El balance del mercado del Sevilla deja una inversión arriesgada... y refleja el sueño frustrado de García Pimienta
Es el segundo club que más ha invertido en enero, pese a su complicada situación económica. El lateral izquierdo, único deseo del técnico, se queda sin refuerzo.

Con lo que tiene en la plantilla y nada más. Se acabó el mercado para el Sevilla, y con él las opciones de reforzarle el plantel a un García Pimienta que únicamente ha pedido reforzar una posición en la que, precisamente, no se ha invertido. Una doble lectura también tiene el gasto nervionense en fichajes, hasta ocho millones de euros en dos... teniendo una situación económica delicada. Y prácticamente sin ingresar.
El Sevilla fue al mes de enero con más dinero en la caja de lo que podía parecer. La venta de Lucas Ocampos y el retiro de Jesús Navas le han permitido reforzarse. También influyó la salida de un Gonzalo Montiel que sí es cierto que no abrió un hueco salarial importante, pero que dejó entrar una cantidad de dinero a tener en cuenta. Algunos dirán que poco para ser un campeón del mundo... otros dirán que mucho al tratarse de un futbolista que no contaba para su entrenador.
Tampoco contaban para García Pimienta tanto Valentín Barco como Kelechi Iheanacho. Los dos culebrones del mercado invernal no se solucionaron hasta los últimos días, con uno poniendo rumbo a Francia y otro de vuelta en Inglaterra. Pero, justamente aquí, nace el 'primer problema' de la era del técnico barcelonés en el banquillo nervionense.
"Necesitamos bastante a un lateral izquierdo". Da igual qué día de enero te sentaras a escuchar una rueda de prensa de García Pimienta, que esta frase iba a salir de su propia boca. El técnico no suele mandar mensajes públicos pidiendo refuerzos, pero el carril zurdo le preocupaba en demasía. Sin embargo, la inversión del Sevilla en esa zona ha sido justamente de cero euros.
El hueco de Barco lo ocupará... Kike Salas. Sí. Central reconvertido al lateral, que si bien convence a García Pimienta, una lesión en la última semana de enero le puso nervioso. Finalmente se quedó en nada, pero preocupó al técnico, que se veía únicamente con Pedrosa en el carril. En definitiva, es una decisión, pero que, a su vez, deja coja la zona central de la zaga. Marcao no juega, Gudelj es centrocampista y Loïc Badé es el único futbolista élite en esa demarcación. Y Tanguy Nianzou se pierde lo que resta de temporada. Planificación coja.
También lo es en otras partes del campo. Suso, que finalmente no sale, seguirá, salvo sorpresa, siendo uno más en las convocatorias... y uno menos en los partidos. García Pimienta no le da bola y tampoco parece que lo vaya a hacer ahora. En definitiva, una plantilla de 22 jugadores -tres fichas libres-, en la que Nianzou, Marcao y Suso, por diferentes motivos, apuntan a tener un protagonismo muy pobre. Es lo que le queda al técnico catalán.
Aunque también es la realidad de un Sevilla en horas bajas. De un club que ha gastado más de lo que se esperaba -ocho millones de euros- en dos fichajes. Por el momento, Vargas apunta bien. Habrá que ver a Akor Adams. Orta ha clavado la inversión que hizo en verano, aunque la destinó a dos futbolistas que no la han hecho buena hasta el momento: Peque y Agoumé.
García Pimienta tendrá que jugársela con lo que tiene. Salvo sorpresa, el viernes dirá en rueda de prensa que es la mejor plantilla que puede tener. Ya lo advirtió en su última intervención. Pero se queda sin su añorado lateral izquierdo. El Sevilla, como club, también se ha quedado sin sus dos añoradas victorias consecutivas. Ni con un mínimo detalle que le haga acercarse a Europa y le empuje a 'tirar la casa por la ventana'. Aquí todos se han quedado sin algo. En verano, otro capítulo. Y cuidado con Loïc Badé y Lukebakio. Se quedan y Nervión mantiene a sus dos futbolistas de nivel, los que sostienen al equipo. Pero también se quedan y las cuentas flaquean. El 30 de junio, día que cierra el curso actual y lo presupuestado -se preveían ventas-, marcado en rojo en la mesa del presidente.