El Espanyol es el único de los de abajo que no ganó y se mete en un embrollo: "Dependemos de nosotros mismos..."
El conjunto perico acumula cinco derrotas consecutivas.

La primera de las dos jornadas unificadas de LaLiga, las últimas del campeonato, fue especialmente aciaga para el Espanyol, que fue el único de los equipos inmersos en la lucha por el descenso que no ganó. De hecho, se fue de vacío de Pamplona tras caer 2-0 ante Osasuna y disputará la última jornada jugándose la continuidad en Primera División, puesto que el Leganés sí hizo los deberes ante Las Palmas y se mantiene vivo.
También vencieron Alavés y Getafe, que con sendos triunfos ante Valladolid y Mallorca han confirmado su presencia en la próxima edición de LaLiga. O sea que por abajo solo falta por dilucidar si el tercer equipo en descender será Leganés o Espanyol. "Nos queda un partido en casa. Hace un año vivimos un partido a vida o muerte y lo sacamos... tenemos que confiar. Estoy seguro que con nuestra gente lo conseguiremos", manifestó el capitán Javi Puado sobre el césped del Sadar al micrófono de Movistar LaLiga.
Hace unas semanas parecía impensable que los pericos llegasen a sufrir para continuar en la élite, necesitando apenas un par de puntos para sellarlo. Y es que incluso se le llegó a preguntar a Manolo González por las posibilidades europeas de su equipo. "Es lo que tiene el fútbol. Nadie empezaba en abril que ganáramos tantos partidos. Y nadie esperaba que ahora tuviésemos esta situación", dijo el técnico Manolo González con cierta resignación.
El caso es que una funesta racha de cinco derrotas consecutivas mantiene a los pericos con 39 puntos, dos más que un Leganés que le tiene el goal average ganado a los catalanes. "Dependemos de nosotros. Eso es lo más importante. Tuvimos que remontar una eliminatoria contra el Ovuiedo que era complicadísima y lo hicimos. Ya estamos trabajando para que el equipo tenga fuerza para el partido", añadió el técnico gallego, quien entiende que, con todo, la situación es favorable para los suyos.
Es decir, el Espanyol depende de sí mismo, pero deberá ganar a Las Palmas si también lo hace el Leganés, que jugará en casa ante un descendido Valladolid, que desde el 28 de febrero ha perdido todos sus encuentros. El conjunto canario también es de Segunda División, pero la mala dinámica de los blanquiazules y el miedo de perder una permanencia que estaba prácticamente asegurada también entra en juego en estos casos.
"Esta sí que es una final. No hay más. No queríamos llegar a esto, pero somos un equipo que esta acostumbrado a jugar. Y repito dependemos de nosotros", lo cerró el entrenador de un Espanyol que se ha metido en un buen lío, pero que el próximo domingo puede dejarlo en un susto... o consumar su tercer descenso en los últimos años.