El año inolvidable de David Silva en el Celta antes de brillar en Valencia: "En cuanto lo vimos ya supimos que duraría poco en Vigo"
Varios excompañeros que tuvo en el conjunto olívico recuerdan la llegada del canario a Primera División.

El 2005 queda muy lejos. El presidente del Gobierno era José Luis Rodríguez Zapatero, Fernando Alonso ganaba su primer Mundial de Fórmula 1 y Rafa Nadal levantaba por primera vez los brazos en Roland Garros. En otros ámbitos, Cuatro comenzaba sus emisiones en televisión y 'Harry Potter y el cáliz de fuego' arrasaba en los cines. Ese mismo año, David Silva llegaba como cedido al Celta desde Valencia para jugar una única temporada que todavía muchos recuerdan en Vigo.
Un año antes, Silva y Celta habían coincidido en Segunda División, aunque el futbolista canario lo hizo defendiendo los colores de la SD Eibar. Era su primera experiencia profesional y su rendimiento fue excelso. De su juego se quedaron prendados en las oficinas del club olívico, que se adelantó al Getafe para lograr su cesión cuando el talentoso mediapunta ya tenía prácticamente hechas sus maletas rumbo a Madrid.
Las negociaciones no fueron sencillas porque el Celta sabía del potencial del futbolista. En las conversaciones entre los clubes, desde Vigo se quiso incluir una opción de compra al precio que fuese, algo a lo que desde la ciudad del Turia se negaron en tajante. O aceptaban un préstamo simple, o Silva se iría a otro equipo. Y acabó en Vigo en una plantilla que ya contaba con mediapuntas de primer nivel como Cannobio o Jorge Larena y emblemas como Gustavo López. En su presentación, el presidente de la entidad por aquel entonces, Horacio Gómez, manifestó que esperaba que el canario se quedase "mucho tiempo", algo que no pudo lograr.
Su aterrizaje en Vigo llegó de la mano del de otros fichajes, como es el caso de Antonio Núñez, que recuerda muy bien aquellos primeros días. "Llegamos juntos, casi a la vez. Al principio estábamos en el hotel, donde comíamos y convivíamos e hicimos muy buenas migas. Era un chavalillo y todo el mundo hablaba mucho de él, generó muchas expectativas. En los entrenamientos los compañeros hacíamos bromas sobre que no había forma de quitarle el balón y Silva se quejaba de que le dábamos muchas patadas, pero la realidad era que no éramos capaces de robarle la pelota. Nos dejó claro a todos que acabaría en un equipo grande", recuerda el ex de Liverpool y Madrid, entre otros.
Siempre recuerdas el primer GOL.... ⚽#TalDíaComoHoy hace 14 años, @21LVA se estrenaba como goleador en #LaLigaSantander. 🎩💫#LaLigaHistory pic.twitter.com/AM1HjTXIYS
— LALIGA (@LaLiga) October 23, 2019
Alguien que lo conoce muy bien es Juan Sánchez, icono en Celta y Valencia y que fue compañero suyo en Vigo y lo vio desde los despachos en el conjunto che. "Nos sorprendió por la juventud y la madurez en el campo. Para ser su primera experiencia en Primera y llegando a un equipo con Cannobio y Gustavo López, supo hacerse hueco a base de personalidad y carácter. Tenía un talento tremendo y era muy humilde", rememora el exdelantero.
En esos días de pretemporada en A Madroa también lo 'sufrió' Esteban Suárez, portero del equipo y al que también sorprendió el menudo jugador canario. "No era el jugador sobre el que había más esperanzas porque hubo fichajes más ilusionantes sobre el papel. Nosotros lo empezamos a conocer de verdad en los entrenamientos y amistosos y enseguida veías que el balón circulaba más rápido cuando lo tenía él", explica el exguardameta asturiano.
¿Os suena el jovencito, @SDEibar? 🤔 La zurda mágica de @21LVA es capaz de hacer "goles" como este ⚽️ #CosasEnComún #EibarCelta pic.twitter.com/S86ujqegy6
— RC Celta (@RCCelta) March 1, 2019
No empezó como titular en el Celta y en los primeros dos partidos de Liga apenas acumuló 15 minutos sobre el césped. Además, los celestes empezaron como un tiro ganando a Málaga y Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Todo cambió en la tercera jornada, donde también fue suplente, aunque una lesión de Cannobio en los primeros minutos le llevó al campo. Y desde ahí, nunca más comenzó un partido en el banquillo. "Los equipos se fijan en él por la temporada que hace en el Celta y ayuda que el equipo hace una gran temporada. Él fue una de las revelaciones de LaLiga", comenta Esteban
Su año en Vigo fue para enmarcar. Disputó 34 partidos de Liga en los que anotó cuatro goles, incluido uno al Deportivo de la Coruña en Riazor. Su buen hacer en el campo tuvo un goloso premio. Al inicio de la siguiente temporada fue convocado con la Selección española por primera vez y meses antes, el Celta intentó por todos los medios hacerse con sus servicios, algo que el Valencia no quiso ni valorar.
"En cuanto lo vimos jugar sabíamos que iba a durar poco en Vigo. Nos dimos cuenta de que había poco que hacer con el Valencia porque su nivel estaba por encima del que tenía el conjunto che. Estábamos expectantes de la importancia que tendría y acabó siendo uno de los mejores", comenta Núñez. "Obviamente, sabíamos que con la temporada que había hecho su lugar estaba fuera. En Vigo encontró una calidad de vida muy buena y quizás podían haberle convencido a él, pero convencer al Valencia era imposible", apunta Esteban.

También Sánchez supo enseguida que Silva iba a crecer mucho en lo futbolístico desde su paso por el Celta. "Dio un paso más, pero en Vigo fue como ver a uno de esos talentos que aparecen cada poco. Sabía que el Valencia iba a ser mucho más exigente para él porque había muchos jugadores de primer nivel, pero demostró su gran personalidad, además de su calidad innata", apunta el expunta de ambos conjuntos.
Pese a solo estar una temporada hace yo 20 años, el recuerdo de Silva en Vigo es imborrable, tanto en el club como entre los aficionados. Y el cariño es mutuo. Desde su salida se le ha podido ver en varias ocasiones Balaídos viendo partidos del Celta como un seguidor más. Hoy, en el partido que se juega en Mestalla, tendrá el corazón un poco dividido.