Lamine Yamal brilla en el caos del Barça y sus minutos señalan su gran virtud

Las irrupciones como la de Lamine Yamal hay que llevarlas con mucho tacto, como si te tocase la lotería. No vale con despilfarrar creyendo que el dinero, en este caso el talento, es infinito, sino que hay que adecuarlo al día a día para hacerlo sostenible el mayor tiempo posible. Xavi lo está bordando con Lamine Yamal, que se hizo titular tras la sanción de Raphinha en la primera jornada y tuvo muchos minutos con su lesión. Una vez ha regresado el brasileño, Lamine está siendo el revulsivo. Y funciona.

Ante Las Palmas, el joven canterano entró en el minuto 72 con el rival ya muy cansado, hundido en su área y con un Barça empatando, lo que llevó el partido a un escenario de dominio claro de los azulgrana con la UD Las Palmas defendiendo lejos de Valles, priorizando los espacios a su espalda a tener que vivir muy cerca de su portería. En este contexto, Lamine Yamal es mucho más útil porque se aprovecha del cansancio ajeno para brillar con su técnica y sus engaños. Raphinha desgasta por repetición, Lamine por un talento casi sin esfuerzo.

En apenas 20 minutos y con un Barça que atacaba desorganizado, con De Jong liderando los asaltos y todos los atacantes rompiendo la última línea de la defensa rival, Lamine Yamal se inventó la jugada que cambió el partido y le dio la victoria al Barça. Es ya su signature move ese pase acostado sobre el perfil diestro a pierna cambiada buscando atacar la espalda de la defensa rival: tiene técnica, lectura y timing para hacer todo tipo de envíos. Y el Barça, cuando el rival está agotado, le saca mucho rédito.

Este tipo de pases son una de las señas de identidad de Lamine Yamal. Su facilidad para encontrar el desmarque oportuno y su temple para dar el pase en el momento correcto le convierten en el atacante más diferencial del equipo desde esta zona. Mucho más paciente y con más capacidad para dejar al compañero en ventaja que Raphinha, algo que Xavi valora más en los segundos tiempos, que es cuando el Barça saca sus ventajas. De los 18 partidos disputados en Liga, solo en tres (Betis, Atlético de Madrid y Villarreal) el Barça llegó ganando el partido.

Sin ser un jugador excesivamente rápido, algo que irá cambiando cuando su cuerpo evolucione con la edad, Lamine juega con el ritmo y eso hace que marque el tempo de la conducción, alejando a sus rivales, sobre todo cuando el hándicap del cansancio le juega a su favor. Ante Las Palmas, estuvo a punto de ser partícipe del 1-3 justo después del gol de Gündogan.

Se entiende por partidos como este el por qué Xavi prioriza a Raphinha como extremo titular: más desgaste y mayor capacidad defensiva, dejando así el camino más liberado para Lamine Yamal en los minutos finales. Evidentemente habrá rotaciones y partidos para todos, pero el plan A del equipo azulgrana debe ser este porque se cuida al canterano ofreciéndole minutos de calidad y vigilando sus pasos, sin sobreexigirle esfuerzos que con 16 años no pueda hacer.

Lamine Yamal ha marcado solo un gol con el FC Barcelona, pero su mejor virtud es la que precisamente más se está viendo en estos partidos: su capacidad pasadora. Domina distintos envíos y su desborde fuerza al contrario a estar muy pendiente de él, desatendiendo a veces lo que sucede a su espalda, y ahí Lamine Yamal está siendo un factor diferencial desde el banquillo. En un Barça de remontadas y de notas raspadas, el talento del canterano se abre camino a su propio ritmo y por su propio peso. No necesita mayor presentación que la de su toque.