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Cómo fue la etapa de Julio Iglesias en el Real Madrid: los motivos por los que dejó el fútbol

Antes de convertirse en una de las mayores estrellas de la música española, Julio Iglesias pasó por la cantera del Real Madrid.

Julio Iglesias en un entrenamiento./Getty
Julio Iglesias en un entrenamiento. Getty
Javier Mercadal

Javier Mercadal

Durante muchos años, Julio Iglesias fue la mayor estrella internacional que jamás había producido España. Como todos los grandes iconos pop de la historia, más todavía aquellos forjados en la era pre-Internet, su figura transita a medio camino entre la realidad y el mito. En muchas ocasiones, sin poder discernir a ciencia cierta qué parte de su vida es cierta y cuál forma parte de la leyenda.

Dentro del imaginario que rodea al personaje, una parte fundamental de su historia se asienta en, antes que cantante, Julio Iglesias fue portero del Real Madrid. De hecho, se trata de una parte clave, el mito fundacional, ya que fue una inoportuna lesión la que le apartó de los terrenos de juego para llevarle a los escenarios. Sin embargo, existe mucha confusión sobre el paso de Julio Iglesias por la portería del Real Madrid. Desinformación que durante varios años incluso ha sido alimentada por el propio Julio Iglesias, que abrazó el relato de la promesa truncada del fútbol que renació como estrella de la música.

Cómo fue la etapa de Julio Iglesias en el Real Madrid

Aunque existe la leyenda urbana de que Julio Iglesias llegó a debutar con el primer equipo del Real Madrid, lo cierto es que su carrera deportiva nunca llegó tan lejos. Así lo cuenta el periodista Álvaro Velasco en su libro Penaltipop: "De Julio Iglesias siempre se ha dicho, 'y él mismo se ha encargado de alimentar la historia', que una lesión truncó su carrera como portero del Real Madrid, pero no es cierto. Julio jugaba en la cantera del Real Madrid y hasta llegó a debutar con el Juvenil B. La realidad es que estuvo muy lejos de disputar algún minuto con el primer equipo, algo que sí sucedía en la película -de ficción- dirigida por Eugenio Martín La vida sigue igual, momento en el que nació el mito".

En concreto, se sabe que Julio Iglesias estuvo casi cuatro años dentro de la cantera del Real Madrid: de 1959 a 1963. Coincidió en el vestuario con leyendas blancas como Manuel Velázquez o Ramón Moreno Grosso, aunque su progresión nunca apuntó a las cotas a las que estos sí llegaron. Finalmente, el 22 de septiembre de 1963, un día antes de su 20 cumpleaños, sufrió un accidente de tráfico muy grave que le cambió la vida para siempre.

Los motivos por los que Julio Iglesias dejó el fútbol

Después de una noche de fiesta, el coche en el que viajaba Julio Iglesias se estrelló contra unos arbustos en Majadahonda cuando circulaba a gran velocidad. El cantante despertó dos horas después en el hospital Eloy Gonzalo, entonces se creyó que no podría volver a andar. De hecho, Julio Iglesias permaneció convaleciente durante un año y medio. Después de cambiar de especialistas, por fin los médicos dieron con la clave que le impedía mover las piernas: sufría un tumor en la espalda que le comprimía la columna vertebral.

"Tuve una hemorragia interna en el sistema vertebral. Allí se complicó, formó una tumoración quística y comprimió el sistema medular. Tuve una recuperación muy larga. Fue una buena lección para mi. Me demostró el cariño de mi familia y mis amigos", declaró al respecto el propio Julio Iglesias en unas declaraciones recogidas por ABC.

Según recogió el documental Julio Iglesias. La vida sigue igual, decidieron operarle en una intervención muy complicada, ya que se trataba de una zona muy sensible y Julio Iglesias ya había perdido varias funciones después de tanto tiempo inmóvil. Tras la intervención fue tratado con radioterapia, aunque Julio Iglesias Puga, padre del cantante y ginecólogo de profesión, optó por paralizar el tratamiento al tratarse de un tumor benigno. Julio Iglesias emprendió un camino de recuperación tremendamente duro y exigente, momento en el que tomó la guitarra como distracción.

Fue entonces cuando compuso La vida sigue igual, el éxito con el que ganó el Festival Internacional de la Canción de Benidorm en 1968. El inicio de una carrera meteórica en el mundo de la música, que le llevó al estrellato más absoluto y, eventualmente, a cumplir su viejo sueño infantil: llenar el Santiago Bernabéu, aunque en esta ocasión con un micrófono en la mano.