El Leganés se agarra a Primera División, mientras que el Espanyol prolonga la espera de la permanencia
El club madrileño goleó al catalán, pero sigue en puestos de descenso. Esta victoria es un bálsamo de oxígeno para una permanencia que se paga muy cara.
El día del Clásico, todas las miradas estaban puestas en Butarque. Porque sí, el encuentro entre el Leganés y el Espanyol tenía mucho más impacto en LaLiga que la rivalidad con más solera del fútbol español. Quizás los datos de audiencia no lo reflejen, pero lo que sucedía al sudoeste de Madrid afectaba a Las Palmas, Alavés, Sevilla, Girona, y hasta Getafe. Casi nada.
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El de hoy era el partido de los puntos. La afición del Leganés no era ajena a ello, por eso se volcaron en masa con un equipo necesitado de victorias. Familias con hijos coparon el estadio aprovechando que el día del niño se celebró ayer (11.669 personas con entrada). Tiempo de calidad con el fútbol como excusa. Solo quedaba que los equipos no defraudasen con el espectáculo. Y lo hubo.
Empezó avisando el Espanyol con un balón a la espalda de la defensa. Llegó Jofre prácticamente solo, pero buscó la segunda jugada con un balón templado al segundo palo. Dmitrovic le aguó la fiesta. El contrataque fue instantáneo. Diomande en la banda izquierda rompió a su par y dejó el balón para Dani Raba, este ajustó su disparo, pero no vio puerta. Ni tres minutos de juego y el encuentro era un correcaminos, algo que encendió a la afición.
La grada no fue la única zona del estadio que se caldeó. El banquillo del Lega no se quedó atrás, más concretamente Borja Jiménez. El técnico pepinero pidió una tarjeta amarilla para Cabrera tras derribar a Diomande en una jugada prometedora. Alberola Rojas no solo obvió la cartulina, sino que se dirigió como un resorte al área técnica para pedir al técnico que se sentase en el banquillo. La riña duró unos minutos, pero se saldó sin amonestaciones. Se pitó la fata, eso sí.
Dani Raba la puso tensa al primer palo, donde Jorge Sáenz la mandó a la cazuela. Butarque estalló. Tanto que ni se dieron cuenta de que el linier había levantado el banderín. El tanto no subió al marcador, pero para confirmar sala VOR tardó más de tres minutos, un tiempo lleno de tensión y protestas contra Alberola Rojas. No había pasado ni un cuarto de hora desde el pitido inicial y la afición del Lega estaba casi más enchufada que los jugadores.
Un primer gol que acaba en lágrimas
Los pepineros tuvieron la deferencia con el Espanyol de honrar la figura de Dani Jarque, como es habitual con una ovación durante todo el minuto 21, el dorsal que lució el futbolista. Esos aplausos se confundieron con los que vinieron tras una jugada de Neyou que acabó Cissé en la frontal. Los dos centrocampistas casi dan el susto a Joan García. Por suerte para el guardameta la definición de Cissé solo le tumbo la botella de agua apoyada en el costado de la portería y no entró para dentro.
Se durmió el partido hasta el final de la primera mitad, lo único destacable fue un contraataque del Espanyol que casi acaba en gol. Puado hizo de las suyas por banda izquierda, hasta tuvo tiempo de colgarle un balón a Edu Expósito que venía lanzado en carrera. Este último no pudo embocar el balón hacia la portería, desperdiciando la más clara de los pericos. El jarro de agua fría llegó instantes antes de irse al túnel de vestuarios. El Espanyol cometió un error grave en la salida de balón. Dani Raba fue el más listo de la clase y arrebató un balón poco tenso en el área rival, de la nada se inventó un pase a Cissé y este marcó el primer gol del partido.
Se le terminó haciendo larga la primera parte al Espanyol. Los jugadores estaban muertos, no conectaban los pases y la presión cada vez era menos efectiva. El Lega vio a un rival tocado y lo aprovechó. Dimomande se lanzó en jugada individual, volvió a romper su marca y enfiló directo a la portería de Joan García. Con el cuerpo amagó la definición al palo corto y una vez el guardameta perico estaba vencido, terminó encañonando hacia el palo largo. Era su primer gol en el fútbol profesional y no pudo contener las lágrimas.
Ni el VAR borra la sonrisa de un Butarque que canta «si se puede»
Ya en la segunda mitad fue Renato Tapia el primero en asustar a Joan García. Casi hasta irónico, una vez acabados los primeros 45 minutos, el peruano disparó desde su área y acabó marcando. Obviamente, no subió al marcador, porque la mayoría de jugadores ya estaban yendo al vestuario. Cuando empezó la segunda parte, Tapia se volvió a animar, pero esta vez desde el centro del campo. El centrocampista, hoy defensa, vio descolocado a Joan García y probó suerte. La pelota superó al portero, pero la dirección no fue buena.
El siguiente susto vino a eso del minuto 55. Un pase medido de Altimira dejó solo a Dani Raba ante Joan García. Una vez superada la defensa gracias al balón tenso del lateral, el número '10' del Lega trató de perfilarse antes de tirar. Joan García salió a su encuentro y lo terminó derribando fuera del área. Alberola Orjas vio esa jugada como amarilla en un principio, entendía que los centrales podían llegar para interceptar a Dani Raba. La sala VOR no lo vio así y lo llamó al monitor. Tras la revisión, el árbitro quitó la amarilla a Joan García y anulí la falta sobre Raba, entendiendo que no hubo contacto. Es más, le terminó mostrando la amarilla al atacante del Leganés.
Tras tres minutos inexplicables desde el estadio, llegó el tercero del Lega. Justicia poética: fue de Dani Raba. El número '10' colgó una falta al área que se le complicó a Joan García. El meta salió mal y no embolsó el balón, con la mala suerte de que tocó en Kumbulla y acabó dentro de la portería. Autogol con una pizca de suerte o tanto de Dani Raba, la autoría daba igual porque el Leganés se veía con vida en LaLiga. "Que bote Butarque; si se puede", se cantó.
Ni importó el primer gol del Espanyol llegado el minuto 80. La ventaja de dos tantos seguía vigente y el tiempo corría muy a favor de los locales. Tan poco impacto tuvo el primero de los visitantes que la grada respondió inmediatamente con un "te quiero Lega, loro loro loro loro". Butarque perdió el aliento cuando Cheddira marco el 3-2 en el minuto 90 y Alberola Rojas añadió otros seis minutos extra. La victoria parecía complicase. La sala VOR tranquilizó al Lega, el tanto no subiría a marcador por un fuera de juego. De nuevo volvió la calma a Butarque. Ni el gol del Espanyol pasado ya el tiempo añadido alteró al Leganés, no había tiempo poara más. La victoria ya estaba en el bolsillo y eso daba mucho aire al Lega. A expensas de lo que haga el Alavés contra el Athletic, los pepineros ganan una vida extra de cara a la salvación, pese a seguir en puestos de descenso.
Ficha técnica
- 3 - Leganés: Dmitrovic; Rosier, Tapia, Jorge Sáenz, Altimira; Dani Raba (Óscar Rodríguez, m.73), Cissé, Neyou, Diomande; Munir (Miguel de la Fuente, m.88) y Diego García (Duk, m.88).
- 2 - Espanyol: Joan García; Calero (Veliz, m.46), Kumbulla, Cabrera, Romero; Urko González, Kral (Tejero, m.46); Jofre (Roca, m.61), Expósito, Puado (Cheddira, m.71); y Roberto (Pere Milla, m.71).
- Goles: 1-0, m.33: Cissé. 2-0, m.41: Diomande. 3-0, m.63: Kumbulla, en propia puerta. 3-1, m.79: Cabrera. 3-2, m.98: Pere Milla.
- Árbitro: Javier Alberola Rojas (Comité castellano-manchego). Mostró tarjeta amarilla a Dani Raba (m.57) por el Leganés; y a Puado (m.49) y Cabrera (m.73) por el Espanyol.