Ancelotti no entiende nada con Modric y Kroos: dio por sentado hasta tres escenarios menos el que se confirmó
El tobogán sentimental que ha vivido el técnico italiano resume a la perfección las negociaciones club-jugadores: asimiló que ambos se iban, luego que seguiría sólo el alemán y más tarde los dos...

La resolución de los casos de Modric y Kroos ha mareado a más de uno. Y que nadie se atreva a sentenciar aún nada. En un mundo con Xavi y donde hasta el presidente del Gobierno va y viene con las decisiones sobre su futuro, todavía puede pasar de todo en esta peculiar historia de centrocampistas. Sin embargo, lo ocurrido hasta la fecha ya ha dejado una huella considerable. Ancelotti, sin ir más lejos, es de los que ahora mismo no entiende absolutamente nada. Hasta el punto de que, si le dieran a elegir, intercambiaría las resoluciones.
Pese a que públicamente siempre se va a poner al servicio del club, reforzará las elecciones de sus jugadores y será un firme abanderado del consenso una vez más, la realidad es que el desarrollo de los acontecimientos en esta telenovela no tiene una sencilla explicación para él. Resumiendo mucho lo que ha pasado desde el verano, el italiano llegó a dar por sentado que ambos escuderos volarían lejos del Bernabéu donde han sido leyendas por el club, luego que sólo uno de ellos continuaría a su lado y, al final, que podría contar un año más con ambos. Ha llegado a interiorizar cualquier escenario menos el que se ha dado, con mazazo incluido en la caseta.
Visto lo visto, si alguien quiere señalar a algún periodista, de los que manejan información de verdad, porque un día dijo una cosa y ahora ha sucedido lo contrario, adelante. Están en su derecho. Pero que previamente hable con Carletto antes de condenarlo sin juicio. Lo que se ha ido contando en espacios con credibilidad es lo que realmente sucedía y no lo que a cada personaje involucrado le hubiera gustado que pasara. Kroos y Modric han transitado por todos los estados posibles a lo largo de la temporada, pero lo único cierto (a esta hora) es que el alemán colgará las botas después de la Eurocopa y el croata seguirá otra temporada vestido de blanco.
Pero esto no estuvo siempre así de claro. De hecho, Ancelotti llegó a interiorizar desde el pasado verano que había que ir reconstruyendo el centro del campo porque el club estaba decidido a cortar la relación con Kroos y Modric. La justificación es que había que dar paso a la savia nueva. Eso sí, tras demostrarles el cariño que se les tiene y despedirles a lo grande. Los pesos pesados de la dirección deportiva son de la misma opinión que Kroos: es mejor dejarlo en lo más alto. Nadie tenía dudas de los pasos a seguir, y menos tras haber sido capaces de ponerse firmes anteriormente con jugadores de la talla de Cristiano Ronaldo, Ramos o Benzema. Iba a dar pena alejarse de dos mediocentros de leyenda, pero había que tomar la decisión.
Están fuera pero...
Mientras Ancelotti le hacía ver a Tchouameni que era el nuevo jefe del barco con vistas al medio plazo, incluso cuando más le costaba llevar el timón y era criticado, e iba dando más peso poco a poco a Camavinga, Kroos (34 años) había decidido revolverse y morir matando. En concreto para demostrar quién era, reivindicarse y salir por la puerta grande, liderando desde el campo y no agazapado en el banquillo. Después de comenzar como suplente en el primer partido de Champions y en tres de los primeros cuatro encuentros de Liga en favor de Modric -algo que le hizo reflexionar mucho-, el teutón comenzó a coger más y más protagonismo.
Una derrota en septiembre en el Metropolitano (3-1), la única hasta el momento del curso, enfadó bastante a Florentino Pérez y fue clave. El presidente, que es bastante transparente, deslizó a su círculo más próximo, seguro de que siempre hay pequeñas pero oportunas filtraciones que llegan donde él pretende, que ya no podían seguir jugando junto los dos pilares de la medular que acababan contrato. De ahí que fueran alternándose, porque los mensajes calan de arriba abajo, hasta que Kroos ganó definitivamente la partida y fue a más. La elección le benefició.
Desde ese momento, la situación de Kroos comenzó a cambiar por completo. Coincidió con el hecho de que sus registros físicos, puntualmente registrados por el laboratorio de Antonio Pintus, estaban mejor que nunca y que, además, la selección de Alemania le pedía una y otra vez careos para debatir sobre su futuro y el hecho de haber renunciado. Había una Eurocopa a la vuelta de la esquina y en su casa. Kroos se sentía de cine, así que en alguna conversación informal pactó que igual se podía alargar una temporada más esta aventura que le mantiene, con cuatro Champions en su bolsillo, como uno de los jugadores más importantes y laureados de la historia.
Ahí quedaron las intenciones. Después, ya en 2024 y tras haber logrado la Supercopa de España tumbando al Atlético y haciendo añicos al Barcelona, se dio otro paso más. No hubo firmas de por medio, sino un refuerzo a ese pacto de caballeros. Sin más. Ancelotti empezó a asimilar entonces que su ojito derecho iba a renovar hasta 2025, por lo que le dio definitivamente las llaves del equipo, le entregó los galones como su juego reclamaba y se frotaba las manos con el futuro de este equipo donde Kroos iba a asistir y Mbappé tendría que rematar. Ancelotti estaba recientemente renovado hasta 2026 y ante el momento más dulce de su carrera. Kroos fue sumando minutos (más de 3.000 ya, siendo el sexto más utilizado), asistencias (9), goles (1) y elogios. Mientras, Modric (38 años) era la cara de la otra moneda. El Madrid seguía convencido de que, con lo que cobraba y ya participaba, lo mejor era una salida. Y sus continuas suplencias (siete partidos sin disputar ni un minuto) reforzaban la estrategia.
La metamorfosis
A esas alturas, Ancelotti había pasado de quedarse sin Kroos ni Modric a atar al menos a uno de los dos. Y, encima, al más joven y el más imprescindible por el puesto que ocupa, las prestaciones que aporta y los recambios que había. Sin embargo, una frase en un viaje liguero comenzó a escamar a más de uno. "El año pasado me ofrecieron la renovación en febrero y ahora estamos en abril y nada...". Kroos empezaba a ver que algo no marchaba y que el club no tenía tanto interés como se aparentaba. Así que empezó a convencerse de que lo mejor era acabar la relación. Esa amarga sensación de tener que hacerse querer no le gustaba nada. Y antes (este año) o después (el próximo) podrían llegar unas fricciones que quería regatear a toda costa. Fue en el vuelo de regreso de Vila-real el pasado domingo cuando dejó caer a algunos íntimos la bomba madurada. Hasta que horas después la compartió con el presidente y con el entrenador. Para Florentino, que le admira, fue una situación más de la vida. Para Carlo, que le ve como a un hijo, fue un hachazo en el corazón. "Es la decisión de un hombre con huevos", destacó el italiano en rueda de prensa sobre el punto y final puesto por el alemán
Pero que nadie piense que porque Kroos no fuera a seguir, como comunicó el martes por la mañana de forma pública, Modric había ganado opciones de continuar. No era un segundo plato para nadie. Sus negociaciones han sido paralelas, comenzaron hace más tiempo y no han llegado a cruzarse. En el caso del croata ha sido él mismo quien más interés ha puesto en alargar un año el contrato antes de que se conociera la decisión del alemán. Por eso, Ancelotti vivió al menos una semana con la certeza de que, tras mucho ruido alrededor, iban a seguir dos de los jugadores que le han elevado a los altares. Así lo compartió con su núcleo duro. Y con alegría. El rendimiento de ambos y su magisterio a los jóvenes le vienen de maravilla.
El Madrid no hacía más que cumplir con Modric con la promesa que lanzó en su momento: la opinión de un hombre tan querido como él, que ha hecho historia con mayúsculas, iba a ser determinante a la hora de sentarse. Y así fue. Luka aceptó de buen grado -incluso lo propuso él- revisar su contrato, cobrar bastante menos y acabar sus días como profesional en su casa y no malviviendo por Arabia u otra cárcel de oro. Sus negocios en Madrid (el último, de pádel, en Las Tablas) y su familia, le animaron a dar el paso. El hecho de poder superar a Gento con más Copas de Europa (lleva cinco, está cerca de la sexta y con Mbappé nadie descarta más) le tiene emocionado. A final de julio o principios de agosto se unirá a una nueva pretemporada que arrana el 15-J.
Estos días, todas las partes tienen en mente compartir oficialmente cuanto antes la información con el madridismo, pero Ancelotti suplica desde que arrancó esta semana para que la plantilla se centre en Wembley y este tipo de renovaciones (como la de Lunin hasta 2029, Lucas Vázquez hasta 2025 e incluso la que hay en mente con Carvajal) se terminen de cerrar y airear a partir del 2 o 3 de junio. El míster espera que, ya que con Kroos no se ha hecho el último esfuerzo económico que suplicaba para hacerle una oferta irrechazable, al menos en eso le hagan caso.