El Atlético se redime en Bilbao con la receta del Cholo y el 'Ángel' de Correa

El Atlético de Madrid del Cholo Simeone está de vuelta. El de verdad. El capaz de ganar partidos cuando parece imposible para sacar tres puntos de oro. El de una defensa férrea, que disfruta recibiendo centros laterales y al que hacerle gol parece misión imposible. Con esta receta se tomó la revancha en San Mamés, después de las malas experiencia de la temporada pasada tanto en LaLiga como en las semifinales de la Copa del Rey. Esta vez, tras sostenerse ante el asedio local en la segunda mitad, Ángel Correa volvió a salvar a los suyos aprovechando un grave error local para regatear a Julen Agirrezabala y aupar a los suyos en la clasificación.

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El golpe es duro para los locales. No solo porque merecieron más, sino porque la derrota supone la segunda en estas primeras cuatro jornadas tras la sufrida en Barcelona, además de un pobre empate ante el Getafe. Las sensaciones son buenas, pero está costando encontrar el camino al gol, algo que el curso pasado pareció olvidado y catapultó al Athletic tanto en el torneo liguero como en la Copa.

El choque, uno de los más esperados cada año en Bilbao, llegó quizá demasiado pronto. Sin ambiente aún de día grande en la Catedral, aunque hubo una gran entrada. Y se reflejó en el césped desde el inicio, con dos rivales que se conocen muy bien y que se respetaron en exceso y les costó brindar el mejor de los espectáculos. Partido intenso, de mucho centro del campo y en el que solo el ímpetu local de la segunda mitad, empujado por un gran ambiente, pudo cambiar el signo del encuentro.

Los dos encuentros jugados en San Mamés el curso pasado, en los que los locales pasaron por encima del conjunto del Cholo Simeone, sirvieron al técnico argentino para modificar su planteamiento y, sobre todo, dar entrada a Barrios, ausente en aquellas dos citas en las que los colchoneros hicieron aguas. Sobre el canterano se edificó buena parte de la mejora atlética, intenso sin balón e incluso ganando disputas a Nico Williams, además de estar muy aseado con pelota.

Su buen partido, además, liberó a Gallagher de responsabilidad para que el británico se atreviera a pisar área y amagar con estrenarse como goleador, aunque su disparo en la fase final del primer tiempo se fue desviado. El que sufrió más fue Koke, al que le tocó bailar con un Sancet que está inspirado en este inicio de temporada. El navarro regatea con sus controles, cambia el ritmo, cae a bandas... Es el faro de este Athletic, aunque esta vez no encontró socios en los hermanos Williams, muy erráticos y bien defendidos en ambos carriles por Llorente y Lino, además de las ayudas de Le Normand y Reinildo en cada costado.

Con un gran ambiente en San Mamés, en el que hay que destacar el regreso de la afición visitante después de los problemas surgidos el curso pasado que derivaron que no hubiese público visitante en ninguno de los dos choques de Copa del Rey, el Athletic asumió el papel de protagonista. Amasaban la pelota sin encontrar las rendijas para hacer daño al debutante Musso, que tuvo que jugar por una indisposición digestiva de Jan Oblak.

El argentino no tuvo trabajo en la primera mitad, pero se le acumuló en la segunda. De hecho, fueron los del Cholo los que tuvieron las mejores pese a no controlar el juego. Julián pudo estrenarse, pero tardó mucho en definir tras una falta de entendimiento entre Lekue y Yeray. Tampoco Gallagher tuvo puntería. Los locales rondaron el área visitante, pero cayeron en el error de colgar varios centros laterales que fueron un regalo para una línea de centrales colchonera bien plantada.

Valverde retocó en el descanso y los suyos pudieron correr más a espaldas de los carrileros, apareciendo Iñaki y Nico desde muy pronto. De hecho, el pequeño marcó tras una asistencia del mayor, pero lo hizo levemente adelantado. Lo anuló el linier en directo y lo confirmó el VAR, ante el enfado de una afición local que se fue calentando con Hernández Hernández a lo largo del partido hasta regalarle una de las mayores pitadas de los últimos tiempos. Sobre todo, tras un posible penalti sobre Nico, aunque no pareció lo suficiente como para señalarlo.

Para entonces ya eran muy dominantes los bilbaínos, con un gran Jauregizar en la medular. El bermeano volvió a demostrar que es uno de los centrocampistas más en forma e incluso rondó el gol con dos disparos desde la frontal. Uno de ellos salió rebotado y cayó en los pies de Sancet, que obligó a Musso a realizar la gran intervención de la tarde. Gran debut para el portero argentino, que evitó una derrota con esta parada y mantuvo a los suyos en el partido hasta que apareció el 'Ángel'. Correa aprovechó el regalo de Lekue y llevó a los suyos a la victoria para seguir creciendo en este nuevo proyecto colchonero. Eso sí, la receta es la misma.

Athletic Club: Agirrezabala, Lekue, Vivian, Yeray, Yuri, Herrera (Jauregizar, min. 63), Prados (Vesga, min.63), Iñaki (Berenguer, min. 71'), Sancet (Unai Gómez, min. ), Nico Williams y Guruzeta (Djaló, min. 63).

Atlético de Madrid: Musso, Llorente, Le Normand, Giménez, Reinildo, Lino (Riquelme, min. 70'), Koke, Barrios, Gallagher (De Paul, min. 70'), Griezmann (Giuliano Simeone, min. 83') y Julián Álvarez (Sorloth, min. 70').

Tarjetas: Nico Williams (min. 15), Yeray (min. 34), Sancet (35'), Koke (min. 85).

Gol: Ángel Correa (min. 92).