Carlos Vicente, el mejor de los mortales en la Fantasy, superó varios 'palos' y quiere revolucionar el Bernabéu

En pocos escenarios resulta más difícil digerir una suplencia que cuando se visita el Bernabéu. Carlos Vicente, el hombre del momento en LaLiga, partirá hoy desde el banquillo en el Real Madrid - Alavés (21:00) bajo el principio de que es mejor prevenir que curar. El extremo es el único jugador de los babazorros que no ha tenido descanso (seis titularidades) y Luis García no quiere que lo apretado del calendario le pase factura: "Lleva jugando todos los partidos a un ritmo alto. Le toca parar".

Curiosamente, el zaragozano se marchó a cero de Chamartín en su primera visita, en mayo de este año. Fue en la jornada 36 y el Glorioso llegó completamente salvado; el entrenador tiró entonces de secundarios (cambió hasta de portero) y Vicente no entró entre los cambios. Sin que la decisión le perturbase, ni mucho menos, sí le dejó con las ganas de estrenarse y presumir de velocidad, verticalidad y golpeo en casa del campeón. Y por eso este martes tendrá ganas especiales de que el míster le dé minutos en la segunda mitad y presentar al planeta el rendimiento que le ha encumbrado como el líder del Alavés.

Su nivel ha sorprendido a los que no le conocían desde que fichó por los babazorros en enero procedente del Racing de Ferrol. Fueron el club que más apostó por él y el primero en decidirse a depositar los 600.000 euros de su cláusula. El Valencia o el Celta, que también se interesaron, perdieron por su escasa valentía a un atacante que ha demostrado ser diferencial. La temporada pasada la cerró con dos goles y cuatro asistencias en 18 encuentros y en esta lleva ya dos tantos, uno contra Las Palmas en la jornada 4 y otro para ganar al Sevilla en la 6. En Mendizorroza le han elevado a la categoría de ídolo.

Los técnicos, entre ellos García Plaza, creen que apenas quedan futbolistas de su perfil: extremos que juegan a pierna natural (en su caso la derecha), que buscan la línea de fondo y con fe para desbordar a los rivales que se les pongan por delante. En tiempos de falsos jugadores de banda, tendentes a meterse hacia dentro y actuar a pie cambiado, Vicente supone una especie de 'rara avis'. Y esos son los extremos diferentes por los que suele apostar De la Fuente: a Ferran lo quiere por la derecha y no como suele jugar en el Barça, a Bryan Gil le dio vuelo por la izquierda y pegado a la cal… El maño ya ha entrado en las quinielas por si los Lamine, Nico o Yéremy Pino sufren algún problema físico de aquí a la ventana de octubre.

El canterano del Zaragoza disfruta a sus 25 años de un momento de madurez y esplendor, pero las cosas no siempre fueron tan fáciles. En el filial de los blanquillos no despuntó… y salió por la puerta de atrás y sin llegar a debutar con el primer equipo. Entonces fichó por la Pobla de Mafumet, conjunto asociado al Nàstic, y dudó del fútbol en Tercera. "Era la primera vez que salía de casa y mentalmente no estaba a gusto. Dije: 'Hasta aquí'. A las pocas semanas me marché", explicó en una profunda entrevista en Relevo. Entonces volvió a casa, a Zaragoza, y se tiró casi dos meses entrenándose con el Teruel. El Ejea de Segunda B le sirvió como trampolín.

Luego fichó por el Calahorra, con el que destacó en Primera Federación en la 21/22, y llamó la atención del Racing de Ferrol, uno de los 'cocos' de la categoría y con el que subió a Segunda en la 22/23 tras marcar ocho goles. Y le bastaron seis meses en la división de plata para que España y el extranjero se pegasen por él: le llamaron por lo menos 10 conjuntos de Primera (Valencia, Getafe, Cádiz, Almería…) y otros como el Genoa, con el que mantuvo hasta una videollamada para saber cómo encajaría en el esquema de un mito como Alberto Gilardino. El Alavés se adelantó y se llevó a una joya.

Su adaptación a Vitoria ha sido fantástica. Encaja como anillo al dedo en el estilo de García Plaza. Guevara le acogió en su llegada y compañeros pasados (Giuliano, Rafa Marín…) y presentes (el capitán Sivera, Kike García, Antonio Blanco…) facilitaron que apenas tardase un par de días en ver Gasteiz como su casa. "Estoy encantado. Nunca me había sentido tan bien como ahora", aseguró en otra conversación con este medio. Es un adicto a seguir los partidos del Baskonia a pie de pista (se le ha visto en varias ocasiones con su hermano gemelo David, antes en el Mirandés y ahora en el Real Murcia) y disfruta de la recompensa a tanto sufrimiento y trabajo en la sombra.

La brillantez de sus actuaciones esta temporada la resume como ninguna otra cosa su puntuación en LALIGA FANTASY: sólo Raphinha (79), Lamine Yamal (77), Lewandowski (68), Mbappé (63) y Vinicius (55) han dado más réditos a sus 'mánagers' que él (53), que se sitúa por encima de otros como Fede Valverde (51), Vivian (51) o Marcos Llorente (50). Es un mero reflejo estadístico de su estado de forma… que pretende alargar hoy en el Bernabéu aunque sea como revulsivo.