Las claves para frenar a Kylian Mbappé se trazaron hace 15 años: "Cristiano se cambió un par de veces de banda"
Laure Sanabria, primera pareja de baile de Cristiano Ronaldo en liga con el Real Madrid, explica a Relevo cómo redujo al portugués.
Vuelve LaLiga para el campeón, el Real Madrid. Este domingo 18 de agosto es la fecha señalada en el calendario blanco como la que da el pistoletazo de salida a su carrera por el 37º título nacional y como la que marca el inicio de una era. La de Kylian Mbappé. Perseguido desde hace siete temporadas, presentado hace ya un mes y vestido de corto hace apenas media semana por primera vez frente a la Atalanta (con gol), el francés hará previsiblemente su debut liguero mañana por la noche (21:30 horas) frente al Mallorca.
Sobre él están todos los focos, como lo estuvieron hace un año sobre Jude Bellingham al ser el gran reclamo de la temporada pasada. Y como lo estuvieron también hace 15 años sobre otra superestrella que aterrizó en el Santiago Bernabéu con el caché de uno de los mejores futbolistas del globo: Cristiano Ronaldo. El portugués, eso sí, llegaba con una UEFA Champions League bajo el brazo y recién premiado con el Balón de Oro, el primero de los cinco con los que saldría en 2018 de la casa blanca.
Las similitudes, aún así, siguen siendo varias. Ronaldo llegó a Madrid con 24 años, mientras que Mbappé lo hace con una edad similar (25) aunque aún tenga pendiente soplar las velas en diciembre. También desembarca en el club de sus amores, tal como lo reflejó en su puesta en escena en el Nuevo Bernabéu, con un dorsal el inusual para él, el 9. Y, presumiblemente, arrancará desde el perfil izquierdo como también lo hacía el ídolo de su niñez en sus tiempos mozos, a pesar de que la final de Supercopa de Europa la empezó desde el centro. Ahí se encontrará con una resistencia parecida a la que se encontró en su primer día el luso.
Aunque mojó en aquel estreno, Cristiano Ronaldo no recordará su participación contra el Deportivo de La Coruña como la más espectacular ni diferencial. Tuvo un partido aciago. "Incómodo", como lo tilda uno de los encargados de parar al flamante fichaje madridista allá por 2009: Laure Sanabria. El exdefensa madrileño, retirado desde el verano de 2023 pero que hizo carrera en el cuadro gallego además del Alcorcón y un fugaz paso por el Atlético Baleares, explica a Relevo su fórmula.
Del banquillo al cara a cara con un Balón de Oro
Los coruñeses se plantaron en el césped del Bernabéu sin miedo a una goleada que, efectivamente, no cayó (3-2 para los locales) y con un plan que todos tenían claro. Incluso el 'inexperto' Laure Sanabria: "Me acuerdo perfectamente, no esperaba empezar la liga de titular. Fue una alegría, me supuso mucha motivación". Reconoce que tras un final de temporada 2008/09 complicado lo último que se imaginaba era plantarse en el feudo madridista para ponerle freno al que entonces era el mejor jugador del mundo. En mayo de 2009 veía partidos de su equipo contra Getafe, Sevilla o Recreativo de Huelva desde el banquillo, de hecho, pero pasó de frecuentar un asiento en la banda a ser el primer encargado de parar a Cristiano Ronaldo. Se cumplen 15 años de aquel día, grabado en la mente de los madridistas.
Laure se preparó el partido a conciencia para detener a CR9: "Vi muchos vídeos. Está bien saberse la teoría, pero luego parar a estos jugadores…". Admite, eso sí, que no hubo una planificación específica para el luso, que no le pusieron "tanto interés". Un ataque conformado por el propio Cristiano, Kaká, Raúl y Karim Benzema de inicio no podía hacer a la defensa rival centrar sus esfuerzos en un único hombre: "En un equipo como el Real Madrid cualquiera puede hacerte un roto, por eso son tan difíciles de ganar".
Precisamente eso lo sabe bien el Mallorca, que la temporada pasada perdió en su partido de casa frente a los blancos por un disparo lejano de Aurélien Tchouameni, el pivote. Por ello, los esfuerzos de Miguel Ángel Lotina se centraron en que su Depor actuara en conjunto. "Quería muchas ayudas, la defensa junta. No quería que estuviera cómodo y siempre había muchas ayudas cuando encaraba, tampoco le entrábamos a la mínima", desvela Laure.
"Sentimos que Cristiano estuvo incómodo"
Exfutbolista de Deportivo de la CoruñaEl plan de Lotina funcionó: "Sentimos que estuvo incómodo. Se cambió un par de veces de banda, centró un par de veces con la izquierda porque le dábamos siempre esa pierna y no le salió bien". Así, con la demarcación de los componentes ofensivos de este Real Madrid sin definir, es como puede el Mallorca ser duro de superar. Mbappé partirá presumiblemente desde el costado izquierdo, como lo hacía también Cristiano en sus primeros años, pero hará falta acomodar a Vinicius y Rodrygo, quien se sabe que juegan sus mejores partidos arrancando desde ese flanco.
El consejo de Laure a Pablo Maffeo (el más probable marcador del galo) y Jagoba Arrasate es que tracen ese mismo plan para hacer del primer día de Kylian Mbappé en LaLiga un amargo recuerdo: "Al Mallorca le diría que busquen esas mismas ayudas constantemente. En duelos individuales son buenísimos, no solo Mbappé. El Mallorca sabe ser incómodo y esa es la peor noticia para ellos (jugadores del Real Madrid)".
Aún así, quizás plantear el partido de esa manera no sea suficiente para los bermellones. Laure ya comprobó cómo ese estilo de jugadores "siempre tienen una marcha más" y que "cuando ven que el control del balón corre peligro, la suben". Son impredecibles, simplemente. Además, vio cosas en aquel 'primer' Cristiano Ronaldo que pueden replicarse en el debut del francés. "Notamos que tenía un hambre de gol y de protagonismo muy importante. Iba como un animal al remate. Vimos ese hambre de Cristiano que puede ver cualquiera. De protagonismo, de goles, de destacar...".
Nada de 'juego de egos'
Sin embargo, no augura a un 'Donatello' engrandecido nada más aterrizar en su nuevo club, como muchos sí predecían. Es un aspecto que se le atribuyó en su día a Ronaldo en Manchester, al igual que a Kylian en París, pero Laure rápidamente supo de qué pasta estaba hecho el luso: "No me pareció nada arrogante, solo quería agradar. Se le veía con ganas de hacer cosas que, a veces, no venían a cuento... Los grandes jugadores casi todos son humildes, saben lo que es ir a un club como el Madrid, donde te comparan diariamente".
Durante su estreno los rivales veían a Cristiano "siempre concentrado, no salía del partido", que es la misma actitud que deberá adoptar Mbappé para integrarse en un equipo repleto de estrellas y cautivar a un Bernabéu siempre exigente. No hay otro modo de triunfar en el Real Madrid que ese, al menos en su primer día.