Kubo se exhibe en el Bernabéu: ¿Qué derechos tiene el Madrid sobre él?

Kubo (22 años) entregó candidatura para volver al Real Madrid. Ante las luces del Santiago Bernabéu, que atemorizan a casi cualquier jugador, el japonés se hizo enorme con una de las actuaciones más excelsas de un visitante que ha visto el coliseo blanco en los últimos años. Quizás sólo duró 45 minutos (en la segunda parte fue a menos, como el resto de la Real Sociedad), pero resultaron suficientes para decirle a la directiva presente, Florentino incluido: estoy listo para ser un galáctico.

Su partido a lo Messi convenció hasta al más escéptico. Dio la asistencia del primer gol realista, y estuvo a punto de poner más tierra de por medio con un gol al puro estilo la Pulga, conduciendo hacia dentro y poniendo la pelota en la cepa del palo derecho de Kepa con un zurdazo. Oyarzabal, en línea con el disparo y en fuera de juego, impidió que subiera al marcador. Para adornar su actuación, un caño a Kroos, que respondió como buen veterano dándole una buena coz.

Take, muy feliz en Donosti, hizo exactamente lo que debía para aumentar sus opciones de regresar el próximo verano. Un gran año le acerca, pero una buena puesta en escena en el coliseo blanco y ante la directiva, Florentino Pérez incluido, suma muchos puntos extras.

Pero, ¿qué derechos tiene el Madrid sobre Kubo? Lo cierto es que el futuro del japonés depende directamente de los blancos, ya que cuentan con el 50% de sus derechos. Se le puso una cláusula de 60 millones de euros, con la que la Real se aseguraba la inversión (pagó 6,5M€ en 2022). Esto quiere decir que, como mucho, el conjunto blanco debería pagar 30 millones para recuperarlo. Una cifra relativamente asequible para el nivel que está mostrando este curso. Más aún si tenemos en cuenta el aspecto económico del fichaje. Un jugador por debajo de su precio de mercado y con el que crecer a nivel comercial en Asia, aprovechando su fama en Japón. Este ya fue uno de los motivos que llevaron al Madrid a lanzarse a por él en 2019.

Sólo hay una baza que juega en contra de Kubo. Se trata de su pasaporte. Siempre va a ocupar una plaza de extracomunitario, limitando el margen de maniobra del Real Madrid para fichar en mercados que resultan más familiares como el sudamericano. Take necesita 10 años ininterrumpidos en España para optar a la nacionalidad y, aunque los consiguiera, debería renunciar a la japonesa, ya que el país asiático no permite tener las dos. Con Endrick aterrizando el año que viene, sólo quedaría una libre hasta que el delantero, en dos temporadas desde su llegada (2026), sí que pueda optar al doble pasaporte.

Más allá de esto, el Madrid tiene al alcance de su mano a uno de los talentos más importantes de LaLiga. Lo que está demostrando este año ya parece suficiente para que algún millonario de la Premier League o un grande del resto de Europa apuesten por su fichaje. Lo bueno para los blancos es que, pase lo que pase en los próximos, siempre tendrán la última palabra.