FC BARCELONA 1 - OSASUNA 0

¿Qué le ha faltado al FC Barcelona para abrir antes el partido?

El gol tardío de Jordi Alba le da tres puntos vitales para el título en un encuentro marcado por la poca fluidez de los de Xavi en campo rival.

Dembélé y Lewandwoski se lamentan. /Reuters
Dembélé y Lewandwoski se lamentan. Reuters
Albert Blaya

Albert Blaya

El Barça está un pasito más cerca del título liguero, uno que caerá por su propio peso, de forma inevitable. Hacía mucho que el equipo azulgrana no experimentaba esta sensación, tan extraña y reconfortante que acompaña a un título. Pero en la exigencia continua en la que se encuentra el FC Barcelona, una que no decae ni aún con LaLiga en las vitrinas, lleva a analizar algunos de los problemas que está teniendo el conjunto de Xavi para solventar sus partidos con anterioridad.

Osasuna llegaba al Camp Nou con la mente puesta en el Santiago Bernabéu, pero impidió que su rival lo notase así. Con un 5-4-1 muy aguerrido e incómodo, los de Arrasate comprimieron sus líneas y forzaron al Barça a una velocidad de balón a la que no iban a poder llegar. No por falta de calidad, pues los locales dispusieron en el verde de sus mejores jugadores, sino por la ausencia de una circulación que les pusiese en situaciones de ventaja.

Durante el primer tiempo el Barça disparó solo 5 veces, ninguna entre los tres palos, y con solo una ocasión clara a pies de Pedri. Pese a que Osasuna se quedase con 10 en el minuto 26, el Barça de los 4 centrocampistas se quedó muy corto a la hora de generar ventajas. ¿Por qué?

Parto por miedo

Los cuatro centrocampistas llegaron al FC Barcelona como medida de seguridad ante una inseguridad evidente: los tres delanteros exponían sobremanera al centro del campo y el equipo tampoco era lo profundo que se podía esperar pese a tener a dos extremos abiertos. La decisión llegó para ordenarse alrededor de la pelota, defender mejor la pérdida y, posteriormente, atacar mejor. Pero esto fue en enero.

El fútbol evoluciona y exige respuestas nuevas cada semana. Lo que funciona un día no tiene porque hacerlo al siguiente. Ante Osasuna sucedió lo inverso al Rayo, pero con un resultado parecido al primer tiempo. Mientras que Andoni Iraola quiso robar arriba e incomodar las recepciones de los centrocampistas, Arrasate les negó espacio a su espalda, obligando a Pedri y Gavi a trazar desmarques contínuos hacia el área, lo que dejaba muy plana y carente de sustancia a la circulación del FC Barcelona.

Se echaba en falta un tercer atacante, que tenía que ser Balde, y no se necesitaba a un jugador extra en la base (que estaban De Jong y Busquets). Esto generaba que, con los tres centrales de los que dispuso Arrasate, Lewandwoski tuviese que ir lejos para entrar en contacto con la pelota, y los ocupantes del cuadrado, Pedri y Gavi, rellenasen la ausencia del polaco en área contraria. El poco bagaje ofensivo del equipo fue evidente, y solo la inferioridad numérica de Osasuna y la mayor calidad del Barça hacían presagiar que el partido se abriría tarde o temprano.

De cara al futuro estos encuentros son relevantes, ya que ofrecen una perspectiva limpia de algunas de las carencias de la plantilla y plantean escenarios hacia los que este equipo pueda evolucionar en un futuro. ¿Será mejor un Barça con tres atacantes? ¿Es necesaria la figura del cuarto centrocampista siempre? ¿Cuál será el siguiente paso del Xavi entrenador?