El fichaje de Canales por el Real Madrid y una portada que generó tensión: "Me liaron"
El cántabro recuerda aquellas semanas de 2010 en las que se fraguó su fichaje por el equipo blanco.

Para conocer lo que supuso la irrupción de Sergio Canales Madrazo (Santander, 1991) en el fútbol español hay que remontarse a la temporada 2009-10. En aquel Racing dirigido por Miguel Ángel Portugal comenzó a brillar la figura de un casi adolescente de melena rubia, lo que provocó que todos los grandes de Europa enviaran a sus ojeadores a seguirlo de cerca. "Tuve la oportunidad de ir al Chelsea, el United, el City, el Barcelona…", recuerda para Relevo, en esta segunda parte de su entrevista, Canales, que acabaría firmando por el Real Madrid el 23 de febrero de 2010, tras un cónclave con Jorge Valdano y un encuentro en el Hotel Silken Rio de la capital santanderina.
Habían sido meses de crecimiento pero también de tensión para Canales. "La gente no lo sabe, pero yo llamé al Racing para renovar", desvela ahora Canales, que empezó a cuajar actuaciones como la de aquel 9 de enero de 2010 en el Ramón Sánchez-Pijzuán. Dos golazos y los aplausos hasta de la afición rival dieron paso a esa Canalesmanía que provocó un efecto mediático que se juntó con aquellas ofertas sobre la mesa de su padre, entonces su representante.
También hubo espacio para la batalla periodística entre AS y Marca. Si Alfredo Matilla, hoy redactor jefe de Relevo y entonces delegado de AS en Cantabria, desveló con sus compañeros todos los detalles aquel encuentro entre Canales y Valdano y una posterior entrevista con la joya, Marca respondió llevando la entrevista que hizo ese mismo día a una portada sonada con el futbolista besando el escudo del Madrid. "Me liaron", recuerda ahora con una sonrisa el propio Canales, que no lo pasó bien durante aquellos días y que tuvo que lidiar con la presión de la propia afición racinguista.
¿Cómo vivió todo aquello un chaval tan joven?
A ver, no es tan fácil recordar porque es hace mucho tiempo ya. Me estás hablando del inicio y yo estoy casi ya más para el otro lado... Es verdad que ahora soy una persona totalmente diferente y un jugador diferente ahora. Por eso muchas veces me cuesta el decir, ostras, cómo yo lo llevaba, cómo lo que hacía. Porque ahora pienso de una manera muy diferente. Es evidente que aquello fue un boom, lo bueno es que vivía con mis padres, que tenía a mis amigos, mi novia. Entonces, eso me ayudó a estar un poquito más tranquilo.
¿Empezaste a notar esa presión de sentirse observado?
Al final acababa el entrenamiento y seguía yéndome a comer pipas a un parque con mis amigos, a hacer rondos. Entonces bueno, eso no lo perdí. Cuando fui a Madrid, ahí es donde más cambio noté en mi vida y más boom fue todo. Pero en el Racing es verdad que eso, como te digo, como estaba en casa y Santander es una ciudad pequeña y mis amigos seguían igual en la universidad. Yo me iba a jugar al mus después de los entrenamientos, a la cafetería de la universidad con mis amigos y cosas de esas. Lo recuerdo con cariño.
Hablas del Madrid y Jorge Valdano fue a verte a Santander. ¿Te impuso mucho verlo allí?
Sí, sí, total. Eso sí que fue una época complicada. Imagínate, estábamos en octubre, noviembre, ponle, yo acababa contrato en junio y el Racing no me renovaba. Y yo llamaba al Racing y, oye, que tengo 17 años, 18, estoy jugando en Primera y no me renováis. ¿Qué pasa? Me decían, no, tranquilo, me daban largas. Entonces por esa parte fue una época bastante complicada. Luego, claro, llegó el boom. Y ya sí tuve la oportunidad de ir al City, al Chelsea, al Madrid, al Barça, a Manchester United, a todos los grandes. Esos meses sí que los recuerdo de bastante angustia, de no saber qué decisión tomar. En casa, todos los días, mi padre con las llamadas también, que era el que me llevaba en esa época. Entonces sí que es verdad que fue bastante fuerte. Y luego al final nos decantamos por ahí, Valdano fue el que vino, y le tengo mucho cariño, sigo hablando con él. Es una persona top y una maravilla.
Recuerdo también una portada de Marca que formó mucho revuelo. ¿Qué te supuso aquel beso al escudo?
Eso son cosas que no sabes... Que te lían, me liaron, no teníamos ni idea, no sabíamos qué hacer. Y al final estabas ahí... En esa época nos dijeron, va a salir en junio cuando firmes o cuando ya se haga oficial. Y me lo sacaron al día siguiente. Entonces, bueno, cosas que pecas de ingenuo, ¿no? Que ahora obviamente no me pasaría. Son cosas que aprendes. Obviamente que esa época fue complicada, ahora lo veo como que son cosas que aprendí y me vinieron bien para ser como soy hoy.
De repente te viste en una guerra mediática AS-Marca...
Sí, sí, lo pasé mal. Esa época fue muy dura. Me acuerdo que por las noches iba y... También mucho de lo que te imaginas que te puede decir la gente. Pero era que luego los siguientes partidos iba a El Sardinero y el ambiente conmigo era raro. Cuando había sido todo lo contrario. No sabían la historia, obviamente también, porque no se saben esas cosas, que yo había estado llamando al Racing para renovar, que quería renovar, que meses antes y tal. Y que en esa época Pernía, que era el presidente, me dio largas. Lo único que quería era sacar dinero conmigo y no sé qué. Y por eso también fue un poco todavía más difícil. Pero sí, son épocas que también creo que es normal, al final un boom tan grande pierdes muchas cosas que están bajo tu control. Y bueno, te pasa por encima la situación. Pero como te digo, aprendí mucho, y ahora lo recuerdo de otra manera de como lo pasé en esa época.
Ya empezaste a conocer lo que significaba el periodismo...
Sí, ahora mismo te diría que al fin y al cabo cada uno hace su trabajo, y quiere hacerlo lo mejor posible, entiendo. Obviamente, hay veces que hay cosas que se pasan por encima. Pero bueno, ya está. Al final también aprender yo de la decisión que tomas de hacer una entrevista o no. En muchos momentos a lo mejor haces una tontería y ya está, aprendes.

Y al final llegaste al Madrid en verano y te encontraste con José Mourinho, aunque curiosamente cuando firmaste el entrenador era Manuel Pellegrini...
Sinceramente, yo firmo en enero, creo que fue, o en febrero. Y yo firmé, yo tenía... O sea, es una realidad, tuve la opción de ir al City o al Chelsea. Mis padres estuvieron con Ancelotti, que estaba en el Chelsea. Me acuerdo que el City vino a Santander y estuvimos reunidos también y demás. Y yo decidí ir al Madrid porque también era el equipo que entendía que yo me quería quedar cedido en el Racing. Yo me quería ir al Madrid, pero quedarme cedido en el Racing un par de años. Y el City y el Chelsea, por ejemplo, en ese caso que es con los que también más estuve, o el United, querían que me quedase ya en el primer equipo. Yo no me veía, quería todavía jugar más. Y entonces sucedió una cosa que me estaba yendo muy bien, llegó Mourinho, dijo que me tenía que quedar sí o sí y me quedé. Y al final fue un poco por eso. No firmé en el Madrid pensando en qué entrenador había o no había, la verdad.
Querías quedarte cedido en el Racing, pero Mourinho te pidió...
Sí, porque hice muy buena pretemporada, la verdad. En el primer partido de Liga jugamos en Mallorca y jugué titular. Y el banquillo estaban Kaká, Özil... Imagínate, yo tenía 18 años, ¿sabes? Entonces, me acuerdo de acabar el partido en Mallorca y había sido titular. Y llamar y decir, oye, pero que yo sigo pensando que me tengo que ir cedido. Y le hablé con Mourinho, y él, no, no, que quiero que te quedes, que va a ser tal. Y la verdad que no me arrepiento. Dentro de todo, creo que todo pasa por algo. Y aprendí un montón. Un año, por ejemplo, con jugadores de esa talla mundial, de ver su trabajo, de ver todo. Me abrió mucho los ojos y creo que también me ayudó mucho a darme cuenta de lo importante que es y lo que tienes que hacer para ser profesional.
¿Fue tu primer desengaño con un entrenador o con la élite?
No, no, no, para nada. Creo que al final los entrenadores buscan lo mejor para su equipo. Y no es desengaño porque entiendo que el Madrid, la presión que tienes, no es fácil. Te puede decir una cosa, pero si luego tú también no rindes... Yo considero que como soy yo y como tengo las cosas claras, como sé lo que tengo que hacer para dar mi 100%, obviamente si me hubiese pillado con esa experiencia en el Madrid hubiese sido totalmente diferente. Me pilló siendo un niño, me pilló todo de nuevas, no sabía cómo luchar y darle la vuelta a la situación, igual de jugar menos o lo que sea. Entonces, bueno, pues ya está. No me arrepiento de nada y lo veo al resto todo lo contrario, como un aprendizaje realmente increíble. Es una experiencia brutal.
¿No te quedó la sensación de que quizá esa oportunidad en el Real Madrid te llegó demasiado joven?
Las cosas pasan cuando pasan y cuando tienen que pasar. Y obviamente era muy joven porque para estar en un vestuario así, la competencia es brutal entre compañeros, en el día a día, todos luchan por un puesto, todos quieren ser los mejores del mundo, ya no hablo del equipo. Entonces, es lógico, ¿no? Al final me llegó ahí y me dio un aprendizaje muy grande, y a partir de ese año me acuerdo que acabó la temporada y dije, vale, necesito un preparador físico, necesito un físio, necesito un nutricionista, necesito tal... Y ahí cambió un poco la mentalidad mía de lo que necesitaba para ser profesional de la élite.