Cuando las autonómicas daban el fútbol: "El Deportivo nos cortó las alas, chantajear a una empresa pública es fácil"
La FORTA dio durante 16 años la Liga y otras muchas competiciones deportivas. Sus protagonistas recuerdan cómo llegaron a ello y las anécdotas de cuando eran reyes.
El del sábado por la noche no era un partido más, era el bueno, el de la tele. Y no de cualquier tele, era el de las autonómicas. Hoy al aficionado más joven le puede sonar marciano, por su televisor aparece cualquier partido que deseé ver sin mucho esfuerzo y desde luego no lo retransmite la autonómica. Igual ni siquiera sabe que esas cadenas existen. El caso es que durante 16 años fueron las reinas del deporte, las cadenas a las que los aficionados tenían que acudir si querían ver a su equipo porque, aunque fue mutando con el tiempo, al principio no había otro modo de ver fútbol que acudir a esas cadenas o al Canal Plus, que daba uno más el domingo, codificado. El resto de la jornada quedaba en una sombra que hoy en día parece una anomalía histórica. ¿De dónde vino todo aquello?
Da una pista José Joaquín Brotons, que fue el jefe de Deportes de Telemadrid en los primeros años de vida de la cadena. "Aunque te sorprenda, los contratos los gestionaba un tal Jaume Roures y un tal Tatxo Benet", dice con cierta ironía. La sorpresa es muy relativa para cualquiera que sepa de televisión, ellos en realidad son protagonistas en esos contratos de la autonómicas… y en todos los que se firmaron después en el fútbol español.
"Cuando yo empiezo a trabajar en esto, el fútbol lo tenía Televisión Española. Conseguimos, no recuerdo el año, en el 85 debía ser, llegar a un acuerdo donde nos partíamos los derechos", explica Jaume Roures a Relevo, que por aquel entonces trabajaba en TV3. La televisión catalana empezó en el año 83, un poco antes de que empezasen a salir otros canales autonómicos. Roures siempre tuvo claro que el deporte sería lo que podía darle relevancia a la cadena. "Después la Liga organizó un concurso, ese concurso lo ganó Dorna. Nosotros llegamos a un acuerdo con Dorna, eso debía ser en el 88 o el 89", explica el empresario televisivo. En efecto, un año más tarde, en 1990, empezó la exclusiva del campeonato para las autonómicas.
En aquel tiempo ya existían algunas autonómicas más, pero no tantas como ahora. Eran TV3, ETB, Canal Sur, Canal 9, Telemadrid y la TVG, una entente conocida como FORTA [Federación de Organismos de Radio y Televisión Autonómicos] que, en un mundo sin casi televisiones, tenía capacidad para competir con la otra pública, la nacional, TVE. "Éramos la punta de lanza del deporte. Teníamos los derechos de Fórmula 1, teníamos la NBA, teníamos el fútbol de Primera y Segunda, teníamos golf… es que teníamos todo en aquella época. Yo recuerdo haber dado Wimbledon antes de iniciarse la programación regular de Telemadrid", recuerda Brotons
"Éramos la punta de lanza del deporte, teníamos la F1, la NBA, la Primera, la Segunda, el golf... teníamos todo"
Exjefe de deportes de Telemadrid"Justo después nació Canal Plus y yo me fui a negociar con la Liga una ampliación del contrato de cuatro a ocho años a cambio de que entrase el Plus, que hizo otro pago de mil millones por temporada. Yo había llegado a un acuerdo con la Liga para que pagasen 800 millones, pero se metió Cebrián y lo único que hizo fue subir el precio, corroborando que su experiencia como gestor nunca ha sido la mejor del mundo", recuerda Roures, en una chinita a Juan Luis Cebrián, por aquel entonces consejero delegado de PRISA y durante muchos años fue enemigo íntimo del catalán.
"Me debe un viaje a Hawái, Relaño es testigo, porque yo dije que con ese acuerdo conseguirían con facilidad un millón de abonados, me dijo que no y yo me jugué un viaje con él. Pasaron del millón fácilmente, como era de prever, yo había seguido la experiencia en Francia y el fútbol español es mucho más importante. Lógicamente, no me lo ha pagado", explica.
Así se creó una configuración que todo el mundo tenía en la cabeza, el sábado el mejor partido era en abierto, el domingo los que tenían el Plus podían ver otro partido más, también de relumbrón. Y ya, hasta ahí.
«Los reyes del mambo»
"Entonces teníamos el mejor partido de la jornada cada semana en abierto y libertad absoluta para elegir", recuerda Manolo Ladrón de Guevara. Si usted es de Madrid o de Cuenca no le conocerá, pero si es de Sevilla o Granada no tiene dudas: "En Andalucía, había dos voces para el fútbol en televisión, Carlos Martínez en Canal Plus y la mía en Canal Sur".
En Madrid, esa misma figura, era José María del Toro. "Lo que es conocerte por la calle, no demasiado, pero por la voz sí, porque es verdad que en un Madrid-Atleti, o en un Madrid-Barça, las audiencias podían estar por encima del millón de personas", recuerda el narrador de aquellos encuentros. Un millón de personas de una comunidad que hoy tiene seis millones de habitantes, por aquel entonces bastante menos.
El éxito se repetía en cada autonomía. En Galicia esa voz era la de Terio Carrera: "Éramos los reyes del mambo, no solo por los niveles de audiencia, también coincidía con grandes momentos del Deportivo, del Celta".
"La gente te conocía por la voz, teníamos audiencias de un millón de personas"
Narrador de TelemadridEn Valencia el referente era Miguel Ángel Picornell, como recuerda el que era jefe de deportes, Paco Lloret: "Algunas frases se hicieron célebres, como cuando decía 'el baló fa un ciri', que era cuando el balón sale tras golpear al portero y sube, para describir una parábola. La traducción literal al castellano es 'el balón hace un cirio'". Lloret, además, presentaba el programa resumen del domingo, otro clásico de las autonómicas: Minut a Minut, Fútbol es fútbol, En xogo…
Quizá en esto de la fama se lleva la palma Ladrón de Guevara, que se retirará definitivamente dentro de unas semanas, cuya voz traspasaba fronteras: "El fútbol de España se televisaba en Marruecos con la señal de Canal Sur y mis jefes me decían que mandara un saludo para Marruecos todos los sábados por la noche. En Marruecos era bastante conocido, me llegaba incluso alguna carta de aficionados marroquíes".
Eligiendo el mejor partido
Las autonómicas daban el mejor partido de la jornada, pero ese es un concepto mucho más difícil de definir cuando entran de por medio los intereses locales. "Con el paso del tiempo me he dado cuenta de que era un sistema ecuánime, aunque todos arrimábamos el ascua a nuestra sardina. Unas veces nos salíamos con la nuestra y otras no. El sistema estaba establecido de tal manera que ningún equipo podía tener más de seis partidos fuera ni más de seis partidos en casa, así que si dabas el Real Madrid-Valencia no podías dar el de Mestalla", explica Paco Lloret.
No siempre ganaban, y cuando eso pasaba el sistema no parecía tan justo. "El año que el Valencia gana la primera liga con Benítez, en 2002, yo me cabreo porque quiero dar un Valencia-Deportivo que era fundamental y lo dio Canal Plus. Sin embargo, a consecuencia de eso, sí que pudimos dar en directo el Málaga-Valencia, que fue el partido en que gana la liga Valencia", explica el valenciano.
En realidad, un poco de truco sí había. Lo recuerda Roures: "Hay tres factores en los que todos estaban de acuerdo, uno eran los partidos del Barça, otro eran los partidos de Madrid, y el otro eran los derbis de cada televisión".
"Nosotros al final teníamos un privilegio, que es que al tener el Real Madrid y el Atlético de Madrid, que eran equipos triunfadores, como el Barcelona. La mayoría de las veces la decisión de qué partido dábamos era muy consensuada entre TV3 y Telemadrid", recuerda Brotons.
No tenía la misma suerte con el Rayo, y eso tenía consecuencias. "Me pasó una anécdota curiosa con la familia Ruiz Mateos, porque si dabas un partido de ellos contra el Madrid o el Barcelona les correspondían 50 millones de pesetas, así que te llamaban para que les diésemos esos, por los otros cobraban algo menos", cuenta.
Eran otros tiempos, también en la producción. Hoy todo lo hace una empresa, Mediapro, pero en aquel momento eran las propias autonómicas las que mandaban las cámaras al estadio para dar los partidos. Cuando había partidos fuera de sus territorios, por ejemplo en Zaragoza, la más cercana se desplazaba. En esas comunidades sin televisión propia el partido lo daba La2, pero no tenía ni voz ni voto en el proceso.
Los narradores viajaban en todos los partidos, no se hacía nada desde casa. Por eso se veían casi todas las semanas. "Teníamos una relación muy buena, de mucha colaboración", recuerda Terio Carrera.
Preparar un partido sin internet
En aquellos tiempos tampoco existía internet, lo que hacía mucho más difícil prepararse los partidos. "Partíamos de la base de la guía Don Balón y luego de los primeros especiales que empezaron a sacar los equipos. Y es verdad que antes había prensa escrita", recuerda el gallego. Se llamaban unos a otros para contarse novedades, ir preparados.
Eso en Liga, pero las autonómicas daban muchos otros partidos y cuando tocaba en Europa empezaban los problemas. "En los nacionales era más o menos sencillo, pero a veces yo recuerdo que me tocaban partidos de Copa de la UEFA, de equipos extranjeros, y ahí sí que ya la dificultad era muy grande. No se me ha olvidado todavía un AEK Atenas-Torino, que era un partido de Copa de la UEFA, y que lo dábamos simplemente por el hecho de que Martín Vázquez se había marchado al Torino. Aquello era muy difícil, porque ahí sí que ya no tenías acceso a ver partidos prácticamente. Tenías que recurrir a la prensa italiana y la única manera de hacerte con un periódico italiano era irte al centro de Madrid o al aeropuerto de Barajas y comprar la Gazzetta. Y de los griegos ni te cuento, eso era literalmente imposible", explica Del Toro.
Quizá les resulte raro que diesen en abierto un partido así en la pública madrileña, pero es que eran otros tiempos. "Recuerdo haber ido a hacer una final de la Copa Cataluña que se jugó en Figueras. El Barcelona contra no sé quién, que ya ni me acuerdo del rival. Y fuimos a Figueras, que está prácticamente en la frontera con Francia", explica.
Viajaba el narrador, casi siempre con un comentarista. Ladrón de Guevara tuvo una época a su lado a Juan Gómez, Juanito. "Hubo un Deportivo-Real Madrid en Riazor, que llegamos y Juan me metió en el vestuario del Madrid de Michel, Butragueño y toda la Quinta del buitre. Muchos años después me encontré con Michel, que me dijo, 'tu cara me suena' Le dije que sí, claro, que nos presentó Juanito aquel día".
"Recuerdo llegar con Juanito al Bernabéu con mucho cuidado porque le horrorizaba que lo pillaran los ultras, porque lo manteaban en la calle"
Narrador en Canal SurIr con alguien como él no siempre resultaba sencillo: "Recuerdo llegar al Bernabéu y llegar con mucho cuidado porque le horrorizaba que lo pillaran los ultras, porque lo manteaban en la calle. Y llegar al Camp Nou… afortunadamente Ricard Maxenchs, que ya también murió y era el director de prensa del Barcelona de entonces, tenía la amabilidad de meternos por el túnel donde estaban los jugadores para que no tuviera problemas. Porque ya sabes tú que Juan era un icono en Madrid y era el demonio en Barcelona".
El fútbol como cohesión social
Eran tiempos mucho menos pautados, más naturales. "Era relativamente fácil hablar con futbolistas. No tanto de los equipos muy grandes, ahí no, pero con equipos más pequeños sí era relativamente asequible. Recuerdo, por ejemplo, con el Sevilla un partido antes de jugar que hablamos con Rafa Paz y Manolo Jiménez. Tenías acceso al palco, los presidentes hablaban casi todos o todos. Era todo más cercano, más familiar, más accesible", cuenta Del Toro.
Aunque, como en todo, hay alguna excepción notable. Las relaciones de la TVG con Lendoiro no eran muy buenas, y eso generaba problemas, como cuando el Dépor ganó la Liga. "Nos cortaron las alas en el Deportivo, en una decisión que todavía hoy no entendemos, luego se demostró que teníamos la razón, no hubo ninguna querella contra Televisión de Galicia, absolutamente nada, pero digamos que a una empresa pública es muy fácil hacerle chantaje. Estuvimos lejos del autobús de celebración del Deportivo, porque en aquel momento no nos dejaba ni grabar y hacían todo lo posible para que no diéramos partidos del Deportivo", explica Terio Carrera.
"Nos cortaron las alas en el Deportivo, hacerle chantaje a una empresa pública es fácil, no estuvimos en el autobús de celebración de la Liga"
Narrador en la TVGCarrera era la voz del fútbol en una comunidad con dos amores, y eso solo complica las cosas: "Si tú dices en la tele, vamos ahora con el resumen del Deportivo que ha perdido hoy 3-0 en el campo del Recreativo de Huelva, el tío del Deportivo que ya está dolido por la derrota, dice 'Mira, qué contento está el de la Gallega, qué cabronazo' Y el del Celta dice, 'Mira qué triste está el de la Gallega".
El partido era un acontecimiento social, uno de tal magnitud que cada año llevaba a los hosteleros a quejarse por los horarios, ya que decían que el fútbol les bajaba la factura de los sábados. "Pero los hosteleros al final se quejan de todo, tampoco se puede poner puertas al campo. Al final hay muchos acontecimientos que afectan, pero yo creo que al mismo tiempo se complementan", dice Lloret. El mayor experto en esto es Roures, que ha reinventado los horarios en múltiples ocasiones: "La historia demuestra que pongas los horarios que pongas siempre alguien se queja. Lo que nosotros hacíamos era poner el partido importante después del informativo de las 9".
Los tiempos han cambiado, las autonómicas han perdido todos los derechos de retransmisión y, con ellos, buena parte de su audiencia y relevancia. Jaume Roures, el motor primero de todo esto, se lamenta de esto porque el fútbol, rara vez es solo fútbol: "Para TV3, por ejemplo, eran muy importantes los partidos no solo del Madrid y lógicamente del Barça, sino, por ejemplo, del Betis. Porque la comunidad andaluza en Cataluña era muy numerosa y el Betis polarizaba mucho. No solo es que estabas haciendo una oferta de ocio, estabas haciendo una oferta de integración cultural importante. Y eso sirve también para otras comunidades".