FC BARCELONA

La crisis interminable en el Barça: "Es más política que fútbol"

Los blaugranas ganaron en Almería sabiendo que el partido más importante, del que depende la continuidad de Xavi, se estaba jugando lejos. RAC1 asegura que Laporta ha decidido prescindir del técnico.

Xavi cumplió 100 partidos en Liga en Almería./AFP
Xavi cumplió 100 partidos en Liga en Almería. AFP
Jordi Cardero

Jordi Cardero

El partido se jugaba en Almería. Pero los verdaderamente importantes se disputaban en Barcelona y Portugal. Laporta se quedó en la ciudad condal por temas de agenda y Deco, por motivos profesionales, vio el encuentro liguero en su país. Durante las horas previas del partido, por Barcelona empezó a expandirse el rumor de que a la directiva le sentaron mal las palabras de Xavi en la rueda de prensa antes de viajar al sur. Algunos medios apuntan incluso a que el entrenador podría tener las horas contadas, hasta el punto de que RAC1, de manera más tajante, ha informado de que el presidente tiene tomada la decisión de despedir al técnico.

Apenas unos días después de escenificar la unión interna con el anuncio de la continuidad de Xavi, todo podría volar por los aires. Poco importó el doblete de un Fermín que está firmando una temporada estelar. Tampoco que el equipo acaricie ya la segunda posición o que el cuerpo técnico cumpliera 100 partidos en Liga. El mensaje 'realista' de Xavi antes del duelo contra el colista volvió a hacer temblar unos cimientos que nunca han sido del todo férreos.

Primero con un adiós en diferido. Luego con una rectificación que se pudo haber ido descifrando con algún que otro mensaje encriptado y que terminó en la improvisada noche del sushi en casa de Laporta. Después de alzar la bandera blanca vino el caso Vitor Roque y el intercambio de posturas. "Puedo asegurar que seré el entrenador del Barça al 100% la próxima temporada", dijo Xavi minutos después de ganar en Almería. Hay algunos que no pondrían la mano en el fuego.

En Montilivi, primeras dudas después del anuncio

La continuidad de Xavi nunca tuvo el apoyo total de la directiva. Gente de confianza del presidente le instaba a buscar una alternativa, pero la realidad es que el club siempre confió en que el de Terrassa cambiara de opinión. En los márgenes esperaba un Rafa Márquez que termina contrato el próximo mes y todavía no ha renovado. La derrota en Montilivi fue el primer golpe después del anuncio. Laporta no se pudo contener y los presentes en el palco gironí pudieron ver su enfado y escuchar sus gritos.

"Los seguidores tienen que entender que la situación es difícil a nivel económico y no tiene nada que ver con veinticinco años atrás que venía un entrenador y decía a qué jugadores quería fichar". Fueron las palabras de Xavi que molestaron en la zona noble de la institución. "El barcelonista lo tiene que entender", reclamó el entrenador. Fue un mensaje duro pero nada más lejos de la realidad. Y todo, unos días después de revelar que, como ya contamos en Relevo, tampoco había consenso en que Vitor Roque llegara en el mercado de invierno.

El 'politiqueo'

En cierto sector de la directiva molestó, por ejemplo, que el brasileño, que tendría que iluminar el futuro del Barça, se quedara sin minutos en el Santiago Bernabéu. A pesar de disputar un ratito en Almería, su presencia ha sido poco más que testimonial. Xavi, en algunos tramos, ha optado antes por Ferran como punto o Marc Guiu.

Aunque el epicentro sea el balón, en el club no esconden que el Barça tiene tantas peculiaridades que se acaba haciendo "más política que fútbol". De ahí que los 60 millones que Xavi quería que fueran a parar a un mediocentro acabaran en un delantero representado por un sospechoso habitual. O que incluso el anuncio de la continuidad del entrenador, con un presidente emocionado al lado, podría acabar teniendo un epílogo distinto. Y todo a las puertas de un mercado al que el Barcelona deberá acudir habiendo hecho antes los deberes en sus cuentas. En Can Barça se van sobreponiendo las crisis.