Jornada de reflexión en el Sevilla: se buscan alternativas

La derrota ayer en Getafe ha reabierto la profunda herida que tiene el Sevilla durante toda esta temporada. No por la derrota en sí, algo con lo que el sevillismo ha tenido que convivir durante todo este curso, sino por las formas. Un nuevo error en el planteamiento inicial, más la nula capacidad de cambiarlo durante el transcurso del encuentro, convierten la ya de por sí problemática situación en un drama de consecuencias incalculables.

"Hay que convertir la idea de juego en una religión", decía Sampaoli antes del partido ante el Fenerbahçe. Y eso es lo que lo está condenando. Porque este Sevilla, esta plantilla y ese vestuario nada tienen que ver con lo que se encontró en su primera etapa. Y en vez de buscar soluciones, el argentino sigue empeñado en insistir en los errores, esos que tanta vida dan al contrario. Y hasta los propios jugadores comienzan a deslizar que por ese camino sólo se llega al precipicio.

El de Casilda tuvo al público de su parte. El sevillista sabía que los males de su equipo estaban en la planificación. Su discurso exigente con la dirección deportiva y realista con la situación del equipo caló mínimamente. Pero ese discurso no se ve reflejado sobre el campo y la afición ha dejado de creer en él como salvador. Persistir en la idea de jugar con tres centrales, de salir jugando con Jordán como volante o de utilizar un falso nueve en muchos partidos, le han puesto a la gente en contra.

Tras la derrota ante Osasuna se le han ido cayendo los apoyos internos que tenía. "Los jugadores tenemos que entender qué necesitamos. Nos dan herramientas y no las entendemos, no sé. Hoy creo que sobrepasamos todos los límites. Jugamos muy mal y nos llevamos esta derrota", comentaba Marcos Acuña tras la goleada recibida ante el Atlético. "Tenemos que encontrar una forma de afrontar y jugar los partidos y agarrarnos a eso. No entrar en una confusión, porque no sabes cómo jugar y dependes de la suerte. Acabas atacando y defendiendo con anarquía si no lo tienes claro", reflexionaba Bono tras la derrota ante el Getafe. El vestuario transmite una falta de confianza en lo que hace que asusta.

Con el parón se abre un periodo de reflexión. José Castro y José María Del Nido Carrasco han suspendido un viaje que tenían programado para hacer frente a esta nueva caída junto a Monchi. El escenario no es fácil. La salida de Sampaoli supondría un nuevo traspié para las arcas del club pero posiblemente el único salvavidas al que agarrarse. Una salida para la que ya se trabaja en la búsqueda de sustituto en una lista que encabeza José Luis Mendilibar. ¿Y ahora qué, Sevilla?