La fórmula rojiblanca que llevó al Leganés a Primera con Eraso como pionero y casi director deportivo: "Me tocó convencer a alguno"
Una decena de jugadores rojiblancos pasaron por el conjunto pepinero, con Eraso y Bustinza como estandartes de esa relación que llevó al 'Lega' de Segunda B a Primera.

Javier Eraso (Pamplona, 1990) es una de las mayores leyendas del Leganés, pero a él, sin embargo, le da la risa al escucharlo y siente un poco de pudor. Una realidad, la de ser uno de los grandes referentes del conjunto pepinero, que le define tan bien como ese carácter humilde, alejado de los focos y con un punto de vergüenza. "Sé que he sido importante, que estoy en los tops en cuanto a partidos y está guay leerlo, pero cuando me lo preguntáis me entra la risa y me siento un poco raro. Pero sí, estoy muy contento y orgulloso de haber hecho esta carrera y haber durado tanto allí", responde a Relevo el ex jugador del 'Lega', retirado el pasado verano tras una carrera con siete temporadas como pepinero, dos en el primer equipo del Athletic y una última experiencia en el Amorebieta.
Hoy, verá desde Pamplona otro duelo entre los dos equipos de su vida. La humildad de Eraso no debe confundirnos. Pocos en la historia pueden tener más peso en un club, habiendo jugado en Segunda B, Segunda y Primera, con ascensos inolvidables o, incluso, unas semifinales de Copa del Rey en la que soñó como nunca. Su figura sirve también para comprender un fenómeno que se convirtió en habitual en la segunda década de este siglo, cuando el Leganés acogía a muchos canteranos rojiblancos antes de dar el salto al primer equipo. Un desembarco que inició precisamente con Eraso en 2013 y que tuvo a más de una decena de canteranos de Lezama repitiendo el camino. "Entre que estaban contentos conmigo y yo con ellos, que al entrenador (Asier Garitano) y al director deportivo (Txema Indias) les gustaba la casta… Era perfecto. Pasaron un montón y, además, todos con muy buen rendimiento".
La lista es amplia e importante. Eraso abrió el camino, antes de que le siguieran jugadores como Iago Herrerín, Mikel Vesga, Unai López, Santamaría, Serantes, Erik Morán, Unai Albizua, Guillermo, Sabin Merino, Iñigo Ruiz de Galarreta y, por supuesto, Unai Bustinza. Este último merece mención aparte porque no solo debutó como 'león' e incluso jugó como titular la final de Copa del Rey de 2015 ante el Barcelona, sino que se convirtió junto a Eraso en una de las mayores leyendas de la historia pepinera. Capitán y líder defensivo durante siete temporadas, las mismas que ha defendido Javier, aunque en su caso en dos etapas. "Es que la mayoría además habían coincidido conmigo en Lezama, aunque sean de un año menos, pero conocía a todos", recuerda Eraso.
"A mí me preguntaban mucho. De los dos lados, además. Primero me preguntaban del club a ver qué me parecía como jugador, si era buen chaval… y al de pocos días recibía la llamada de la otra parte". Lógico, por tanto, que por momentos se convirtiera casi en director deportivo. "Sí, sí, me tocaba convencer a veces", dice riéndose. "Siempre mi recomendación era que es un sitio como para disfrutar del fútbol, con una ciudad grande pero un estadio más pequeño, a nada que seas honrado y trabajes la afición te va a apoyar… Era un escalón que si no conseguías llegar al primer equipo del Athletic o no te establecías, en Leganés te dejaban trabajar muy bien, sin tanta presión, y un buen escaparate para seguir tu carrera".
"Cuando llegaron todos estos, de todas formas, la película había cambiado mucho, eh", advierte Eraso durante la llamada. El 'Lega' creció de la mano de jugadores como Eraso o Mantovani, líderes en los años de Primera por haber estado también cuando peor estaban las cosas. El centrocampista navarro, formado en Lezama desde cadetes, tuvo que buscar destino desde el Bilbao Athletic y 'cayó' en un Leganés que militaba en Segunda B desde hacía años y que no se parecía en nada a la institución asentada en la élite que es hoy en día. "Tenían un buen estadio, aunque sin los retoques actuales, pero de instalaciones no tenían nada", recuerda Javier, que explica de manera sincera cómo se acabó decantando por el conjunto pepinero para esa primera experiencia fuera de Lezama.
"En Leganés te dejaban trabajar muy bien, sin tanta presión, y era un buen escaparate para seguir tu carrera"
Ex jugador de Athletic y Leganés"Se abría un nuevo panorama. Había que salir de Lezama, donde te cuidaban mucho y estaba todo bien cuidadito. Recuerdo que me hablaron de la opción de Leganés y al principio decía: '¿eso qué es? ¿dónde está?' Pero, si te digo la verdad, creo que lo que me hizo decidirme por el Leganés antes que por otras cosas que tenía de Segunda B fue que había tren directo Madrid-Pamplona". Una decisión que marcaría su vida y también la de muchos otros compañeros que después siguieron sus pasos.
El conjunto madrileño, liderado desde el banquillo por Asier Garitano, subió aquella temporada 2013-14 a Segunda tras un play-off inolvidable frente al Hospitalet. El técnico guipuzcoano, así como el mencionado Txema Indias, fue un elemento también clave para entender esos años de buenas relaciones entre ambas entidades y el encaje de futbolistas rojiblancos en una estructura que fue creciendo hasta la élite. "Tengo clarísimo que Garitano ayudó mucho a esa relación. Él jugó en Lezama también, sabe cómo se cría la gente allí y es un perfil que va mucho con su juego. Se sentía identificado con nosotros y prefería a alguien del fútbol vasco que igual alguien de fuera que no sabes qué rendimiento te puede dar", explica Eraso, que después de dos años jugando en Butarque volvió al primer equipo del Athletic, donde incluso ganó una Supercopa.
"Garitano se sentía identificado con nosotros y prefería a alguien del fútbol vasco que a alguien de fuera, que igual no sabes el rendimiento que va a dar"
Ex jugador de Leganés y AthleticSin embargo, él tiene claro que su vida cambió en el sur de Madrid. "Yo siempre digo que ese primer año es el que te cambia la vida profesional. Yo acababa contrato, pero me renovaron y fue todo rodado en Segunda. Es verdad que ese año fue importante para volver al Athletic, pero si me tengo que quedar con algún año es el de Segunda B porque si no conseguimos ascender igual me hubiese tocado ir a otro sitio y acabas dando vueltas". Fue clave para él, pero también para el proyecto pepinero y para esa conexión con los jugadores vascos que se explotó aún más en las dos temporadas siguientes.

De cara a la temporada 2014-15 en el fútbol de plata, junto a Eraso compitieron otros cuatro canteranos rojiblancos: Mikel Santamaría, Erik Morán, Alian Eizmendi o Jon Ander Serantes -en su caso no directamente desde el Athletic-. "Éramos el equipo con menos dinero de la categoría, los que menos cobrábamos, pero yo recomendaba que vinieran. Fue un año muy bueno también", recuerda el centrocampista de una campaña en la que acabaron en mitad de tabla. El proyecto se asentaba en el fútbol profesional antes de dar el salto definitivo la temporada siguiente. El 4 de junio de 2016, la afición pepinera celebró su primer ascenso a Primera en un duelo ante el Mirandés. En aquel once estaban Serantes, Albizua y Unai Bustinza, mientras que Iñigo Ruiz de Galarreta y el joven Guillermo Fernández lucían en el banquillo.
El ascenso del Leganés a la élite no cortó las buenas relaciones entre ambos clubes. Ya en Primera, Iago Herrerín tuvo una pequeña etapa defendiendo la portería de Butarque como cedido, mientras que a la estructura madrileña llegaron también Sabin Merino y Mikel Vesga en el curso 2018-19. Una temporada en la que seguían Serantes y Bustinza, pero también un Javier Eraso que había regresado un año antes tras dos cursos en el Athletic. "Era un momento en el que alguien me tenía que volver a acoger y fue el Leganés. Era volver a mi segunda casa y, encima, jugando en Primera. Para los que habíamos estado en Segunda B era un orgullo ir a todos esos estadios y jugar contra equipazos".
Una conexión especial
"Es una ciudad muy trabajadora, unas características que me definen a mí: una ciudad humilde, currela... El Athletic me ha dado muchos valores que me han hecho ser la persona que soy, pero en Leganés he crecido como jugador y como persona, me han querido siempre... Tengo esa parte de Leganés y madrileña que me identifico mucho y me han aguantado tanto tiempo", explica Eraso cuando se le pregunta por cómo definiría al club madrileño. "Ahora, ya retirado, no cambiaría nada de mi carrera. El no haber podido seguir en Bilbao me permitió vivir cosas que me hicieron muy feliz".
El amor es mutuo. Quedó demostrado el pasado mes de septiembre, cuando el Athletic visitó Butarque y el club quiso homenajear a un Eraso que se había retirado meses antes. "Me llamaron y me hizo mucha ilusión. El Leganés para todas estas cosas trabaja muy bien y son súper detallistas. Yo ni lo dudé. Me daba igual que lloviese, que fuese entre semana... Fuimos toda la familia allí y pasamos un día muy guay. Lo recordaremos siempre porque fue muy especial". Sergio González y Óscar de Marcos le entregaron una camiseta en el círculo central, recibiendo el aplauso de una afición que le vio defender su escudo durante siete temporadas y 215 partidos. Y, además, el pionero de una relación que dio muchas alegrías y que une para siempre a dos clubes que vuelven a verse las caras esta tarde en San Mamés.
El estreno inolvidable de Eraso en el Athletic
Javier Eraso, además de sus siete temporadas en el Leganés, formó parte del primer equipo del Athletic en dos años inolvidables a las órdenes de Ernesto Valverde. Imposible de olvidar el primer curso y, sobre todo, el comienzo. Debutó ante el Inter de Bakú en una previa de la Europa League en la que anotó dos goles y, unos días después, fue titular en la victoria por 4-0 al Barcelona en la Supercopa de España que ganaron los rojiblancos. “Fue poner la guinda al pastel”, reconoce. Ese mes de agosto en el que el Txingurri apostó mucho por él finalizó con el fichaje de Raúl García, que le dejó sin espacio en esa posición por detrás de Aritz Aduriz. “Fue un fichajazo. Son cosas que te encuentras en el fútbol profesional. Hay competencia y él era mejor que yo. Después de dos años me tocó volver a hacer las maletas, pero cumplí el sueño de todo canterano del Athletic de jugar en el primer equipo”.