La hoja de ruta del Betis pasa por equilibrar sus cuentas: rebajar el gasto de una plantilla que este año 'cuesta' más
Esta temporada le toca hacer frente a los pagos en diferido acordados durante la pandemia. Reducir el riesgo si no se clasifican algún año a Europa, clave.
El Betis ha convertido el equilibrio presupuestario en su principal objetivo. Tras los años de pérdidas, el club verdiblanco volverá a presentar unas cuentas en positivo, aunque contando con los ingresos extraordinarios de competir en Europa (15,79 millones de euros) -pese a la disminución por las tempranas eliminaciones del pasado año- y de la venta de jugadores (43,53 millones de euros). La intención ahora es una política de contención que permita rebajar el coste de plantilla y que se sitúe en el 60% sobre los ingresos ordinarios.
De los 38,24 millones de euros que se perdieron en la 21-22, el Betis pasa ahora a un mínimo resultado positivo de 0,3, que, al menos, confirma la tendencia positiva iniciada la pasada campaña. Además, el club heliopolitano ya cuenta con un patrimonio neto positivo -se pasa de -73 millones a 23,4 una vez contabilizado el préstamo participativo de CVC y con la ampliación de capital- y también se dispone por vez primera de un fondo de maniobra positivo, lo que provoca que se elimine la incertidumbre que recogía el informe de auditoría en años anteriores.
Con un límite salarial de 109 millones, de los que el Betis consume 106,38, el consejo pretende una contención del gasto para evitar riesgos en caso de quedarse fuera de Europa, de ahí que se apueste por la cantera y también por la incorporación de activos que puedan generar plusvalías futuras, como serían los casos de fichajes como el de Abde o Johnny Cardoso. De hecho, la actual plantilla es más cara que la de años anteriores, tanto por las amortizaciones pendientes tras el esfuerzo realizado en el pasado mercado invernal como también por el hecho de que esta temporada toca afrontar los pagos diferidos con algunos jugadores del pasado.
En cuanto a la cifra de negocio, el club verdiblanco ha conseguido estabilizarse en torno a los 140 millones de euros -se puede incrementar con Europa League o Champions-, con unos ingresos estables en competiciones nacionales (4,16), competiciones europeas (15,79), abonados y socios (20,69), televisión (68,15) y comercialización y publicidad (29,83), a lo que luego se añaden esos beneficios por las ventas de jugadores (43,53).
Además, el club verdiblanco ha presupuestado alcanzar las semifinales de la Conference League -LaLiga lo acepta como una posibilidad real-, a la vez que también espera confirmar algunas de las variables marcadas en el traspaso de Luiz Henrique -la primera en cumplirse será que dispute el 60% de los partidos-.
Un objetivo que pasa por la cantera
El Betis tiene claro cuál es su próximo objetivo. Pero, obviamente, esto conlleva un claro perjuicio a nivel deportivo, al menos sobre la apuesta económica que se hace en cada mercado. El club verdiblanco prima la cantera. Confía en ella. Aunque esto tiene una segunda lectura.
La mirada hacia los escalafones inferiores también significa que la fuerza del Betis de cara al mercado invernal ha disminuido. Fajardo y su equipo está atento a todo lo que pueda ocurrir, pero las cuentas son claras: si no hay una venta que genere plusvalías, el poco espacio de límite salarial que le permite seguir en la regla 1:1 prohíbe traer refuerzos. Al menos, eso sí, sobre el papel.
Lo que ocurra en enero aún tendrá que verse, pero la hoja de ruta del Betis está muy clara. Calma y tranquilidad con los gastos, lo principal es volver las cuentas sólidas.