Iñaki Peña, un perfil bajo que vuela alto: ¿por qué a La Masia le cuesta sacar porteros?
El canterano, que nunca renuncia a las horas extra, ocupará la vacante de Ter Stegen.
Cae el abrasador sol de agosto sobre el Los Angeles Memorial Coliseum. Los jugadores del Barcelona, tras dos horas de entrenamiento, se retiran al vestuario. Sólo quedan tres sobre el verde. Ansu Fati y Lewandowski le lanzan unos últimos tiros desde fuera del área a Iñaki Peña. Uno da en el larguero, el resto los detiene el portero. Entre bromas, se acaban retirando al vestuario. Puede parecer una anécdota aislada, pero es el trabajo diario sobre el que Iñaki ha terminado cimentando su titularidad en la portería blaugrana.
Rara es la mañana en que Peña no es de los primeros en llegar a la Ciutat Esportiva Joan Gamper. Tampoco tiene prisa en irse. Los candidatos a lanzadores de faltas, sobre todo los delanteros, suelen quedarse a ensayar al acabar los entrenamientos. Iñaki, como también Ter Stegen o Ander Astralaga, se mantienen bajo palos durante unos minutos más. Las horas extra desembocaron en el paradón de Iñaki al tiro de falta de Depay. "Lo conoce bien e intuyó lo que haría", resaltan fuentes el cuerpo técnico.
Iñaki es un futbolista querido en el vestuario. Mantiene un perfil bajo. No mira más allá del día a día. "A los que estamos cerca de él no nos sorprendió su partido ante el Atleti, se prepara para esto", remarcan desde su entorno. Lleva toda la vida esperando este momento.
La felicitación de Ter Stegen
"En un club como el Barça no puedes perder ni un minuto", reconocía él mismo tras ganar al Oporto. Unos minutos antes, había recibido la felicitación de Ter Stegen, que contra el Atlético aplaudió sus intervenciones desde la grada. Sus compañeros le describen como un trabajador. Ya lo era en el filial, donde creció junto a Ronald Araujo, y lo sigue siendo con los mayores.
Iñaki Peña tiene ante él una situación prácticamente inédita para los porteros canteranos. Los entrenadores de La Masia coinciden en que el salto más complicado es el que se da del filial al primer equipo. Y que este, además, es todavía más complicado en el caso de los porteros y los puntas. Para llegar a este momento, el de Alacant tuvo que salir en busca de una oportunidad a Turquía.
Un año atrás, el Galatasaray de Domènec Torrent pidió su cesión ante la lesión de su guardameta titular, Muslera. "Rindió muy bien, estuvo muy sólido y le vi seguro. Dio confianza a un equipo que sin Muslera no confiaba en la portería. Eso nos ayudó mucho a la hora de estabilizar la meta y lograr la salvación en una temporada en que los problemas institucionales terminaron llegando al campo", contaba Jordi Guerrero, segundo de Dome, a este medio.
Llegar al primer equipo del Barcelona y tener una oportunidad es algo prácticamente inédito para un canterano desde la marcha de Víctor Valdés. De hecho, Peña ha jugado tantos encuentros defendiendo el arco culé (8) como el del Galatasaray, donde estuvo media temporada. Para el club, a nivel formativo, el objetivo es que el Barça Atlètic compita en Primera Federación. Consideran que disputar Segunda División les obligaría a fichar futbolistas con experiencia para competir mejor, pero sin techo de primer equipo. Aun así, para Oier Olazábal, en su día escudero de Valdés, puede ser un punto negativo para los porteros.
"Jugar en Segunda nos permitió formarnos en un nivel más alto, más cerca del nivel top que exige el Barça"
Portero del Andorra y ex del Barcelona"La exigencia de equipos como el Barça o el Madrid, de primer nivel mundial, es muy alta. Nosotros con el filial subimos a Segunda y a Rubén Miño, a Jordi Masip y a mí nos permitió formarnos en un nivel más alto. Estábamos más cerca del nivel top que exige el Barça", expone el actual portero del Andorra.
Para Oier, que llegó al filial blaugrana en 2007 y se marchó, tras debutar con el primer equipo en 2014, a Iñaki le ha ido bien la cesión al Galatasaray. "Igual es la idea que debería tener el Barça: cederlos a equipos punteros de Primera o en el extranjero para que se formen y puedan volver con un poquito más de experiencia. Para mejorar en el saber estar, en manejar la tensión que requiere el primer nivel…", apunta.
"Aun con un muy buen nivel en la cantera, pocos consiguen llegar hasta arriba. Tienes que tener un entrenador que sea valiente, que la situación sea positiva para que pueda darte minutos", continúa el exportero de Granada, Levante o Espanyol. En la última década, sólo en doce ocasiones la portería blaugrana ha sido defendida por canteranos. Los responsables: Peña y Jordi Masip (4). Si el marco se amplía a los últimos 20 años, la media es de poco más de dos partidos por temporada. A los 12 que suman Iñaki y Masip se le añaden los de Jorquera (24), Rubén Martínez (3), Oier Olazábal (2) y Rubén Miño (1). Un total de 42.
La distancia entre el primer y el segundo portero, ¿insalvable?
El cambio de formato de la Copa del Rey, en algunos casos, ha aumentado la distancia entre el primer y el segundo portero. La temporada pasada, Xavi decidió apostar por Ter Stegen en la eliminatoria ante la Real Sociedad. Aquello le planteó ciertas dudas sobre su futuro al canterano. "Cuando uno no juega lo fácil es desconectar", reflexiona Felip Ortiz, exresponsable de porteros de La Masia.
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— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) December 3, 2023
En la misma línea responde Oier. "Si eres más maduro y has estado en otros equipos puedes manejar mejor la falta de minutos. Con porteros jóvenes aún es más difícil. Lo de Iñaki tiene muchísimo mérito. Hay que estar muy mentalizado, entrenar muy bien… Lo más importante es la cabeza: llevar bien la presión, que es algo que cuesta mucho. Salir una vez cada tres meses y hacerlo bien es muy difícil", comenta. Felip, que en su día fue la sombra de Valdés, apunta en la misma dirección: "Iñaki es un portero perfecto para el Barça".
Entre Jose Ramón De la Fuente, preparador de porteros del primer equipo, y Carles Busquets, el del filial, cuidan el minutaje de los metas para que lleguen listos hasta arriba. Para que nadie se quede atrás. Peña, tras más de 60 partidos en el Barça Atlètic, ha esperado pacientemente su turno. Según los especialistas, lo más probable es que Ter Stegen se pierda entre dos y tres meses de competición. Mientras tanto, Iñaki tiene por delante cuatro partidos para demostrarle al cuerpo técnico y al club que no hará falta acudir al mercado para paliar la baja del alemán.