FC BARCELONA

El gesto de Gavi con Pablo Torre destapa cómo los entrenadores no deciden siempre: "Era mejor que no hubiese trascendido..."

Varios técnicos ponen en valor el detalle del andaluz que resaltó Flick y consideran que es "poco común" en el fútbol.

Pablo Torre y Gavi, en un partido jugado esta temporada en el Camp Nou. /GETTY
Pablo Torre y Gavi, en un partido jugado esta temporada en el Camp Nou. GETTY
Alberto Martínez

Alberto Martínez

La reunión tuvo lugar antes de los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 en un restaurante barcelonés. Tres seleccionadores españoles debatían sobre la gestión de grupo y la dificultad de hacerles ver a sus jugadores que el equipo estaba por encima de las individualidades, cuando uno de ellos, artífice de una selección que ha ganado medallas olímpicas, mundiales y europeas, explicó una anécdota personal que asombró a sus colegas y que explica la cohesión máxima. "Estábamos en pleno partido y teníamos que defender una jugada muy importante. Mandé a un jugador a la pista para marcar a un atacante en concreto, y me dijo: 'No, míster, que lo haga este compañero, lo va a hacer mejor que yo, él es el mejor en eso", explicó.

"No dudé, y le hice caso. Y salió bien", recuerda. "Para mí eso fue la máxima expresión de pensar en el grupo antes que en uno mismo y, además, confiar en el de al lado. Y eso es un equipo, confiar en el compañero. Me quedé asombrado y sentí orgullo", concluyó. Y esa escena, con matices, se trasladó a la sala de prensa de Montjuïc el pasado domingo.

Fue Hansi Flick quien sorprendió tras ganar 7-1 al Valencia, después de un partido en el que su Barça apisonó al rival desde el pitido inicial. La cuestión iba sobre el grupo, la unión y la capacidad para motivar a todos los jugadores, como Fermín López, actor protagonista tras muchos meses interpretando un rol secundario. Y el técnico alemán, intentando medir las palabras, explicó una de las interioridades vividas en el banquillo de Montjuïc. "De hoy, lo que más me impresionó, fue cuando hablé con Gavi. Le quería meter en los últimos 15 minutos y me dijo que no, que mejor Pablo Torre. Eso es genial y es increíble. Puedes ver que el equipo y que los jugadores están conectados. Me encanta Gavi, es top", comentó. Por inusual, y por la confidencia de Flick, lo que ocurrió fue algo excepcional... pero no tanto.

"Flick debe estar muy contento porque en este caso el jugador piensa más en el equipo que en él"

Xesco Espar Coach deportivo

Detrás de esa pose de sargento y de hombre inflexible, que no perdona ni un minuto de retraso como se ha visto con Koundé o Iñaki Peña, se esconde un líder cooperativo, que se ha ganado a los futbolistas y ha generado un clima idóneo para que se den situaciones como las de Gavi. Así lo explica el exentrenador del FC Barcelona de balonmano y coach, Xesco Espar, que pone en valor el hábitat que ha generado el preparador: "Flick debe estar contento, el jugador piensa más en el equipo que en él". La sentencia de Espar encuentra argumentación en un actual entrenador de Primera que responde al otro lado del teléfono.

«Hay jugadores que, cuando no jugaban bien, me pedían el cambio»

"Tengo la sensación de que Flick es serio y muy metódico, pero da margen para que los jugadores le tengan confianza. Es muy chulo que pase eso. Normalmente hay muchos intereses detrás de los jugadores, y que suceda esto no es lo común. Además que compiten entre ellos, y deben hacerlo para mejorar el nivel, pero ha pensado en el equipo", admite. Para Espar adquiere más valor que eso ocurra en un deporte "como el fútbol, donde los cambios no son rotativos" y pone el ejemplo de su mundo: "Es muy específico de cada situación y de la relación que hay entre los jugadores y los entrenadores. He tenido jugadores que, cuando veían que no estaban jugando bien, venían a pedirme el cambio. Eso en el fútbol es inviable".

Esa confianza deja a un lado al entrenador incuestionable que decide todo, pues en realidad, y entre bambalinas, se producen muchas situaciones en las que son los propios jugadores los que ayudan a decidir o intervienen en ellas. David Martín, seleccionador español de waterpolo, explica por ejemplo cómo en su deporte "es normal que muchas veces, en determinados partidos, los mayores le dejen más minutos a los jóvenes. Y ha sucedido que haya jugadores que llegan a partidos con menos confianza y prefieren no ocupar posiciones de lanzamiento sino otras, y dejar a otros compañeros ese protagonismo. Eso ocurre y se habla".

"Hay jugadores que te cuestionan a nivel táctico, eso depende de la confianza que les generas"

Entrenador de Primera División

El técnico de Primera División, incluso, se atreve a ir más allá y explica que "hay jugadores que te cuestionan a nivel táctico, pero eso depende de la confianza que puedas generarles". Y tampoco no pasa por alto el momento del partido en el que se produce: "Influye el resultado, el hecho de que vayan ganando de paliza cuando entró Pablo. Hay un tono relajado, están contentos. Y desde el prisma de un Gavi que está jugando asiduamente, eso es clave". "Es un acto de generosidad", apostilla Espar, pero matiza después, arrojando también un aspecto crítico a la confesión de Flick.

«Pablo Torre puede pensar que juega porque lo dice otro...»

"Es mucho mejor que el entrenador le diga que sale a jugar, que no que sea un jugador quien te ceda el sitio. Hay que pensar en el que sale. Es diferente. Una cosa es notar la confianza del entrenador y otra que sea un compañero el que renuncie a jugar. Pablo Torre puede pensar que 'yo juego porque lo merezco y juego porque él no quiere'. En todo caso, el futbolista entró sin problemas y entendió la gentileza, pero quizás era mejor que no hubiera trascendido", reflexionó Espar.

Nadie discute la capacidad de Flick para liderar y crear un grupo que funcione, en el que cada pieza entienda su rol y que habrá minutos para todos. Desde el vestuario insisten en que es un técnico que "va de cara y te da explicaciones de todo", y esa virtud ayuda a que no haya dobles interpretaciones. Incluso, y antes de que llegará el técnico, ya señalaban fuentes que han trabajado con él en Alemania que "es un hombre que quiere crear una buena atmósfera, que todo el mundo se entienda y haya buen ambiente... Y sufre cuando detecta que el ambiente se vuelve negativo". Y eso le ocurrió en la selección alemana, por ejemplo.

El gesto de Gavi maravilló a Flick, que basa parte de su éxito en el ambiente en el vestuario y, además, esas palabras destapan que, muchas veces, no son los entrenadores los que acaban decidiendo solos.