Unos centímetros de menisco para evitar un dolor "insoportable" y que Rüdiger sueñe con el Mundial de Clubes
El alemán llevaba meses jugando y entrenando con molestia. Tras la final de Copa, se quedó sin escapatoria.

Antonio Rüdiger (32 años) ha aguantado todo lo que ha podido, pero su rodilla ha dicho basta. El alemán ha pasado por quirófano para solucionar su lesión. Concretamente se le han quitado unos pocos centímetros de menisco externo, tal y como ha podido saber Relevo. Una intervención que ha sucedido sin sobresaltos y que promete una recuperación temprana. De hecho, el sueño de estar en el Mundial de Clubes no es tan lejano como parece.
Quienes pudieron hablar con el central en las últimas horas le vieron muy contento, convencido de que su dolor se ha terminado siete meses después. "Fue inevitable y tuve que someterme a una cirugía de menisco. Ahora finalmente estoy libre de dolor otra vez", publicó en sus redes sociales y hablando de ir "semana a semana" respecto a su recuperación.
En el vestuario saben el suplicio que ha supuesto para él jugar todo este tiempo. El sufrimiento era permanente y ha tenido que tomar medicamentos para poder incluso entrenar con cierta normalidad. El principal problema llegaba cuando le tocaban hacer cambios de dirección. De ahí que en los últimos partidos se le haya visto frenar a rivales mediante choques, pues en carrera le resultaba imposible recuperar la posición con fiabilidad. Relevo avanzó que ya se barajaba una intervención para solucionarlo.
Durante la final de Copa del Rey, el dolor era ya "insufrible". "No se podía mover", dicen dentro de Valdebebas. Fiel a su mentalidad, no quería dejar tirado al equipo incluso cuando peor estaba. De ahí que durante la charla de Ancelotti antes de la prórroga él se encontrase apartado, tratando de mitigar la molestia. Aguantó hasta el 111'. En ese momento, ya sabía que tendría que operarse.
Seguir jugando con esta lesión le hubiera supuesto un daño aún mayor. Por ejemplo, una rotura más complicada del propio menisco, complicando la intervención y la posterior recuperación. También había temor a que la compensación con otras partes del cuerpo le supusiese sufrir otras lesiones, por ejemplo en la rodilla contraria o en la cadera.
Después de pasar por las manos de Manuel Leyes, traumatólogo de máxima confianza para el club, ha vuelto el optimismo. Nadie descarta que pueda estar en el Mundial de Clubes que comienza el 14 de junio y en el que el Real Madrid debuta el 18 contra el Al Hilal. No suena descabellado pensar en que pueda estar contra los árabes o, si necesita unos días más, en alguno de los dos siguientes partidos, contra Pachuca (22 de junio) o Salzburgo (26).
Para confiar se apoyan en la previsión médica de este tipo de lesiones y también en la mentalidad de Rüdiger, un jugador que ha demostrado ser capaz de todo para ayudar al equipo. Se espera que pueda volver a los entrar en los entrenamientos después de más o menos cuatro semanas y a partir de las seis se valorará si puede jugar o no. Se irá con pues de plomo para que no haya recaídas y para que pueda ayudar al equipo en el momento más importante del torneo de Estados Unidos.