CENTENARIO VILLARREAL CF

Campos de tierra, una refundación y un encuentro casual en Orlando: "Vi allí a Roig y apañamos la venta del Villarreal"

En el día del centenario del Villarreal, Joaquín Font de Mora, hijo del fundador y expresidente del club, relata el camino y la importancia de Llaneza y Fernando Roig.

El Villarreal en uno de sus primeros partidos con la camiseta amarilla. /Archivo Joaquín Font de Mora.
El Villarreal en uno de sus primeros partidos con la camiseta amarilla. Archivo Joaquín Font de Mora.
Nacho Sanchis
Fernando Fraile

Nacho Sanchis y Fernando Fraile

El Villarreal está de aniversario y no es un aniversario cualquiera. El club castellonense celebra hoy sus 100 años de historia y lo hace tras disputar ayer competición europea, como vigente semifinalista de la Champions League y afianzado como uno de los equipos punteros del campeonato español. La historia reciente del Villarreal está plagada de éxitos y jugadores de renombre (Gerard Moreno, Godín, Forlán, Riquelme...). Sin embargo, para llegar donde está hoy, el camino que recorrió el club amarillo fue muy diferente al que hayan podido trazar otras entidades.

El Villarreal nació del mejor equipo de barrio de la ciudad: el CA FOGHETECAZ. VÍDEO: FERNANDO FRAILE

Porque el Villarreal tiene dos momentos clave en su nacimiento. El primero fue el que se produjo el 10 de marzo de 1923, hace 100 años. Un grupo de aficionados al fútbol presidido por José Calduch Almela formaron el Club Deportivo Villarreal. Ya los orígenes fueron humildes. De hecho, según dijo en su día el propio José Calduch, primer presidente del club, para poder jugar al fútbol "compramos unas diez hanegadas de terrenos plantados de algarrobos". El CD Villarreal creció, y cuando parecía que podía tomar un camino similar al que unos años antes había tomado su vecino, el Valencia CF... , desapareció.

La guerra y la posguerra finiquitaron el proyecto del club amarillo en 1942, que solo volvió a nacer de una manera muy peculiar. Y ahí surge el segundo instante clave. "En la ciudad empieza a destacar el CA Foghetecaz, un nombre que suena muy largo pero que eran las iniciales de los fundadores del equipo. Ese equipo se formó como si tú ahora con tus amigos formaras un equipo de fútbol. A raíz de este club, se ve que son un equipo serio y que compiten bien y pueden refundar el club que se había fundado en 1923... Y lo hicieron". Así explica Joaquín Font de Mora, hijo de Pascual Font de Mora, fundador del Foghetecaz y por ende del Villarreal, y presidente del club durante más de 30 años, el humilde origen del centenario club.

La historia del Villarreal CF no se puede entender sin la figura de Pascual Font de Mora. Además de fundar la entidad, la presidió o dirigió desde distintos puestos directivos hasta la venta a Fernando Roig en 1997. De ese club de amigos cuyas iniciales componían el nombre (José María Font, Agustín Gil, Diego Herrero, José Teulet, Pascual Catalá, Sebastián Zaragozá), se refundó el actual Villarreal que, eso sí, tuvo que escalar desde las categorías más amateurs del fútbol para llegar a la élite.

Los jugadores del original Foghetecaz que después se convertiría en el Villarreal, vestidos de blanco.  Archivo Joaquín Font de Mora.
Los jugadores del original Foghetecaz que después se convertiría en el Villarreal, vestidos de blanco. Archivo Joaquín Font de Mora.

"Empezamos jugando en Segunda Regional, jugábamos en campos que no eran de tierra pero estaban tan mal cuidados que era como si fueran de tierra. En un principio era todo amateur, aunque mi padre siempre impregnaba un gen competitivo al club para tratar de ascender categorías", explica Joaquín. Así, progresivamente, los años pasaron y ese conjunto que en sus inicios era blanco y con el alta federativa pasó a lucir la camiseta amarilla, comenzó a ganar adeptos tanto dentro como fuera del terreno de juego.

Sobre el verde, el Villarreal logró ascender a Tercera División a finales de los años 50, con Font de Mora como jugador. Años después, tras un descenso de nuevo a Regional, el club volvería a Tercera División, esta vez con Font de Mora como presidente y con mayores adeptos para la causa: "A medida que el club iba dando pasos, él se daba cuenta de que el club podía hacer algo más. Él veía en el fútbol no solo 11 personas tras una pelota, sino una forma de promoción de la ciudad, ya que era un enamorado de Villarreal. Él sabía que cuanto más alto estuviera el equipo más conocida sería la ciudad, que además es una ciudad industrial muy potente".

El Villarreal en uno de sus primeros partidos con la camiseta amarilla.  Archivo Joaquín Font de Mora.
El Villarreal en uno de sus primeros partidos con la camiseta amarilla. Archivo Joaquín Font de Mora.

Ese punto es clave, pues en la mente de Font de Mora siempre estuvo poder atraer a las industrias al club para así gozar con un soporte empresarial que ayudar a la entidad a crecer. "Es verdad que cuando estábamos en Tercera División no teníamos tanto apoyo", explica su hijo Joaquín. "Pero cuando ascendimos a Segunda... Se sumaron muchas empresas". Y el ascenso llegó. En 1970 el club amarillo logró subir al fútbol profesional y afianzarse en el panorama nacional como un club a tener en cuenta. Una situación que se vería muy fortalecida con el fichaje de José Manuel Llaneza.

El cartel promocional del partido que supuso el ascenso del Villarreal.  Archivo Joaquín Font de Mora.
El cartel promocional del partido que supuso el ascenso del Villarreal. Archivo Joaquín Font de Mora.

Llaneza y la profesionalización del club

Pascual Font de Mora fue clave en el club desde su fundación hasta su afianzamiento en el fútbol profesional, pero para lograr ese asentamiento en la competición necesitó a Don José Manuel Llaneza. "Llaneza llega al club porque es amigo de la familia de toda la vida, no solo él sino el padre de Llaneza era amigo de mis abuelos. Teníamos mucha relación con ellos, con su familia", explica Joaquín. "Era un enamorado del fútbol que venía de una familia de empresarios, era la combinación perfecta", expone.

Y con esa combinación, el Villarreal no solo se asentó en la categoría de plata del fútbol español, sino que se alzó como un club potente en la misma: "El ascenso a Segunda es fundamental porque empezamos a contar con el apoyo de las empresas. Mi padre convirtió a Llaneza en CEO y, además de gestionar temas económicos y burocráticos, consigue que el Villarreal sea el representante de todos los clubes de Segunda. El Villarreal no tenía un voto, era un club que tenía una palabra que valía por 22".

El paso al frente con Fernando Roig y un adiós responsable

Como dibujó Goya en sus cuadros, 'Saturno devora a sus hijos'. O dicho de otra forma, el tiempo nos alcanza a todos. A finales de los 90, Pascual Font de Mora, que había dado a luz al Villarreal, lo había profesionalizado y lo tenía en la categoría de plata, comenzó a padecer alzhéimer. Y aunque le costó, terminó entendiendo que era momento de decir adiós al club: "Cuando a mi padre le diagnostican alzhéimer, vende todas sus empresas, pero se queda con el Villarreal porque decía que era su vida. Hasta que con el tiempo se dio cuenta de que era el momento de venderlo", comenta Joaquín.

"Mi padre dejó todas sus empresas salvo el Villarreal. La vendió, pero en función del día quería o no quería hacerlo"

Joaquín Font de Mora Hijo de Pascual Font de Mora

El Villarreal contaba con el apoyo de las empresas de la ciudad. Y ahí aparece Fernando Roig. Así se fraguó la venta del club amarillo: "A Llaneza le dicen que había un señor llamado Fernando Roig que estaba interesado en comprar el club. Él no había hablado todavía con Fernando... Y casualidades de la vida, estaba yo en Orlando en una feria de la cerámica y ahí justo le vi en un pasillo y hablamos por primera vez. Y nos dijo que estaba interesado formalmente. Volvimos a España y lo apañamos", cuenta Font de Mora hijo.

Fernando Roig tras comprar el club, al lado de un Font de Mora con cara de pocos amigos.  Villarreal C.F.
Fernando Roig tras comprar el club, al lado de un Font de Mora con cara de pocos amigos. Villarreal C.F.

La venta, eso sí, fue dura. Dura porque a Pascual Font de Mora la cabeza le decía que tenía que vender el club, pero el corazón que se lo quedara. "Le costó mucho vender el club, él decía que sí pero después, al estar con la enfermedad, no le parecía tan bien. Y decía que él no había dado el 'ok' a venderlo. El día que fuimos a la notaría le tuvimos que hacer la jugada. Afortunadamente todo se cerró bien. Hay fotos de él en la notaría con cara de pocos amigos, pero luego fotos de él ese mismo día muy feliz".

El alzheimer hizo que Pascual Font acabase vendiendo el club a Fernando Roig. VÍDEO: FERNANDO FRAILE

Y el resto es historia. Fernando Roig se hizo cargo, junto con Llaneza, del Villarreal y Pascual tenía claro que lo dejó "en las mejores manos posibles", como le decía a su hijo. "No nos dio tiempo a plantearnos si habíamos acertado con la venta o no... ¡Porque al año ascendimos con Fernando a Primera División! Enseguida demostró que se tomaba el proyecto en serio, empezaron a llegar jugadores como Palermo, Riquelme...". 

Font de Mora padre falleció en 2005 tras una vida llena personal y deportivamente en la que dio a luz a tres hijos: María José, Joaquín y el más anciano de todos, el Villarreal Club de Fútbol, que hoy cumple 100 años.