Marcos Assunçao, 'el del portero asustao': "Recuerdo con emoción el silencio de todo el estadio"
El brasileño, que clasificó al Betis para la Champions con un gol de falta ante el Mallorca, repasa su extensa trayectoria como jugador.
'El portero está 'asustao', tira la falta Assunçao'. Con esa frase del inolvidable Manuel Melado se anunciaba la presencia en el once del Betis de Marcos Assunçao (Caeiras, 1976). El centrocampista brasileño vistió de verdiblanco entre 2002 y 2007, en una etapa dulce del club, con el que ganó una Copa del Rey y se clasificó para la Liga de Campeones. "Pude marcar goles importantes", recuerda Assunçao para Relevo, en una conversación telefónica, en víspera del Mallorca-Betis, precisamente el rival ante el que el Betis sellaría su clasificación para la Champions gracias a un gol de falta suyo el 29 de mayo de 2005.
Especialista en los tiros directos, el brasileño seguía todo un ritual al que acompañaba el silencio del coliseo bético. "Era un bonito gesto de los aficionados, ellos esperaba un gol", dice Assunçao, que ahora se encuentra en su país con sus negocios particulares y desligado, al menos de momento, del fútbol. "He entrenado muy duro y he disfrutado mucho", asegura el centrocampista, que criado en una familia humilde siempre se ha mostrado orgulloso de haberla ayudado gracias a su gran trayectoria en el fútbol.
¿Echa de menos el césped?
Sí, he jugado 23 años de mi vida en este deporte, que es muy apasionante y muy exigente. Nosotros los jugadores lo disfrutamos mucho, damos muchas alegrías a los aficionados, más que tristezas. Eso para los que hemos jugado es muy importante y divertido.
El Betis juega ante el Mallorca, un partido que siempre estará vinculado a Assunçao. ¿Recuerdas aquel día?
Sabíamos de la importancia de ese partido. Teníamos un equipo muy bueno, sabíamos lo que queríamos, cada detalle de cada jugador y un entrenador que nos presionaba mucho. Sabía de nuestras capacidades, y era un entrenador que en los entrenamientos y en los partidos nos exigía el 100%, el 99% no era suficiente. Por eso logramos un año perfecto. Ganamos la Copa y nos clasificamos para la Champions. Fue un trabajo bonito de jugador, entrenador, utileros, médicos... De todos los integrantes de aquel equipo. Cada uno de las personas ha tenido su parcela de compromiso para ese año.
Habla de Lorenzo Serra Ferrer, ¿fue el entrenador que mejor lo entendió?
Entendió a muchos jugadores, no sólo a mí. Yo tuve la suerte de tener en mi carrera a Felipao (Scolari), Wanderlei Luxemburgo, Víctor Fernández... Son entrenadores que me ayudaron muchísimo. Tengo mucho cariño por todos ellos.
"Serra Ferrer era como Capello, nos exigía el 100%, el 99% no era suficiente"
Con Fabio Capello ganó el Scudetto con la Roma...
Era otro entrenador como Serra Ferrer. Quería que siempre estuviéramos bien. Quería que siempre estuviéramos al 100%, quería que entrenásemos duro y jugásemos más duro aún. Son entrenadores victoriosos que sabían la calidad que teníamos.
De aquella Roma victoriosa pasó al Betis. ¿Qué lo llevó a ese cambio?
Estuve tres años en la Roma y lo que quería era jugar. En la Roma, no jugaba constantemente, era un partido y otro banquillo… No tenía esa secuencia de partido a la que estaba acostumbrado en Brasil. Aquí jugaba siempre. Yo quería eso. Llegar a un equipo y ser una pieza importante, que el equipo necesitara de mi presencia para ganar partidos. Yo era el que tenía que hacer que el equipo jugase, hacía el primer balón para que luego llegase a Denilson, Edu, Oliveira, Joaquín, Capi… Quería ser ese jugador importante. Y el tiempo me demostró que era así, el equipo me sentía importante, el entrenador me necesitaba todos los partidos.
¿Fue sencilla la negociación con Lopera?
Fue el presidente que me contrató y me ha tratado siempre bien, se han cumplido todo los acuerdos con él. Sólo puedo decir cosas buenas, por más que tenga gente que no le guste. Conmigo ha sido un hombre que ha cumplido todos los acuerdos. Cuando era jugador hablaba con él sólo cuando venía al estadio a vernos. Ahora cuando voy a Sevilla intento pasar a verlo y charlar un poquito.
¿Ha sido el Betis el club más especial de su carrera?
Ha habido tres equipos: Santos, Betis y Palmeiras. En esos tres equipos de verdad que me quitaron algo cuando me fui. Santos lo sabía, soy Santista, pero cuando me fui sabía que sería para mejor. Iba a la Roma, a jugar en Europa donde yo quería y tenía mi pensamiento. Del Betis cuando me fui tenía un año de contrato, estaba a gusto en la ciudad y el club. Fui a hablar con el presi y me dijo: 'Marcos, no puedo hacer nada, el entrenador no te quiere. Que no cuenta contigo'. Ese día me quedé muy, muy triste, tenía un amor por el club, la ciudad y los aficionados. Fue el segundo día más triste de mi vida. Luego llegó el tercero con Palmeiras. Me quedé muy mal de verdad, eran clubes en los que yo amaba estar.
Viniste al homenaje a Joaquín y la afición te demostró ese cariño. ¿Esperabas algo así?
Siempre he sido muy bien tratado, los aficionados me han querido mucho y yo los quiero, es recíproco. En Sevilla me siento como en Brasil, tengo amigos y siempre que voy tengo ese cariño de los aficionados. Como exfutbolista, que no soy del país y después de tanto tiempo fuera, volver al estadio y tener ese cariño fue especial. No se me olvidará nunca.
"Cuando empecé tuve cerca a Marcelinho Carioca y me inspiré en él; tiraba muy bien las faltas"
En tu etapa de jugador del Betis el estadio se quedaba en silencio cuando ibas a lanzar una falta...
Lo recuerdo con emoción. Han sido gestos bonitos de todos los aficionados, con todo el estadio en silencio. Ellos esperaban que saliera un gol de cada falta. He cumplido también, he marcado goles importantes y bonitos, y pude ayudar a mi equipo.
¿De dónde te vino ese golpeo tan especial?
Cuando empecé tuve cerca a Marcelinho Carioca. Me inspiraba en él, era el mejor de todos. Tiraba muy bien las faltas. Luego, me entrenaba mucho, como todos los lanzadores. He entrenado mucho, mucho, mucho para hacer goles. Entrenar duro durante la semana y llegar al partido, que era el día de la diversión. Salíamos del hotel para el campo del Betis y eran cinco minutos de concentración para cuando saltaba a calentar y empezar nuestra diversión.
¿Te ha quedado alguna espina clavada en tu carrera?
Me doy por satisfecho, he jugado en grandes clubes de Brasil, en dos de Europa y he ganado cosas importantes. He tenido una bonita vida como futbolista, quizá me faltó jugar un Mundial, pero no dependía sólo de mí. Tuve entrenadores que prefirieron otros jugadores. Salí de una familia humilde, sin mucho dinero, pero he conseguido ser jugador de fútbol y ayudar a mi familia, a mi madre, mis hermanos, mis hijos... Mi vida como futbolista me hizo que pudiera hacer eso para mis hijos.
Te quedaste muy cerca de jugar el Mundial de 2002...
Ése era el Mundial que debería haber jugador. Pero no hay problema, no tengo ningún rencor ni tristeza. Jugué con y contra los mejores y he ganado. Cuando empecé a jugar hice mis planes y se quedaron muy acertados y justos. Me faltó el Mundial, pero en el resto he cumplido.
¿Recuerdas a algún compañero de una manera especial?
Cuando digo que jugué con los mejores... Ahí están Cafú, Totti, Batistuta, Montella, Antonio Carlos… Ha sido gente muy buena, que hizo mucha historia en el fútbol. Tú estás al lado y todos los días aprendes muchas cosas. He sido muy feliz y pudimos ganar una liga y una Supercopa de Italia. Fueron dos títulos en tres años.
Imagino que Totti en la Roma ya era especial...
Era un jugador de mucha calidad, de Roma y a la afición le gustaba mucho. Siendo de la casa sabíamos que se acabaría entonando ese 'Francesco Totti'.
Llegaste a Europa muy joven...
(Interrumpe). Hoy en día para mí no era tan joven, tenía 22 años. Ahora los brasileños están saliendo con 17-18, los jóvenes no juegan aquí en Brasil y están siendo vendidos para Europa. Para mí fue una llegada perfecta, para tener un poco de experiencia, joven pero no tanto.
¿Quizá es un problema de hoy para el fútbol brasileño esas ventas a una edad tan temprana?
Creo que sí, los jugadores deberían jugar aquí en Brasil, en el primer equipo, jugar un poco más y tener más experiencia. En Europa el fútbol es más difícil que en Brasil, es totalmente diferente. Deberían jugar más y después ser vendidos. Pero la situación de los clubes no es tan buena y por eso se vende tanto.
Ahora tenemos a Endrick, al que conoces bien. ¿Lo ves preparado para el Real Madrid?
Yo creo que sí, aquí está demostrando muchas cosas buenas. Hoy es normal que llegue a Europa tan joven y tendrá que adecuarse al modo de jugar y a la vida europea, pero es joven de mucha calidad técnica y mucha fuerza. En el Real Madrid habrá un trío de brasileños que dará mucho trabajo a los adversarios.
¿Esperabas ese nivel de Rodrygo y Vinicius?
Por la calidad ya tenían en Brasil los dos era cuestión de tiempo y de adaptación. Entender cómo se juega en Europa y los dos lo hicieron rápido. Las cosas que hacen en el Madrid son de mucha calidad. La parte ofensiva casi que depende de ellos.
Vinicius ha denunciado actos de racismo...
En España no los viví, sí en Italia. Cafú, Aldair o yo mismo intentábamos no escuchar lo que nos decían. OK, tú me estás haciendo cosas no buenas y yo intento demostrar dentro del campo. Es lo que hace Vinicius. Es un joven con una cabeza muy buena, si no tendría muchos problemas. A él lo veo bien, jugando como se debe hacer. Metiendo goles y chao. Ahí te quedas con tu racismo.
¿Crees que se debería hacer algo más cuando se produzcan en los partidos?
Creo que sí. Nosotros aquí en Brasil también lo vemos, no voy a ser hipócrita. En Sudamérica lo hay también. A nivel federativo o de FIFA deben decidir la manera correcta de parar un partido, que no juegue más y que se pierdan puntos. O que los siguientes partidos se jueguen a puerta cerrada. Es la manera para que la gente entienda que es un tema muy complicado.