20 años en el laberinto: dudas y certezas sobre la futura Ciudad Deportiva del Atlético de Madrid

Tenemos una misión: resumir de una pieza todo el entramado patrimonial presente y futuro del Atlético de Madrid. No es tarea sencilla: en este relato encontrarás información sobre promesas electorales fallidas, concesiones urbanísticas aún por desarrollar y propiedades que puede usar el club… pero no sabemos hasta cuándo. Todo ello se ve eclipsado, eso sí, por una noticia: las obras para construir la nueva ciudad deportiva del Atleti aún no han empezado. Dijeron que arrancarían en septiembre de 2022. Para intentar explicarlo, hay que hacer un viaje…de casi 20 años. Comenzamos.

La futura Ciudad Deportiva del Atlético se presentó en sociedad el pasado 19 de julio. Se desarrollará en cinco terrenos anexos al Metropolitano que ocupan 264.903 metros cuadrados, entre los que se construirán seis campos de fútbol, un miniestadio, una residencia para los jugadores y una multitud de espacios deportivos entre los que se incluye una playa artificial. De película. Para hacer realidad este proyecto, la entidad ha convertido a Cívitas, una promotora inmobiliaria de Badajoz, en su socio estratégico. No sólo dará nombre al estadio Metropolitano los 10 próximos años, sino que también debería ser la encargada de desarrollar la Ciudad del Deporte sostenible y energéticamente eficiente. Pero la realidad es que formalmente aún no ocupa un lugar destacado porque el proyecto sigue en fase preliminar.

Lo más importante de esta operación radica en la concesión de tres de estas cinco parcelas de suelo público al equipo rojiblanco durante 75 años, a cambio de costear las instalaciones deportivas municipales, la urbanización del viario interior y la conexión con la M-40. En total, el Atlético acometerá una inversión de 254 millones de euros, de los que 53,6 millones irán directamente a propiedad municipal, gracias al acuerdo de CVC, que obliga a invertir un 70% del dinero recibido en infraestructuras deportivas (en total serían unos 130 millones). Pero las operaciones urbanísticas se cuecen siempre a fuego lento en la capital. Al menos en el lado colchonero, que soñaba allá por 2005 en levantar una Ciudad Deportiva, en los terrenos de la Venta de la Rubia, de Alcorcón, más grande incluso que la del Real Madrid. "Las obras estarán finalizadas en menos de 24 meses", apuntaba en julio el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, en referencia a las instalaciones municipales. ¿Se cumplirá realmente el sueño rojiblanco?

Fue en septiembre de 2005, a raíz de la recalificación y venta de los antiguos terrenos de la Ciudad Deportiva (11 hectáreas), situados junto al hospital de La Paz, que le permitieron al club blanco adquirir 120 hectáreas en propiedad en Valdebebas (1.200.000 metros cuadrados). Mientras tanto, el Atlético, parafraseando al Cholo, ha tenido que ir peleando, concesión a concesión, y de impugnación en impugnación, su proyecto de Ciudad Deportiva. Para prueba, un ejemplo: el plan de Alcorcón, con 130 hectáreas (10 más que la Ciudad Real Madrid), se suspendió definitivamente en septiembre de 2021. "El concesionario (el Atlético) no vio viable la posibilidad de abonar los costes de urbanización", esgrimió la alcaldesa Natalia de Andrés (PSOE).

El problema era que, tres años antes (2018), el acuerdo (y la foto) se produjo con otro alcalde, David Pérez García (PP), que recogió el proyecto de otro regidor (Cascallana, PSOE), el cual se encontró muchas trabas desde 2010 (la idea original la denegó el Tribunal Supremo en 2014).

La entidad colchonera dispone actualmente de dos concesiones administrativas (alquileres), una en Majadahonda, la Ciudad Deportiva Wanda; y otra en Alcalá de Henares, el Centro Deportivo Wanda; que siguen llevando el nombre del antiguo naming right del estadio, porque el acuerdo de denominación para estas instalaciones de entrenamiento es paralelo al del estadio y no se encuentra vinculado al de Cívitas Metropolitano.

Por un lado: en Majadahonda están los campos del Cerro del Espino, que vienen de un convenio firmado con el Ayuntamiento majariego en 1997 entre Jesús Gil y Romero de Tejada, gracias a un concurso público por valor de nueve millones de euros; la concesión establece un canon anual de 199.000 euros por una duración de 50 años (hasta 2047): dispone de 60.000 metros cuadrados repartidos en cinco terrenos de juego, con un estadio con capacidad para 3.500 espectadores. Antes de aterrizar en Majadahonda, el equipo rojiblanco se entrenaba de prestado en Boadilla del Monte.

Por otra parte, la puesta en explotación de las instalaciones de Alcalá de Henares se produjo en 2019, con un acuerdo de inversión por 14 millones de euros y un canon anual de 128.000 euros también por 50 años (2069): tiene una dimensión de 69.960 metros cuadrados, en los que figuran cinco campos de fútbol 11, con un estadio para 2.700 personas, y uno de fútbol 7.

Es el dilema, porque el Atlético podría encontrarse simultáneamente pagando por tres ciudades deportivas (las dos en concesión más la nueva proyectada). Además, no tenemos una respuesta clara porque, según fuentes autorizadas consultadas por Relevo, finalizar por adelantado una concesión no es tarea sencilla.

"Los plazos no son inmediatos, pero el Atlético empezará en septiembre la tramitación de su nueva ciudad deportiva. La concesión está dada, y por tanto la licencia, pero tendrán que hacer un proyecto y contar con su propia organización. Tenemos una comisión de seguimiento para que los plazos se cumplan. Todo el control de estas normas estará vigilado por una auditoría externa, que nos va a emitir un informe anual de cómo se está ejecutando esta concesión", advierte en Relevo, Paloma García Romero, Delegada del Área de Gobierno de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento de Madrid. Ahora el Atlético, para agilizar y evitar problemas que se han dado en el pasado, ha contratado a KPMG, una de las Big Four en el sector de la consultoría y auditoría (cuyo presidente, Juanjo Cano, es un reconocido seguidor rojiblanco), para desarrollar la evaluación de la viabilidad y sostenibilidad de la iniciativa, así como para contar con un equipo que desarrolle la estrategia y asesoramiento en licitaciones en el sector público, con expertos en urbanismo, inmobiliario y elaboración de planes de negocio.

Lo primero a lo que está obligado el Atlético es arrancar con la construcción de las instalaciones municipales, si bien puede empezar simultáneamente las de las tres parcelas objeto de concesión. El plazo del club para ejecutar las dos parcelas no objeto de concesión (con una superficie total de 59.622 metros cuadrados) podría prolongarse hasta los dos años y medio, donde se incluirían una pista de atletismo con campo de fútbol 11, un campo de fútbol 11, un campo de fútbol 7 y una pista de atletismo cubierta con foso de saltos, cuatro pistas polideportivas cubiertas y cuatro de pádel descubiertas. El Atlético tenía un mes, desde el mes de septiembre, para presentar el anteproyecto para su revisión por parte del Ayuntamiento y éste será aprobado en 15 días; posteriormente, en el plazo de cinco meses deberá presentar el proyecto de ejecución para su supervisión por parte del Consistorio; las obras deberán comenzar en el plazo de dos meses desde la aprobación del proyecto de ejecución y tendrán un plazo de 24 meses. El propio Ayuntamiento tramitará la gestión de las instalaciones municipales.

Las obras de las conexiones de la salida con la M-40 tendrán el siguiente 'timing': al Atlético le quedarían tres meses para presentar el proyecto a ejecutar, que deberá aprobar la Demarcación de Carreteras del Estado en Madrid. Una vez aprobado el proyecto, las obras deberán que comenzar en un plazo de dos meses y éstas deberán ejecutarse en 24 meses. Es decir, nos vamos a otros dos años y medio de margen. Y para la urbanización del viario interior del ámbito, la entidad colchonera cuenta con seis meses para presentar el proyecto de obra para su tramitación por parte del municipio; tras su aprobación, las obras comenzarán en un plazo de dos meses y éstas deberán ejecutarse en 18 meses.

Los tiempos para finalizar la parcela ubicada detrás del fallido Centro Acuático, y una de las tres que forman parte de la concesión durante 75 años, pueden ser más amplios (recordemos que los plazos máximos pueden llegar a agotarse o no, pero también a retrasarse con la consiguiente penalización que recoge la ley de contratos del sector público). En este terreno, con una superficie de 65.131 metros cuadrados, se construirán seis campos de fútbol para entrenamiento y actividad de equipos de alto rendimiento: primer equipo, filial, juveniles y femenino. El Atlético tiene seis meses desde septiembre para presentar la solicitud de la correspondiente licencia urbanística; las obras arrancarán en el plazo de seis meses desde el otorgamiento de la misma y el plazo de ejecución se prolonga hasta los 24 meses.

La mayor parcela de todas, una joya de la corona con una superficie de 121.899 metros cuadrados, albergará un mini estadio para capacidad de unas 6.000 personas, 25 pistas de pádel, un rocódromo, una zona de skating y jumping y la famosa playa para surfear. El último terreno en régimen de concesión, con 18.261 metros cuadrados, contará con un centro comercial y un hotel. Estas dos superficies vislumbran los mismos plazos, esto es, 18 meses para presentar la solicitud de las correspondientes licencias urbanísticas; y las obras deberán estar en todo caso finalizadas en el transcurso de cinco años a contar desde el mes de septiembre.

La Ciudad del Deporte no abarca el fallido Centro Acuático, mencionado brevemente más arriba, que comenzó a construirse en 2008 para alojar el anillo olímpico y que iba a constar de una piscina al aire libre para natación para 15.000 personas y otro edificio para el waterpolo y la sincronizada, en el que se invirtieron 120 millones de euros. Ahí sigue el mastodonte de hormigón sin terminar desde 2012, a unos 200 metros del Fondo Norte del Metropolitano y fuera de las cinco parcelas que conforman la Ciudad del Deporte. "No se podía poner en marcha un proyecto hasta la resolución del contrato de ejecución de obras del centro acuático, que se produjo en noviembre de 2021 (que le costó al Ayuntamiento otros 4,8 millones). A partir de ahora veremos qué posibles proyectos vamos a implantar en la parcela del Centro Acuático. En cualquier caso, eso no puede quedarse así bajo ningún concepto en nuestra ciudad", precisa Paloma García Romero. En el horizonte aparecen las Elecciones Municipales de mayo 2023. La Real Federación Española de Natación (RFEN) está interesada en negociar con el equipo de Almeida un centro dotacional, que contaría con dos piscinas cubiertas y que sería para uso recreativo de los ciudadanos del barrio. Pero según pudo saber Relevo, cualquier posibilidad razonable pasaría por tirar este esqueleto de hormigón, ya que remodelarlo con la actual normativa y el deterioro de los años sería incluso más costoso para las arcas municipales.

El asunto de las Elecciones Municipales no es baladí. El club evalúa la viabilidad y sostenibilidad de la iniciativa porque el Ayuntamiento ha marcado unos plazos exigentes porque no se trata de un proyecto único y exclusivo del Atlético sino de la ciudad de Madrid. De hecho, la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) y la Coordinadora de Entidades Ciudadanas del Distrito de San Blas-Canillejas presentó una queja formal por el acuerdo, calificando las compensaciones de Atlético como "mínimas e incluso ficticias" y lamentando la concesión de terreno público a una entidad privada.