La explicación al "la plantilla está cerrada" del Real Madrid es… Militao

Su 'crac' en la primera jornada de la última Liga, en San Mamés, le deparó el momento más duro de su carrera. Se le cayó el mundo y hoy, 360 días después, puede presumir de haberse levantado: Éder Militao (25 años) regresará al punto de partida este domingo en Mallorca (21:30) y lo hará a un nivel similar al de antes de romperse el ligamento cruzado. El brasileño volvió a finales de la campaña pasada, pero sin convencer con su rendimiento, y su estado tras el verano ha impresionado gratamente al club y a Ancelotti: "Está como una bestia".

Reponerse a una lesión tan cruel nunca resulta sencillo. Y a Mili, que trabajó en dobles y triples sesiones durante sus ocho meses en el dique seco, le costó: apenas disputó los 90 minutos en tres encuentros de los 14 que estuvo disponible y se le vio falto de ritmo, sin la elasticidad ni la potencia que le caracterizan y que le convirtieron en uno de los mejores defensas del mundo. En la final de la Champions, a la que confiaba en llegar como titular, salió en el 91' para proteger el resultado. Nacho le ganó la partida.

Aquello se entendió como algo lógico después de tanto tiempo alejado de los terrenos de juego. Su retorno comenzó a cocinarse en la Copa América: Dorival se lo llevó, le dio las llaves de la retaguardia y Brasil asistió al inicio de la resurrección de Militao. Hasta que la Canarinha quedó eliminada en cuartos de final ante la Uruguay de Valverde, el '3' rayó a un nivel notable y recuperó sensaciones a marchas agigantadas. Los miembros del staff blanco, pendientes de su evolución, celebraron cada una de sus actuaciones como un gol. Y en esta pretemporada con el Madrid ha terminado de certificar que ya es prácticamente el mismo que hace un año.

Después de sumar minutos en Estados Unidos ante Barça y Chelsea, el ex del Oporto protagonizó un partido redondo en la Supercopa de Europa y despertó las alabanzas desde dentro desde el entrenamiento previo: "Ya se le ve con la misma punta de velocidad". Presentó un 92% de acierto en el pase, completó 10 despejes, siete recuperaciones y dos intercepciones y salió ganador en hasta cuatro duelos.

Por eso, y aunque David Alaba preocupe y no se haya firmado un sustituto para el capitán Nacho, Ancelotti aseguró antes de visitar Son Moix que la plantilla "está cerrada". "Hemos pensado que no necesitamos un central", reconoció. Aunque mencionó a los canteranos Jacobo Ramón ("anda muy bien") y Asencio ("nos puede ayudar"), el motivo real para el no-fichaje es Militao: no hay dudas con él y confían en que su pareja con Rüdiger meta tanto miedo atrás como la dupla Vinicius-Mbappé delante.

'Carletto' también desveló el nuevo plan de descansos que ha diseñado para este curso. Lo personalizó en Vinicius y sus viajes con la pentacampeona del mundo: "Cuando los jugadores vengan de partidos internacionales, lo que vamos a hacer es que tengan tres días libres y después se reincorporen, no ponerles a entrenarse nada más terminar con su selección". En una temporada que se prevé eterna (hay hasta siete competiciones en el calendario), Militao también entra en ese plan. Se mimará su fatiga y se le protegerá cuando vuelva de cumplir con Brasil, empezando por el parón de septiembre (la Canarinha disputa encuentros de clasificación para el Mundial los días 7 y 11 y el Madrid se mide el 15 a la Real). "Los jugadores necesitan descansar. Entonces, estamos pensando en dar vacaciones individuales a lo largo de la temporada. Es algo que evaluamos con el staff médico y los preparadores", ahondó Ancelotti.

El papel de Éder se presume relevante para comenzar la Liga con el pie derecho y sacar los tres puntos de Mallorca. Los blancos sufrieron la campaña pasada una pesadilla con nombre y apellidos, Vedat Muriqi... y la presencia del kosovar llegó a alterar el plan con Militao: Ancelotti pretendía darle los 90 minutos al paulista en aquella jornada 31, pero la exigencia del delantero se lo impidió (salió 4'). "He preferido no empezar con él, sobre todo porque hay muchas jugadas a Muriqi, que es buenísimo de cabeza", reconoció.

Ahora, sin problemas de rodaje, el brasileño se encuentra preparado para detener a Muriqi y demostrar que la fe del Madrid se sustenta en hechos. Su papel en el vestuario también crece: ha hecho migas con Mbappé desde el inicio, se ha convertido en uno de los 'padrinos' de Endrick y quiere ser cada vez más líder.