CLÁSICO

El CTA se encomienda a De Burgos Bengoetxea, árbitro non grato para el Real Madrid

El colegiado vizcaíno será el árbitro del Clásico, el segundo desde que estalló el 'Caso Negreira'. No gusta en la Casa Blanca.

De Burgos Bengoetxea le muestra una roja a Cristiano Ronaldo./AFP
De Burgos Bengoetxea le muestra una roja a Cristiano Ronaldo. AFP
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

Ya hay árbitro para el Clásico de LaLiga, el penúltimo de la temporada a falta de la vuelta de Copa del Rey. Se trata de Ricardo de Burgos Bengoetxea, del colegio vizcaíno, que dirigirá su tercer Barcelona-Real Madrid y el segundo esta temporada tras la final de la Supercopa de España (3-1) en Arabia. El balance es de una victoria para cada equipo, llegando la de los blancos en la Supercopa de 2017 (1-3 en el Camp Nou).

Por varios motivos, se antoja un partido complicado para el árbitro. El principal, que el Caso Negreira sigue creciendo y los colegiados viven (aún más) bajo la lupa. Por suerte para él, se disputa en el Camp Nou y no en el Bernabéu, en el que la presión sería mayor. Esto se suma a la exigencia que siempre tiene un Clásico y a la rivalidad entre ambos clubes y aficiones, ahondada con la reacción del Real Madrid personándose en la denuncia por los pagos al ex vicepresidente del CTA.

En la Casa Blanca es un árbitro non grato desde hace ya varios años y, precisamente, por su actuación en los Clásicos. En el primero, el de 2017 (no había VAR), el triunfo del Madrid no escondió dos malas decisiones que pudieron ser decisivas. La primera, señalar un penalti inexistente a Suárez que supuso el 1-1. La segunda, una amarilla que supuso la roja a Cristiano Ronaldo por un teórico piscinazo cuando la repetición deja claro que, si bien no recibió infracción, el portugués sufrió una caída natural víctima de un tropiezo.

La primera experiencia no fue positiva, pero la segunda fue aún peor y es una de las más recordadas en el Santiago Bernabéu. En esta ocasión, De Burgos Bengoetxea pitó el Clásico desde el VAR (0-0) y no mandó revisar dos claras acciones de penalti favorables al Real Madrid, ambos cometidas sobre Varane. Primero, un agarrón por parte de Rakitic. Segundo, aún más clara, un pisotón en el muslo por parte de Lenglet. Hernández Hernández era el árbitro de campo.

En el balance general de ambos equipos con el bilbaíno, se ve una ligera diferencia negativa para el de la capital. Ha dirigido al Real Madrid en 20 ocasiones con 15 victorias para ellos (75%). Por parte del Barcelona, se cuentan 25 partidos con 20 triunfos blaugranas (80%). Eso sí, los catalanes reciben con él más amarillas por partido: 2,12 por 1,75. No ha mostrado rojas a ninguno de los dos y ha pitado ocho penas máximas al Madrid y siete al Barcelona.

Cabe destacar que la designación de árbitros en partidos nacionales se realiza en consenso entre un miembro de la RFEF, uno de LaLiga y un tercero elegido por ambos. Ninguno de los dos estamentos hacen públicos los motivos por los cuales se decide a un colegiado o a otro.

Sobre el papel, se trata del encuentro más difícil de arbitrar de su carrera. La sombra del Caso Negreira sobrevuela el fútbol español dejando más oscuridad que nunca y las últimas decisiones en LaLiga no han hecho más que encender a unos aficionados que piden explicaciones a los que mandan sobre los colegiados. En un partido de máxima exigencia como el Clásico y que será visto por millones de personas en todo el mundo, De Burgos Bengoetxea no sólo pone a prueba su valía, sino la de todo el Comité Técnico de Árbitros.