Así es Pere Romeu, el nuevo entrenador del Barça femenino: todo empezó con una rodilla rota

De fondo, la última canción del rapero Cruz Cafuné. En el iPad, 'Esta ambición desmedida', el documental de C. Tangana. El que escucha y ve es Pere Romeu, mientras descorcha un buen vino. Es una escena inventada, por supuesto. Pero sirve para dibujar al que será el nuevo entrenador del Barça, Pere Romeu, y desvelar algunas de sus aficiones: la música de esos dos artistas y su devoción por el vino y la buena comida. A falta de los últimos flecos -correspondientes a asuntos contractuales- el técnico catalán será el sustituto de Jonatan Giráldez, que abandonará el club al final del curso.

Y es que al mejor equipo del mundo le va a entrenar "una muy buena persona" y un muy buen amigo de Iván de la Peña y Luís García, según las fuentes consultadas. En este artículo, y a través del testimonio de varias personas, Relevo radiografía al nuevo técnico del Barça. Desde uno de sus descubridores hasta los que compartieron sus primeros años en el club culé.

Uno de las primeras personas que le vio madera de líder fue Marc Fernández, el actual director deportivo del CP Sarrià. "Fue en el 2011, Pere tenía 18 años (ahora, 30) y jugaba en uno de los juveniles del CP Sarrià. Yo era su entrenador y el coordinador de la entidad", recuerda.

En su segundo año en la categoría, Pere se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla, alejándose del verde durante ese curso y parte del siguiente. "Durante ese tiempo, Pere siempre iba a ver jugar a su equipo y ayudaba al cuerpo técnico en todo lo que podía. Hasta el punto que acabó formando parte del mismo durante el tiempo que estuvo de baja y aportó muchas ideas interesantes. En el último tramo de la temporada puedo ayudar al equipo dentro del terreno de juego y acabamos ganando la liga y subiendo de categoría". Y, ahí, fue cuando le picó el gusanillo. Cosas del destino. Su camino comenzó con los más pequeños.

"Tenía mucho interés y mucha pasión por el futbol. Aparte, se le veía muy buen trato con los niños. Así que le dimos la oportunidad de debutar como entrenador en benjamines. Tenía clarísimo que dicha apuesta saldría bien", confiesa Marc.

Antes de convertirse en entrenador, Pere era un buen mediocentro. "Lo hacía bien, muy posicional, buena visión de juego, organizador. Marcaba muy bien los tiempos del partido", detalla Marc. "¿Patri Guijarro?", le pregunto. "Menos llegador. Me gusta más la comparación con Keira Walsh", se ríe Marc.

Uno de las señas de identidad de Pere Romeu es la educación. Todas y cada una de las personas con las que Relevo se puso en contacto destacaron sus "buenas formas", su "trato cordial" y su respeto hacia las jugadoras. Es más, ese buen hacer fue el que cautivó al Barça, además de su forma de ver el fútbol.

"Lo fichamos porque, al igual que seguíamos a los jugadores, también a los entrenadores". Él estaba en el infantil del L'Hospitalet. Nos gustaba mucho su idea de juego, cómo lo veía", recuerda Jordi Roura, el que fue el segundo entrenador de Tito Vilanova. "Nos llegó muy buena información de él como persona", añade. "Nos llamó mucho la atención su forma de actuar", cuenta Aureli Altimira, el responsable del fútbol base del Barça al otro lado del teléfono.

Su camino comenzó en el Benjamín C del Barça, en la temporada 2017/18, en fútbol 7... y como tercer entrenador. "Estuvo tres años con nosotros. Aprendía muy rápido, era muy ambicioso, pero a la vez muy correcto. Aportaba mucho", recuerda Aureli. "Le caía muy bien a todo el mundo y era muy serio en su trabajo", añade. Tan sólo le bastó un curso para convertirse en el segundo entrenador del Cadete B. Y fue ahí cuando entrenó a las nuevas estrellas del Barça, como a Gavi. Tras esa etapa, probó suerte en Rumanía como segundo de Rubén de la Barrera. Pero la apuesta no salió bien y Markel Zubizarreta lo recuperó y le metió en el fútbol femenino. "Se le veía que era un hombre destinado a ir ascendiendo", reconoce Jordi.