REAL ZARAGOZA

20 años de la patada de Luis Figo que retiró a César Jiménez: "Pardeza, Butragueño y él se presentaron en mi casa para disculparse"

César Jiménez, canterano de La Fábrica, revive en Relevo 20 años después su calvario. "Florentino me visitó tras la operación", recuerda.

César Jiménez tras la operación de cruzado después de la entrada de Figo. /ARCHIVO
César Jiménez tras la operación de cruzado después de la entrada de Figo. ARCHIVO
Jonathan Ramos

Jonathan Ramos

"El choque con César, terrible. El choque con César, terrible. César creo que ha quedado muy mal parado", narraba Carlos Martínez al micrófono de Canal + aquel 16 de enero de 2005. En el Santiago Bernabéu se vivió una de las lesiones más escalofriantes que se recuerdan en LaLiga. Pese a ser un balón casi perdido, Figo fue con la plancha a por él, con la mala fortuna de impactar en la rodilla de César Jiménez (47 años).

"Creo que Figo no tiene ninguna intencionalidad de hacer la pupa que ha hecho al pobre César", añadió el eterno Michael Robinson en la narración del Plus. Hoy, 20 años después de aquella fatídica noche, César Jiménez repasa en Relevo la lesión que desencadenó su retirada dos años después. "Yo veo las imágenes, que las he visto muchas veces, pero no me acuerdo de nada. Estoy en el suelo retorciéndome, pero no me acuerdo de nada", explica.

Antes de aterrizar en el Zaragoza, vivió de primera mano lo que es el Real Madrid. Pasó tres años en la antigua ciudad deportiva situada en el paseo de Recoletos. Compartió piso con su gran amigo Mista, mientras trataban de asentarse en el Castilla, y escuchó cómo Vicente del Bosque le pidió que no saliese del club. Una llamada de Pardeza permitió una visita secreta del Real Madrid para pedir disculpas por la lesión. "Les doy la dirección y vienen a mi casa Butragueño, Pardeza y Figo".

Después de tu retirada en el 2007 se te ha perdido un poco la pista, ¿qué es de César Jiménez?

Yo me retiré en Zaragoza y luego me quedé dentro del club. Estuve entrenando en el fútbol base, con los alevines, con los infantiles y de segundo entrenador del filial unos años. Después de eso me volví a Ávila, que es donde nací. Abrí un centro de enseñanzas de técnicos deportivos de grado medio y superior. Ahora soy el director de un centro de enseñanzas donde imparto clases para formar a entrenadores de fútbol. Me dedico a formar técnicos deportivos. Sigo vinculado al fútbol de esa manera.

César Jiménez, roto en el suelo, en mitad de los jugadores de ambos equipos.  ARCHIVO
César Jiménez, roto en el suelo, en mitad de los jugadores de ambos equipos. ARCHIVO

¿Durante tu carrera, tenías en mente que después de retirarte querías seguir ligado al fútbol de esta manera?

Sí, cuando estuve jugando en el Almería cedido, empecé a sacarme el curso de entrenador. Tras la retirada estuve entrenando al Ávila, que estaba en Tercera, pero no llegué a completar la temporada. Ahora sigo viendo fútbol porque me gusta mucho, me paso los fines de semana viendo partidos. Siempre tuve claro que seguiría ligado a este mundo.

Con 15 años te ficha el Real Madrid, ¿cómo se dio ese movimiento?

Llegué en mi primer año de juveniles, porque tenía 15 años, pero iba a cumplir los 16 a final de temporada. Estuve los tres años de juvenil, luego en el C y en el Castilla. En Ávila en esa época había cuatro equipos y todos jugaban en campos de tierra. Para mí, fichar por el Real Madrid fue la mejor decisión que pude tomar. Salir de Ávila, ir a vivir a la residencia a Madrid… fue un cambio total en mi vida. Es lo mejor que he hecho y siempre estoy muy agradecido al Madrid.

¿Cómo te llega esa oportunidad?

En esa época el jefe de cantera era Vicente del Bosque. A mi casa llamó un ojeador del Real Madrid. Mi padre no se lo creía. Le dijeron que querían ficharme y me ficharon, así como te lo estoy contando. En esa época no había ni representantes ni leches. Por aquel entonces yo iba convocado con la selección de Castilla y León Sub-15 a jugar el Campeonato de España de selecciones autonómicas, imagino que ahí me verían jugar. Y ahí estuve dos años en la pensión y en la residencia del Madrid. Esa temporada había gente de mi quinta como Alberto Rivera. Luego estuve con Mista, Dani García Lara, Gerardo. Yo creo que fue lo mejor que pude haber hecho.

"Lo he dicho siempre, en mi cabeza no lo recuerdo. Yo veo las imágenes, y las he visto muchas veces, y no tengo ningún problema en verlas. Pero yo no recuerdo nada. Estoy en el suelo retorciéndome, pero no me acuerdo"

César Jiménez Sobre su lesión

Te firmaron sin hacerte ninguna prueba.

Fue curioso porque llamaron a mi casa y respondió mi padre. '¡Ah, esto es una broma! ¿Quién eres?', dijo. Se pensaba que era un familiar o alguien. Antiguamente, no había representantes y entonces llamaban casa. Antes de firmar fui a varias convocatorias de la Selección Española Sub-15 y Sub-16, que fuimos a las Olimpiadas. Ya estaba en la órbita del club. Me llamaron, sin prueba ni nada, firmamos el contrato y me incorporé al inicio de temporada en el primer año de juveniles.

¿Y la residencia cómo era, en ese entonces no estaba en Valdebebas?

No. Estábamos en la ciudad deportiva antigua, antigua. Se encontraba en la calle Recoletos. Estaba situada entre el paseo Recoletos y calle Serrano. Es una calle pequeñita. El primer año que recuerdo éramos muy pocos, en todas las categorías eh, desde los 12 años, hasta los García Lara y Casquero de turno, que eran los más mayores. Cada año se iban incorporando más jugadores, pero luego nos fuimos a Chamartín, cerca del Hotel Chamartín. Al ser de los más mayores, con 20 años, yo ya me fui a un piso con Mista. Los más mayores, como Rivera, Dorado y demás, nos íbamos a pisos compartidos.

César Jiménez abandona el Santiago Bernabéu en camilla.  ARCHIVO
César Jiménez abandona el Santiago Bernabéu en camilla. ARCHIVO

¿Los pisos los ponía el club o era una decisión vuestra?

A partir de los 19 años, más o menos, habitualmente ya nos solíamos ir a un piso, pero te podías quedar en la residencia. Como la gente más pequeña se quedaba, los mayores nos íbamos. Yo tengo mucha relación con Mista y decidimos irnos a un piso el último año que estuvo en la cantera, porque luego le fichó en el Tenerife.

¿Cómo se dio tu salida del Real Madrid?

Yo alternaba el filial y el C. El entrenador era Miguel Ángel Portugal, pero en el Castilla había gente muy veterana y muy buena. Yo subía del C con 21 años y ya veía que no tenía hueco en el Castilla. Coincidió que bajaron a Segunda B, y para intentar volver a subir a Segunda fue muy complicado tener minutos. Al inicio de esa temporada yo no iba ni en las convocatorias, pero coincidió que el Zaragoza se interesó en octubre y me fui al filial del Zaragoza. Me fui cedido un año, hicimos buena temporada en Segunda B y luego los clubes llegaron a un acuerdo para cerrar el traspaso.

Lo has mencionado antes, ¿qué importancia tiene la figura de Vicente del Bosque en tu carrera?

Hemos coincidido muchos años después de la etapa del Real Madrid, porque había amigos míos que han hecho documentales sobre mi vida. Del Bosque salió en esos documentales. Hemos coincidido en algún acto y siempre que nos vemos sacamos los buenos recuerdos y hablamos bastante. La figura de Vicente del Bosque fue clave, porque fue quien me fichó. Era el jefe de cantera, que, junto a Paco de Gracia [director de ojeadores] llamaron a mi padre para firmar. Del Bosque es una persona muy entrañable. Fíjate, cuando vuelvo de la cesión en Zaragoza y digo que quiero hacer el fichaje efectivo, me llama a su despacho. 'No te vayas, quédate por aquí, que siempre salen opciones de jugar', me dijo.

¿Y cuando formalizáis la venta al Zaragoza qué vestuario te encuentras?

Estuve varias temporadas en el filial antes de subir al primer equipo. Estuve tres años, debuté en 2001, pero en esa época era muy difícil hacerse un hueco en el equipo. Estaba Paco Jémez, Xavi Aguado… Era muy complicado. Yo tenía claro que tenía que estar preparado para cuando llegase la oportunidad. Cuando se me ofreció una cesión al Almería no lo dudé y jugué casi dos temporadas enteras en Segunda siendo titular.

"Me llama Pardeza para explicarme que querían venir a verme a mi casa sin que se enterase nadie. Les doy la dirección y vienen a mi casa Butragueño, Pardeza y Figo. Estuvieron disculpándose, hablamos de todo en casa. A los días me operé y vino a visitarme Florentino"

César Jiménez

Vuelves del Almería, haces media temporada y justo es en enero cuando sufres la grave lesión con Figo.

Eso es. Yo vuelvo la temporada 2004-2005 y en enero del 2005 es cuando se produce la lesión. El Almería quería quedarse conmigo en propiedad, me ofrecían más años y unas condiciones muy buenas. El Zaragoza dijo que no y fueron varios meses sin jugar, porque estaban en plantilla Milito y Álvaro Maior. Coincidió que sancionaron a Milito y pude jugar, pero ahí vino la lesión.

¿Cuándo te enteras de que vas a ser titular contra el Real Madrid?

Cuando sancionan a Milito. Durante esa semana ya ves en los entrenamientos que vas jugando más y sabía que iba a ser titular. De camino a Madrid ya sabía que iba a jugar, lo que no sabes es que al minuto 15 esa entrada te iba a mandar a casa.

¿Qué sensación tienes en ese momento?

Yo no lo recuerdo. Lo he dicho siempre, en mi cabeza no lo recuerdo. Yo veo las imágenes, y las he visto muchas veces, y no tengo ningún problema en verlas. Pero yo no recuerdo nada. Estoy en el suelo retorciéndome, pero no me acuerdo. Sé que es una acción a la que voy, pero ya no recuerdo más. El primer momento de consciencia es cuando estoy en la banda con el doctor e intento ponerme de pie. No puedo, se va la rodilla. No recuerdo ni el dolor, pero sabía que tenía algo grave. Después de eso me quedo con hielo en el banquillo, autobús y para Zaragoza. Al llegar me hago las pruebas y veo que tengo una faena hecha de narices. Tengo el cruzado roto, desplazamiento de menisco y todo.

Instante exacto de la lesión que Figo provocó a César Jiménez.  ARCHIVO
Instante exacto de la lesión que Figo provocó a César Jiménez. ARCHIVO

Parece que sufriste algún shock, ¿te acuerdas igual ahora que hace 20 años?

En el 2005 te respondo lo mismo, y en el 2006, y en el 2007… Lo he dicho siempre, no lo recuerdo. Yo veo la imagen de nuevo y no me acuerdo ni del dolor que estaba padeciendo en ese momento. Sí que me acuerdo cuando me pruebo en la banda, que me tienen que sujetar los médicos porque no puedo ni mantenerme. Mi familia estaba en la grada en ese partido, me dicen que es una lesión muy fea. Cuando estoy en el autobús de vuelta a Zaragoza me llama un amigo y me comenta: 'Vas a flipar cuando llegues a casa y veas la entrada porque es terrorífica'.

¿En qué momento hablas por primera vez con Figo?

Recuerdo que se disculpa, pero no sé exactamente cuándo. Al día siguiente ya me llaman desde el club. Me llama Pardeza [director de fútbol del Real Madrid] para explicarme que querían venir a verme a mi casa sin que se enterase nadie. Yo estaba en Zaragoza con mi padre cuando ya se hace oficial la gravedad de la lesión. Les digo que no tengo ningún problema en que vengan a visitarme. Les doy la dirección y vienen a mi casa Butragueño, Pardeza y Figo. Estaba mi padre conmigo en casa porque todavía no me había operado la pierna. Estuvieron disculpándose, hablamos de todo en casa. A los días me operé en la clínica CEMTRO y vino a visitarme Florentino. En ese sentido, el Madrid es un club señor. Con el paso de los meses, Figo siguió llamándome. Charlábamos de mi lesión, de la temporada, de muchas cosas. Luego se perdió el contacto cuando fichó por el Inter de Mián. Me llamó un día y me dijo que se iba del Madrid, que había firmado ya por el Inter. Tras eso, me llamó un par de veces, pero poco más. Luego en el 2006 me volví a romper yo solo el cruzado.

¿Tu relación con Figo termina en ese momento, no?

En 2005 fue cuando tuve contacto con él. Fueron un par de llamadas, al poco de operarme y un mes después. La lesión fue en enero y en marzo ya se iba a marchar. A final de temporada me llama para decirme que se va al Inter y nada más. Imagino que habrá visto por redes sociales la lesión, porque con el paso de los años siempre vuelve a salir el tema. Lo que es contacto con él, no he vuelto a tener.

¿Llegaste a sentir rabia por esa lesión?

¿Sabes lo que pasa? Que yo solo me fijaba en lo que tenía solución y lo que dependía de mí. Yo me podía quemar la cabeza. Decir, 'joder, pues vaya, se podía haber evitado una entrada absurda en el borde de área, que llega tarde…'. Como ya estaba hecha, pues no había vuelta de hoja. Nunca me ha dado rabia. He tenido compañeros que con 17 años se han roto y no han llegado. Yo tuve la suerte de llegar, no mucho tiempo, pero llegué. Me fijaba en poder volver y querer recuperarme, no en comerme la cabeza. 'Qué mala suerte has tenido', me decía la gente. Pues sí, depende de cómo lo mires. Si me da más arriba o más abajo no pasa nada. Me podía dar en el muslo y es una simple entrada, pero me dio en la rodilla. No hay que darle más vueltas.

Al final te tuviste que retirar.

Quería recuperarme y quería volver para retirarme de corto. Se me inflamaba la rodilla, tenía que parar. Quería volver, pero se me inflamaba la rodilla cada dos por tres. Entrenaba un día y tenía que estar varios días parado por la rodilla. Después de ese año y medio tenía claro que lo iba a dejar. Me fui mentalizando poco a poco hasta que me retiré. Veía a gente como Milito o los fisios llorando, porque estaban en el día a día de la recuperación. Al final conseguí volver de corto, entrar en convocatorias y me retiré. Es lo positivo que me llevo.