantero son buenas: seis goles y cuatro asistencias en 12 partidos entre Liga y Champions, números que apuntan a casi un gol producido por partido. Aún así, detrás de esta primera estadística hay mucho más que apunta a que Lewandowski y el Barça no se están entendiendo en el campo, y que lo que se dan ambos resulta, muchos ratos, incompatible.
Xavi Hernández ya señaló al inicio del curso, tras el 2-0 al Cádiz en la segunda jornada, que Lewandwoski tiene que fijar más a los centrales, esperar su turno de participación en vez de querer saltarse la cola, saliendo de zona y cayendo en el perfil zurdo. Lo cierto es que en el resto de partidos que ha disputado, ha seguido haciendo los mismos movimientos, algo que no le está sentando nada bien a un Barça que en su última línea, y más sin Raphinha en el once, no tiene agresividad para aprovechar estos movimientos.
Ante la Real Sociedad, Lewandowski solo tocó una pelota en área rival, no realizó ningún disparo y se fue con un 4/6 en pases, el jugador que menos dio del equipo, solo por delante de Lamine Yamal (3). Su influencia en el juego fue prácticamente nula, y el Barça, que le exigía muchísimas cosas ante la buenísima presión de la Real Sociedad, no pudo encontrar otros caminos que no fuesen los que dependían excesivamente de un '9' que no le podía dar lo que necesitaba el equipo.
La bajada de Lewandowski y la exigencia de Xavi
El Barça no se atrevió a jugar en corto hasta el minuto 20. Con Ter Stegen, Araujo e Íñigo Martínez, el equipo de Xavi buscó constantemente jugar en largo para sortear la presión, mostrando poca personalidad para agarrar la pelota y juntarse con cercanos. Lewandowski ahí es más víctima que culpable, porque el equipo le pone en situaciones de aislamiento que exigen muchísima precisión aún estando fuera de ritmo. Es tan cierto que Lewandwoski no está ayudando al equipo a progresar, como que el equipo no le está permitiendo tocar el balón allí donde es decisivo. Ambos pueden encontar motivos para estar decepcionados con el otro, como una pareja que se reprocha cosas constantemente sin querer entender al otro.
Este curso, Lewandwoski está dando cinco pases menos por partido, de 23 a 18, siendo el jugador de la plantilla que menos envíos da. Además, dispara una vez menos por encuentro, de 3,9 a 2,8, está regateando mucho menos y presiona más... pero gana menos presiones, lo que indica que está llegando más tarde y que colectivamente el equipo no le acompaña. Si a uno de los mejores rematadores del continente no le sitúas en zonas favorables para que agarre confianza, será difícil que, por su propio peso, Lewandowski recupere sus mejores sensaciones.
La Real Sociedad provocó 20 pérdidas azulgranas en los últimos 35 metros del campo, la cifra más alta sufrida por el Barça desde la temporada 2014/2015. Los de Xavi buscaron repetir la misma fórmula que en el Clásico, con Cancelo como extremo y Fermín de interior, dejando a Gavi y Gündogan en la base, pero ante un equipo tan agresivo como la Real solo pudieron jugar en largo, estrategia que no reportó casi ningún beneficio en todo el partido. Lewandowski, aislado, apenas pudo aguantar un par de balones.
El fantasma del Bayern y un problema
Los movimientos del polaco hacia banda se daban con muchísima recurrencia en el Bayern. Allí, contaba con dos compensadores natos. El primero era Müller, que partiendo por detrás del '9' era capaz de llenar ese espacio y permitir mucha fluidez en la frontal. El segundo, Goretzka, que iniciando como mediocentro llegaba siempre a zonas de remate. Además, los alemanes contaban con algunos de los mejores extremos del panorama europeo en Sané, Coman o Gnabry, y cada recepción abierta de estos futbolistas hundía al rival. Lewandowski sigue repitiendo los mismos movimientos, que no son malos per se, en un entorno que ha cambiado completamente.
De ahí que Ferran, teniendo menos calidad en primeros controles, sea un '9' más eficaz para la propuesta de Xavi. Es capaz de estirar al equipo en profundidad, más agresivo en sus movimientos y un jugador que retiene menos la pelota. El equipo de Xavi va a tener un problema importante si su '9' titular no tiene el impacto deseado en el juego, porque el propio equipo se lo está exigiendo y no le permite encontrarse en área rival. El 2023 de Robert Lewandowski apunta a un declive lógico por la edad y la exigencia, y el Barça no tiene las herramientas para sobreponerse a ello, por lo que deberá trabajar para encontrarlas. Que Lewandowski dispare más y participe menos, este debería ser el plan.