Florentino, Laporta, Piqué os ha superado
Ni 'Figos' ni lonas, Gerard es el primer presidente de la historia del fútbol que ha ganado las elecciones antes de presentarse.

Ni 'Figos' ni lonas, Gerard es el primer presidente de la historia del fútbol que ha ganado las elecciones antes de presentarse.
El fichaje de Luís Figo por el Real Madrid fue una de las grandes maniobras en campaña electoral de la historia del fútbol. Aquella estrategia le permitió a Florentino Pérez vencer a Lorenzo Sanz con una disyuntiva en la que el socio madridista no perdía nunca: o venía el portugués o tenía su abono pagado. Un jaque mate.
El eslogan de Joan Laporta en las inmediaciones del Bernabéu, ese Ganas de volver a veros, con su figura agigantada en una fachada de una docena de alturas, también será recordado para siempre. En la era de los datos, el letrado apelaba a las vísceras de una afición sedienta de recuperar la gloria de antaño. Todo los balances de Víctor Font pasaban a un segundo plano. Otro jaque mate.

Gerard Piqué, hombre de negocios a tiempo completo y leyenda freelance del balompié español, le ha dado una vuelta de tuerca a los procesos electorales. El catalán es el primer presidente en la historia del fútbol que ha ganado las elecciones antes de presentarse. Será el máximo representante del FC Barcelona cuándo y cómo quiera.
A Piqué no le hace falta empezar la campaña oficial, lleva 35 años inmerso en ella. La inició aquel 2 de febrero de 1987, cuando su abuelo Amador Bernabéu le hizo socio del Barça. No había mejor registro civil para un niño que recopilaría materiales y méritos para algún día dar el gran salto al palco. Ese fue el lugar que eligió en el vídeo del anuncio de su retirada con el ya célebre "volveré". Su jaque mate.
Culers, us he de dir una cosa. pic.twitter.com/k3V919pm1T
— Gerard Piqué (@3gerardpique) November 3, 2022
La manera de irse, cuando comenzaba a escuchar algunos pitos y voces críticas, es brillante. Piqué le dio la vuelta a la tortilla en dos actos propiedad intelectual de un cerebro que jamás descansa. El primero, su homenaje en el Camp Nou en partido oficial. Allí ejerció de jugador (en su mejor versión), de jefe de logística, de director de comunicación y de speaker. Sólo le faltó tirar las cañas en un bar de los aledaños del estadio.
El segundo, la escena en Pamplona. La foto del banquillo se le quedaba pequeña y maquinó durante 45 minutos una obra maestra. Buscaba un instante que pasase a la posteridad, y lo encontró en la tarjeta roja del descanso. La imagen que quedará para siempre en la retina del socio blaugrana es la de Gerard defendiendo su escudo ante un árbitro. El único pero es que en la sobreactuación insultó, con una expresión lamentable, a la madre del colegiado. Debería pedir perdón por ello. El resto de elementos del plan de comunicación presidencial se estudiarán dentro de unos años en Harvard.