Ángel Alarcón: "Cuando debuté con el Barça pensé en los 14 meses de lesión; no podía parar de sonreír"
El extremo azulgrana, uno de los protegidos de Xavi, atiende a Relevo en la concentración de la Selección Sub-19.
Ángel Alarcón (18 años) parece despreocupado y no pierde ojo a la final de la Kings League. "¿Menuda caldera el Camp Nou, eh?". Ahora todo le va de cara, pero hace un año lo veía oscuro. En junio de 2021, en las semifinales de la Copa de Campeones juvenil, su rodilla pegó un mal giro y se rompió el ligamento cruzado. Era uno de los elegidos para empezar la pretemporada con Koeman un mes después y su sueño se quebró en un suspiro. Mientras compañeros de generación como Gavi se ganaban un hueco, las muletas se convirtieron en las suyas durante 14 meses de infausto recuerdo.
El premio a su trabajo en la sombra llegó este año bajo la mirada de Xavi, que lo subió a entrenar durante el Mundial y quedó prendido. Él lo ve como delantero, aunque siempre haya sido extremo. Lo hizo debutar en Ceuta, en la Copa del Rey, y le ha dado minutos en cuatro de los últimos cinco partidos de LaLiga. En enero el futbolista desoyó ofertas y renovó con el Barça hasta 2025. Valora el apoyo en su peor momento y piensa en triunfar de blaugrana, como explica en conversación con Relevo.
Ángel, antes de hablar del Barça... Este martes te juegas con la Sub-19 la clasificación para el Europeo. Debéis ganar a Ucrania y mantener el golaveraje favorable con Dinamarca. ¿Cómo está el grupo?
Supertranquilo, porque sabemos que somos uno de los mejores equipos de Europa, si no el mejor. Tenemos claro el objetivo: meterle el primero a Ucrania y seguir marcando y marcando. Así, no tendremos ninguna duda y estaremos en el Europeo.
En el primer encuentro pasaste desapercibido, pero ante Luxemburgo hiciste gol y fuiste de lo mejor.
Sí, antes del partido hablé con el entrenador (José Lana) y me preguntó si quería jugar en la derecha. Le dije que sí, y la verdad es que me sentí más cómodo ahí que en la izquierda. Eso depende del rival y del momento.
Ya te hemos visto de extremo por ambos perfiles, pero en el Barça sueles jugar de '9'. ¿Dónde te sientes más cómodo?
Yo siempre digo que me gusta jugar en la banda, pero si me colocas en cualquiera de los tres sitios te voy a cumplir. Por mi estilo, soy un futbolista que rinde en la posición que decida el míster.
Aquí hay medio Barça: Arnau Casas, Dani Rodríguez, Ilias, Barberà... ¿Eso ayuda?
Sí, pero también nos entendemos bien con el resto de compañeros. Hemos jugado en contra desde pequeños, y hemos crecido juntos en la Sub-15 y en la Sub-16. Nos conocemos a la perfección.
Ahora brillas con España y con el Barça, pero solo hace poco más de un año que volviste a jugar. ¿Cómo recuerdas el momento de la lesión?
Si me dices que voy a estar viviendo esto hace un año, cuando estaba sin jugar y empezando a correr, no me lo hubiese creído. Cuando me dijeron lo de la lesión fue un momento duro. A nadie le gusta escuchar que te has roto el ligamento cruzado. Una vez que me lo comunicaron, tenía muy claro que quería volver igual o mejor que antes. Trabajé durante 14 meses y creo que estoy obteniendo el resultado.
¿Qué se te pasa por la cabeza cuando te confirman el diagnóstico?
No es rabia… pero te preguntas por qué te ha pasado, te cuestionas muchas cosas. Tuve la suerte de toda la ayuda que recibí en casa, de mis amigos y de mi pareja. No puedo tener ninguna queja hacia ellos: me han apoyado todos y cada uno de esos días en los que estuve mal. Tenía entre ceja y ceja la idea de regresar cuanto antes.
Un mes después ibas a hacer la pretemporada con Koeman.
Sí, pero yo no lo sabía. Mis padres me lo dijeron después de lesionarme en la semifinal de la Copa de Campeones. Querían que estuviese centrado en la final. Cuando me lo comentaron, dices: 'Joder, hubiese estado chulo'. Lo piensas, pero ahora que estoy aquí ves que todo llega.
¿En qué te hicieron más fuerte esos meses? ¿Recuerdas alguna llamada especial?
Dentro de lo malo, siempre intentas sacar algo positivo de la gente que se te acerca. Aprendí que tienes que trabajar para conseguir tus objetivos. Con el talento no basta. Lo de la llamada... no hacía mucho caso al móvil. Estaba centrado en lo que tenía que hacer: entrenarme y recuperarme. Sí me llegaron muchos mensajes que leería una y otra vez.
¿Cómo fue el momento de volver?
Joder… Fue en un partido con el Juvenil A, un momento increíble. Nada más pitó el árbitro, no podía parar de sonreír. Estaba muy muy contento.
Xavi te ha hecho saltar del Juvenil al primer equipo sin prácticamente tocar el filial. ¿Qué te dice?
Cuando fui a entrenarme con ellos, mientras estaban en el Mundial de Catar, hice lo mismo que hago con el Juvenil A. Xavi me está dando la oportunidad y yo la aprovecho al máximo. Recuerdo mi primera conversación con él. Fue después de un entreno en el que metí muchos goles (risas). Me dijo que muy bien, que siguiese así.
¿Quién te ha acogido en el vestuario?
Todos te ayudan bastante. Al ser un grupo tan joven, es más fácil para los que suben desde el filial o el Juvenil. Son una familia, el vestuario está muy unido.
¿Hay algún futbolista que te haya sorprendido?
Sí, dos: Busquets y Dembélé. Son buenísimos. Cuando los ves por la tele ya alucinas, y más cuando eres pequeño, pero cuando te entrenas con ellos dices: 'Madre mía'.
¿Qué pensaste en el momento del debut en Ceuta?
Cuando entré, se me vinieron a la cabeza los 14 meses que estuve parado y toda mi familia, mis amigos, mi pareja… todo, todo. Estaba todo el rato sonriendo.
Tuviste ofertas para marcharte, pero has decidido renovar hasta 2025. ¿Por qué?
Porque el Barça me ha dado la confianza que yo necesitaba. Y cuando estuve lesionado, me apoyaron. Ya he dicho alguna vez que quiero demostrar mi fútbol aquí en casa, en el Barça.
¿Te han dicho ya cuáles son los planes contigo para la próxima temporada? ¿Quedarte en el primer equipo, salir cedido...?
De momento estoy con la Selección. Cuando vaya allí, ya veré qué me dicen. Ahora estoy centrado en Ucrania y en lo que tenga que venir. No tengo representante, todo lo han llevado siempre mis padres.
¿A qué jugador del primer equipo te gustaría parecerte?
Siempre digo que me siento un jugador diferente a lo que hay en el Barça. Intentaré aprovechar todo lo que me dé Xavi o el entrenador que esté. Cuando veías a Lewandowski en el Bayern, ya pensabas: 'Cómo se tiene que cuidar...'. Cuando lo ves en persona, es tal cual. Trabaja, piensa en todos los detalles… Es un jugador a seguir, espectacular.
¿Cómo llevas, en lo extrafutbolístico, pasar de ser un juvenil del Barça a un miembro más del primer equipo y que la gente empiece a hablar de ti?
Lo llevo igual que antes, muy tranquilo, como cuando estaba en el Juvenil. No ha cambiado nada. Debes tener los pies en el suelo para seguir mejorando. Soy mucho de estar en casa, pero si algún día me apetece ir a los bolos, voy a los bolos. También suelo ir al cine.
Una curiosidad: ¿por qué elegiste el número 38 con el Barça?
Cuando dijeron la convocatoria, yo no sabía el dorsal que iba a llevar. Miré la lista en Instagram y dije: 'Hostia, el 38'. No te dan a escoger el número. Si tuviera que elegir uno, me quedaría con el 39. Fue con el que debuté con el Barça Atlètic el año que me lesioné. Nos gusta a mí y a mi familia.
Otra: ¿por qué celebras todos tus goles haciendo el saludo militar?
¡Salió de mi tío! Estábamos hablando y me dijo: '¡Soldado!'. Así se quedó.
Todo este crecimiento te ha traído a la Selección. ¿Qué prometes si ganáis el Europeo?
Siempre es bonito representar a tu país. Y más en una Ronda Élite como esta, con el objetivo de clasificarnos para Malta. Si ganamos el torneo, ya he hecho la promesa de que me voy a teñir el pelo. Ya veré de qué color (risas).