VALENCIA - BETIS

El día que Joaquín 'fue' del Albacete antes de firmar por el Valencia: "Lopera no lo quería vender"

El portuense vivió una de las anécdotas más surrealistas de un traspaso del fútbol español. Regresará a Mestalla para participar en los homenajes a las víctimas de la DANA.

Joaquín, junto a Juan Bautista Soler, el día de su presentación con el Valencia./EFE
Joaquín, junto a Juan Bautista Soler, el día de su presentación con el Valencia. EFE
Samuel Silva

Samuel Silva

El verano de 2006 no se le olvidará jamás a Joaquín. Tras una complicada temporada, el portuense tomó la decisión de dejar el Betis. Casi una década como verdiblanco llegaba a su fin. Lo que no habían logrado el Chelsea o el Manchester United -el Real Madrid nunca dio el paso definitivo- lo consiguió el Valencia, aunque con Manuel Ruiz de Lopera de por medio el traspaso se convirtió en un culebrón. "Me dijo que al Valencia no me iba, que me vendía al Albacete", recordó tiempo después el propio Joaquín como una anécdota lo que vivió como uno de los capítulos más surrealistas de un traspaso en el fútbol español.

"Lopera nunca quiso vender a Joaquín. Ni cuando se reunió con el Chelsea ni cuando tuvo esa oferta del Valencia", cuentan algunos allegados al fallecido exdirigente bético. "Era su niño bonito", aseguran sobre lo que representaba el portuense para Lopera. Pero la situación del Betis se había complicado. Tras la ilusión que generó el título de la Copa del Rey y la clasificación de Champions en 2005, el club vivió un año difícil que desembocó en la salida de Lorenzo Serra Ferrer y también en los traspasos de Ricardo Oliveira al Milan y de Joaquín al Valencia. Tres de las figuras principales de aquel equipo que supusieron el cierre definitivo al ciclo de éxito del Betis.

En su dura negociación con Juan Bautista Soler, entonces presidente del Valencia, Lopera se lo puso difícil a todos. A Joaquín, valiéndose de una cláusula del contrato por la que lo podía enviar cedido a cualquier equipo, le dijo que su destino era Albacete. Los abogados del futbolista para evitar problemas le comunicaron que lo mejor era presentarse en las oficinas del conjunto manchego, por más que todos supieran que era una estrategia más de Lopera. Si era para que Joaquín desistiera de su deseo de salir o, como consiguió finalmente, para obtener más dinero del Valencia ya es algo que quedará para las versiones de cada uno.

"Cogí el coche y estuve cinco o seis horas conduciendo desde Sevilla, pasando por todos los pueblos. Recuerdo que me paraban mucho y me preguntaban que qué hacia por allí, les dije que iba a fichar por el Albacete y me regalaron muchos quesos y navajas", contó entre risas Joaquín, recordando aquel viaje en el que acabó encontrándose cerradas las oficinas del Albacete. Un notario certificó la presencia del portuense antes de poner de nuevo rumbo a Sevilla… y ya para cerrar su traspaso al Valencia.

25 millones de euros convirtieron a Joaquín en el fichaje más caro del equipo ché hasta aquel momento. Al emocionado adiós del portuense al Betis, desde una sala de un hotel sevillano, le siguió su puesta de largo como jugador del Valencia ante más de 10.000 aficionados. Un recibimiento por todo lo alto para un futbolista que entonces era un fijo de la Selección española. "Quiero seguir creciendo como futbolista", expuso el extremo en su presentación, aunque no todo le fue de color de rosa como valencianista.

Joaquín, con el Valencia en el campo del Betis. ABC
Joaquín, con el Valencia en el campo del Betis. ABC

Las dudas iniciales con Quique Sánchez Flores y, sobre todo, su etapa más negra con Ronald Koeman lo marcaron durante su estancia en aquel Valencia que contaba con jugadores de primer nivel, pero que ya empezó a vivir la transición de los grandes éxitos a la crisis. Con Unai Emery, el equipo ché recuperaría parte de su grandeza y también Joaquín, que ya incluso lució el brazalete de capitán en alguna ocasión. Tras cinco temporadas como valencianista, el portuense continuaría su carrera en el Málaga, que abonó cuatro millones de euros por su traspaso.

"Será especial, sobre todo, por los sentimientos que se han vivido, que van a estar a flor de piel. Esa previa va a ser diferente y va a ser un partido también especial. Una vez pite el árbitro el comienzo, los jugadores intentarán hacer su partido, pero va a ser un encuentro marcado por lo que ha pasado. Especialmente, bonito para mí porque siempre volver a la que fue mi casa y reencontrarme con compañeros y amigos", expresó esta semana Joaquín, que será uno de los emisarios béticos que participará en el homenaje a las víctimas de la DANA.