Brais da luz a una imponente Real en Lisboa

La Real ha dado continuidad, de la mejor manera posible, a su sobresaliente andadura en la fase de grupos de la Champions League. Lo ha hecho firmando otra actuación para enmarcar, quizá no tan abrumadora como la que cuajó ante el Red Bull Salzburgo, aunque tampoco le hizo falta. Pero sí que fue mejor que el Benfica en muchos tramos de un partido que se decantó a favor de los de Imanol Alguacil gracias a un tanto de Brais Méndez que le coloca a un paso de los octavos de final de la máxima competición continental.

El gallego sigue estando de dulce y todo lo que toca acaba dentro. Tres partidos en la Champions, tres goles. No solo eso, sino que además, lo más importante, sirve para que su equipo gane. Ocurrió el domingo pasado ante el Mallorca y esta noche ha pasado lo mismo en el Estadio Da Luz. Un pase de Ander Barrenetxea fue aprovechado por el de Mos. La Real tuvo más oportunidades para conseguir un resultado más abultado. Kubo, por ejemplo, se topó con el larguero, mientras que Martín Zubimendi con Trubin. No hizo falta. Suma y sigue para una Real de Champions.

Hubo una época en la que los aficionados de la Real se sabían la alineación de su equipo de memoria. Arconada, Celayeta, Górriz, Kortabarria, Olaizola, Diego, Alonso, Idígoras, Zamora, López Ufarte y Satrústegui formaron un 'once' para la historia, que tocó el cielo con las manos con la consecución de los dos campeonatos de Liga. Por aquel entonces no había rotaciones. Alberto Ormaetxea tiraba, siempre que las lesiones se lo permitían, del mismo bloque de jugadores para gloria de sus seguidores.

Han pasado más de 40 años de aquellos días de vino y rosas y hoy es el día en el que los seguidores de la Real también se conocen el equipo inicial de la memoria, ese grupo de jugadores del que Imanol echa mano en los días clave y el de hoy ante el Benfica lo era. Le Normand, Traoré, Kubo y Oyarzabal regresaron al equipo inicial y la Real lo agradeció. Vaya que si lo hizo.

Le salió bien de inicio, controlando el juego y generando la incomodidad en la grada local. Los donostiarras se impusieron de principio a fin y sumaron un triunfo histórico y que puede ser determinante en la lucha por estar en los octavos de final.

El que sigue jugando de inicio, y ofreciendo muy buenas prestaciones, es Aihen Muñoz. Y tengo que reconocer que me ha hecho cambiar de opinión. Por mucho que la dirección deportiva de la Real esté empeñada en buscarle un recambio, él no da su brazo a torcer y acaba convirtiéndose en indispensable para Alguacil. Es cierto que en esta ocasión las puertas de la titularidad se le han abierto por la inoportuna de lesión de Tierney.

El escocés era el llamado a ocupar esa demarcación, pero el destino ha querido que sea el de Etxauri el que esté jugando y su equipo lo está agradeciendo, tanto en defensa como en ataque. Frente al Benfica, incluso, se atrevió a disparar desde fuera del área, pero su chut con la derecha se marchó por poco.

Imanol Alguacil, frente al Mallorca, decidió dejar a Take Kubo en el banquillo, quizá un lujo viendo el estado de forma en el que se encuentra el internacional japonés. Viendo que el partido ante el conjunto bermellón no pintaba nada bien, decidió echar mano de Kubo y éste, casi en la primera acción en la que entró en juego, le puso un caramelo a Brais que el gallego no desaprovechó.

Este martes, frente al Benfica, en uno de los partidos más importantes de los que se lleva disputado de temporada, Imanol, como no podía ser de otra manera, volvió a apostar por el japonés de inicio y éste no defraudó. Fue el mejor de largo. En el uno para uno es imaparable. Que se lo pregunten al pobre Jurasek, que lo sufrió en sus carnes. Solo lo pudo parar Otamendi, como el central sabe, a lo argentino.

Pero Kubo no se vino abajo. Solo le faltó en gol. Hasta en tres ocasiones probó fortuna, pero sus disparos no encontraron portería y cuando parecía que sí, emergió Antonio Silva para despejar, primero, con el muslo, y luego con la mano un disparo que tenía todos los visos de acabar dentro. Tampoco lo encontró en un disparo en la segunda parte que se topó con el larguero.

La Real jugó un buen partido en un campo histórico como Da Luz, un estadio que ha vivido, entre otras cosas, una final de una Eurocopa histórica. ¿Quién no se acuerda del gol de Angelo Charisteas y que sirvió para que Grecia dejara con la miel en los labios a Cristiano y compañía? Es un estadio que, a simple vista, impresiona. La afición del Benfica crea una atmósfera mágica desde mucho antes que empiece el partido y eso que el equipo lisboeta no atraviesa por su mejor momento de forma, sobre todo en una Champions League en la que, de momento, no ha sido capaz de ganar un solo partido.

La hinchada, pese a todo, aprieta, pero llega un momento en el que la paciencia se agota. Y eso es lo que le está pasando a los seguidores del Benfica, que viven en un estado de ansiedad continuo, que se desesperan con cada uno de los errores de sus ídolos, que han sido muchos a lo largo de los 90 minutos. Uno de los que más runrún ha provocado en la enfervorizada hincha local ha sido David Jurasek. No lo ha tenido sencillo el checo del Benfica, al que Kubo le ha dado la noche. De hecho, el público, cuando fue sustituido, le despidió con música de viento. Martín Zubimendi

Si los jugadores del Benfica no ofrecieron su mejor versión, mucha culpa de ello la tuvo una Real que volvió a protagonizar un ejercicio soberbio de superación en una cancha histórica como es el Estadio Da Luz. El equipo blanquiazul volvió a mostrarse como un bloque muy difícil de superar. De hecho, Álex Remiro, uno de los protagonistas absolutos en la victoria del pasado fin de semana frente al Mallorca, hoy apenas ha tenido que emplearse a fondo -solo en el tramo final a sendos disparos de Kokçu y Gouveia- gracias al titánico trabajo de sus compañeros en defensa, con especial mención para un Martín Zubimendi omnipresente. Da gusto verle cómo se faja abajo y la manera en la que organiza la salida de balón desde atrás de su equipo, ya sea con la derecha o con la izquierda. En una temporada en la que Take Kubo se está llevando todos los elogios, no se puede desmerecer el trabajo del centrocampista donostiarra, un auténtico lujo de jugador.

- Ficha Técnica:

0 - Benfica: Trubin; Bah (Chiquinho, min.82), António Silva, Otamendi, Jurasek (Bernat, min.59); João Neves, Aursnes; Rafa, João Mário (Kökçü, min.45), Neres (Gouveia, min.69); Musa (Arthur Cabral, min.45).

1 - Real Sociedad: Remiro; Traoré (Elustondo, min.70), Zubeldía, Le Normand, Muñoz; Merino, Brais Méndez, Zubimendi; Kubo (Carlos Fernández, min.76), Barrenetxea (Zakharyan, min.77) y Oyarzabal (Cho, min.92).

Gol: 0-1, m.63: Méndez.

Árbitro: Clément Turpin (FRA). Mostró tarjeta amarilla a Bernat por parte del Benfica y a Elustondo y Merino, de la Real Sociedad.