Joaquín Caparrós y el camino "más duro" en el banquillo del Sevilla: "Me he quedado hasta sin sangre"
El técnico repasa su cuarta etapa en el banquillo... con un mensaje para el futuro: "Yo hablo con los dirigentes como entrenador, pero también como sevillista".

Ha sido de todo... menos sencillo. La cuarta etapa de Joaquín Caparrós se cerrará contra el Real Madrid en el Sánchez-Pizjuán... y el Villarreal a domicilio. A partir de ahí, todo será una incógnita. Nadie sabe a día de hoy quién estará en el banquillo del Sevilla la próxima temporada. Pero tocaba que el técnico repasara su paso. Y se abrió en canal. "Ha sido muy duro".
"Difícil de explicar, pero ha sido muy duro. Los partidos previos en los que no se conseguían esos puntos... han sido muy duros. Es que bajar... Lendoiro me decía que la mayor desgracia que había era bajar a Segunda División. Ese querer ayudar al equipo.. eso se lo queda uno y la familia. Que son los que también los han vivido. Porque luego había que venir aquí y dar otra cara. Pero la procesión va por dentro. Uno no es de hierro. Pero al final nos ha salido bien. Hay que dar tiempo a todo, a que haya esa paz que necesitamos, y sobre todo esa tranquilidad a nuestra gente. No he ido ningún día a la Feria porque teníamos esa responsabilidad. Pero el viernes salí a tomarme una cerveza y qué alegría la gente. Y pensaba, 'Que alegría le hemos dado al sevillismo'. Y eso supera a todo el sufrimiento que hemos pasado".
Caparrós lo ha pasado mal. Pero la forma de ser del técnico no le deja dejar de tirar de ironía. Y así lo hizo. "Puedo asegurar que es el momento más complicado. Más difícil. Por todo. Anteriormente había más paz social, pero ahora no. A mí me gustaría que me recordarán como un sevillista que cuando el club le pidió que echase una mano, fue sin mirar si le perjudicaba o tema económico. Y dije aquí estoy. Y voy a dar todo. Y así me habéis visto más delgado, porque me he quedado sin sangre".
Una rueda de prensa de desahogo, pero también de avisos para el futuro. El clima de crispación que se vive en el Sevilla es inaguantable a largo plazo. Y ni a corto. Sobre todo eso habla también Caparrós con 'sus jefes'. "Nos urge. Nos urge volver a tener nuestra paz. Si estamos unidos nos temen en Europa, somos muy fuertes. Somos muy fuertes a nivel nacional e internacional. Eso es una petición que hago como sevillista, como entrenador y también como mi forma de pensar". "Yo hablo con los dirigentes y las conversaciones que tengo con el presidente y los consejeros son privadas. Yo hablo como entrenador, pero también como sevillista, y esas son entendibles que no las diga".
El próximo domingo, ante el Real Madrid, la afición volverá a manifestarse. Dejará vacía las gradas durante la primera mitad... y en la segunda sacará un mosaico en contra del presidente y la directiva. "Es soberano. Lo que haga la afición. Han cumplido. Mientras el equipo matemáticamente tenía posibilidades para descender, han estado ahí. Siempre y cuando no haya violencia, todo lo que haga... es soberana". Y es que el muñeco que apareció ayer en un puente de la ciudad... es indefendible. "La violencia no se puede permitir. He comentado que la afición es soberana, pero hay que estar siempre en contra de la violencia. Donde esté el diálogo, el consenso, bien. Pero esa violencia... esa gente no son sevillistas. Estamos muy cabreados, pero ahí no se puede llegar".
Entonces, ¿Cuál es la solución? Caparrós marca el camino, falta que lo sigan. "Tenemos que hacer una gran sentada todos los sevillistas y estar 24 horas, mañana, tarde y noche, hasta llegar a esa paz social. Yo sería el primero que estaría como uno más. Pero ahora hay que centrarse en el Madrid. Lo veo difícil. Hasta la fecha ha sido casi imposible, pero he visto situaciones que son casi imposibles y se llega a un acuerdo. Pero no lo sé, me encantaría, eso sí".