FÚTBOL FEMENINO

Un tuit desvela años de presunto maltrato psicológico de Roger Lamesa a sus futbolistas: "A día de hoy, estoy tomando antidepresivos"

Relevo ha tenido acceso a varios testimonios. Lamesa niega problemas en club alguno y desde el Levante no salen de su asombro.

Roger Lamesa, durante su etapa como entrenador del Levante en un partido de Liga F ante el Barcelona. /GETTY
Roger Lamesa, durante su etapa como entrenador del Levante en un partido de Liga F ante el Barcelona. GETTY

"Por fin ese psicópata salió y no debería volver a acercarse al fútbol femenino. Ni a ningún otro deporte, en realidad. Seis meses tarde, pero más vale tarde que nunca. Un acosador que lleva a las jugadoras más cerca de la depresión que del desarrollo". El tuit de Michael Kallback, dueño de Neverland Management -una agencia de futbolistas-, corría como la pólvora en X.

Kallback acusaba —gravemente— a Roger Lamesa (6 de agosto de 1990, Lleida), que acababa de ser destituido del Levante, y desvelaba una situación que dejaba de ser desconocida públicamente sobre el presunto mal comportamiento del entrenador catalán con sus futbolistas. Y lo hacía con conocimiento de causa: su agencia representa a Emma Holmgren, la portera sueca del conjunto granota. Kallback acababa de prender la mecha.

El tuit provocó una oleada de reacciones. Entre ellas, las de las futbolistas que habían estado a las órdenes de Roger en algún momento de sus carreras y se sentían identificadas con las palabras del agente sueco. "Me dio un ataque de ansiedad y se me agarrotaron las manos", desvela a Relevo una de las afectadas tras una reunión con él. "Me acuerdo que había una pared detrás de mí y el tío con el dedo en la cara y hablándome, yo notaba sus escupitajos en mi cara", añade otra. También señala: "Me quitó tanto las ganas de jugar al fútbol...". Y una última persona confiesa: "En un entrenamiento me hice un esguince de tobillo, no era grave, pero me tiré un mes y pico lesionada. Quería alargarlo lo máximo posible, no quería compartir espacio con él, me daba miedo".

¿A qué se refería Michael con el tuit? ¿Había más jugadoras afectadas? ¿Por qué Roger Lamesa no debería volver a acercarse al fútbol femenino ni a ningún otro deporte? ¿El papel del Levante? ¿Qué dice el acusado? "Para nosotros, la seguridad de nuestras jugadoras es una prioridad. Especialmente, después de todo lo que ha sucedido en el fútbol femenino anteriormente, es nuestra responsabilidad asegurarnos que nuestras jugadoras estén en un entorno seguro", asegura Michael a Relevo tras la publicación del tuit. A lo largo de estas líneas, Relevo, que llevaba tiempo siguiéndole la pista, intenta dar respuesta a todas estas preguntas.

La reunión del 7 de enero y la rescisión del contrato de «mutuo acuerdo»

Antes de comenzar con el relato, cabe destacar que Relevo, también, se ha puesto en contacto con Roger Lamesa. En unas declaraciones, que se completan más adelante, Roger es tajante: "Nunca he tenido un problema en ningún club en el que haya trabajado".

Durante su etapa como entrenador, Roy (como se le conoce en el mundillo) ha dirigido al Unió Esportiva Lleida, Lleida Esportiu (o UE Balafia), al segundo equipo del FC Pune City (2016-18), SE AEM Lleida, Granada y, por último, Levante. Ahora está sin equipo desde que el club valenciano rescindiera su contrato el pasado 10 de enero.

Su último club, el Levante, no sale de su asombro. Aseguran no saber nada del supuesto mal comportamiento de Roy y defienden que su sustitución responde a motivos —únicamente— deportivos. Antes de su marcha, el conjunto granota ocupaba la antepenúltima posición en la tabla.

"El club no es conocedor de ningún mal comportamiento ni actitud del entrenador con ninguna jugadora. De hecho, de ser así, el club habría actuado. Tenemos un 'Plan de Igualdad' que hemos implantado con formación en temas de acoso que han hecho las propias deportistas y somos muy exigentes y rigurosos al respecto. La dirección deportiva en ningún momento ha recibido ninguna queja ni de ninguna de las jugadoras por el comportamiento de Roger Lamesa. De hecho, tanto para la dirección deportiva como para el club, ha sido un entrenador que ha trabajado mucho y muy bien, aunque los resultados no le han acompañado. Efectivamente, la destitución se debió solo a los resultados y a la falta de puntos en la clasificación".

No obstante, según pudo saber Relevo, el día 7 de enero se produjo una reunión entre las futbolistas, Edgar Sornosa (secretario técnico del Levante femenino) y Ruth García (responsable de la secretaría técnica del Levante femenino y única representante del fútbol valenciano en la nueva junta directiva de la RFEF). "Muchas jugadoras prefirieron no hablar, pero todas estaban de acuerdo en que el problema era él. El club dijo que, en ese momento, no tenían dinero para despedir a Roger (firmó hasta el 30 de junio de 2026)", desvela una testigo del encuentro.

Tres días después se produjo la destitución del técnico catalán. Cabe destacar que el cese fue "de mutuo acuerdo" tras los malos resultados del equipo en Liga F y Roger Lamesa renunció al año y medio restante de contrato (y a su correspondiente salario), tal y como adelantó Sin Tregua Radio y confirmó Relevo.

Respecto al resto de clubes, tanto el Granada como el AEM Lleida —los dos últimos equipos que Roger Lamesa dirigió antes de poner rumbo al Levante— ofrecen la misma postura. "El tiempo que estuvo Roger en nuestro club, que fue en dos etapas, la primera como coordinador de la base antes de ir a Pune de la India y la segunda de entrenador del primer equipo cuando regreso de allí, no mostró ninguna actitud de este tipo. En concreto, tres jugadoras que habían estado con él en el AEM ficharon por el Granada cuando Roger se hizo cargo del equipo. Por lo que entiendo que la gestión del vestuario aquí fue buena. Una vez salió del club, desconozco la relación que ha tenido con jugadoras en los dos clubes que ha estado", destacan desde la entidad catalana.

"Desconozco esta situación. Aquí, además de éxito deportivo, le guardamos mucho cariño. Terminó su etapa porque él así lo entendió, no por otra cuestión. El recuerdo aquí es de una persona correcta que logró los objetivos deportivos que se le marcaron. No tenemos constancia de queja o problema con jugadoras ni de ningún empleado", señalan desde el Granada.

Sin embargo, varias de las futbolistas consultadas desvelan a Relevo que sí trasladaron algunas de estas situaciones a miembros de sus respectivos equipos. Pero su falta de apoyo añadió todavía más "miedo" a la hora de denunciar, pues sentían que era impune. "En el cuerpo técnico eran muy buenos tíos, pero me da igual que seas buen tío, si tú ves lo que ves, no puedes defender lo indefendible. Para mí, han sido marionetas de Roy, todos. Y eran superbuenas personas porque además son de la casa, pero él se los ha cargado. O sea, yo creo que lo que hacía con nosotros, lo hacía con ellos", denuncia una futbolista.

«Dictador», «un carácter muy fuerte», «múltiples cambios de humor»...

Durante los días posteriores al tuit de Michael Kallback, Relevo ha tenido acceso al testimonio de más futbolistas que han compartido vestuario con él en algún momento de sus carreras. Una amplia mayoría ha preferido (y pedido) mantener su anonimato "por miedo" y confirman que habría más jugadoras afectadas por este presunto maltrato psicológico en el ámbito laboral. Tampoco quieren dejar pistas: no quieren referencias temporales ni menciones al club al que pertenecen o pertenecieron en aquel momento. A muchas de ellas, el tuit de Michael les dio fuerzas y les ha costado mucho llegar hasta aquí. Razón por la que sus testimonios no han visto la luz hasta ahora.

Tras hablar con ellas, una de las primeras conclusiones que se extrae es que todas las declaraciones siguen un mismo patrón a la hora de definir a Roger Lamesa. Describen al exentrenador del Levante como un "dictador", "una persona controladora", con "un carácter muy fuerte" y con "múltiples cambios de humor". "Había que ir a saludarle a la oficina como si fuera un rey. Muchas jugadoras no querían ni siquiera ir y saludarle a solas. Muchas jugadoras, incluyendo a Emma, esperaban a que llegaran otras compañeras para ir y saludarle juntas. Grita mucho y puede ser muy agresivo", señala Michael Kallback.

También, hay otras jugadoras que, tras coincidir con Roger Lamesa en los últimos años, han mostrado una postura diferente y niegan haber sido testigos de algún comportamiento de esta índole, con jugadoras que trasladan haber mantenido una buena relación con él en este periodo. Aunque, algunas de ellas, admiten ser conocedoras de que esta percepción no es la misma que tienen otras compañeras.

Ataques de ansiedad, de pánico y una baja

"Era muy controlador. Ahora, te estoy hablando de fuera del campo, pero en el vestuario era igual. Por ejemplo, cada vez que a él no le parecían bien las cosas, nos metía en el despacho o no, porque había más gente. Si no, nos metía en la piscina, donde estaba la zona de recuperación y todo eso", recuerda una jugadora.

"Ese mismo día, también aprovechó y me dijo otra cosa. Me acusó de que no hacía caso a los planes de partido. Yo le hablé normal y él empezó a decirme: 'Me estás llamando mentiroso', mientras me señalaba con el dedo en la cara. Me acuerdo que había una pared detrás de mí y el tío con el dedo en la cara y hablándome, yo notaba sus escupitajos en mi cara", desvela.

Para las futbolistas consultadas — destacan que son las que se han atrevido a alzar la voz (aunque el miedo todavía las mantenga en el anonimato, pero que hay muchas más— los ataques de ansiedad y de pánico eran habituales. "Yo me fui del equipo pero, sin exagerarte, nos podíamos haber ido quince", confiesa una futbolista. "Nos ha hecho tanto daño a tanta gente. A mí me quitó tantas ganas de jugar al fútbol...", añade otra.

"Me acuerdo que había una pared detrás de mí y el tío con el dedo en la cara hablándome, yo notaba sus escupitajos en mi cara"

Una futbolista que estuvo a las órdenes de Roger Lamesa

"Cada vez que llegaba a la ciudad deportiva me daba un ataque de ansiedad y de pánico y yo no quería ir", confiesa otra de las jugadoras a la que el presunto comportamiento de Roy le costó la baja. "Entonces, me cogí una baja, un psicólogo, porque no sabía tratar nada. Cada vez estaba más tiempo en mi casa, cada día tenía más fobia de ir. Tenía mucha fobia, miedo, yo no quería ir a ver a mi equipo, no podía verlo por redes sociales, ni por la tele, y eso que mis compañeras del club no tenían culpa. Pero lo pasé muy mal".

"Gracias a él, bueno, por desgracia, a día de hoy estoy tomando antidepresivos. Yo me fui del equipo y quería dejar el fútbol", sentencia.

Y recuerda su ataque de ansiedad más fuerte: "Se me agarrotaron las manos así –gira las manos-, se me tuvo que sentar una persona detrás, en un pasillo que hay en la ciudad deportiva. Me sentó para tranquilizarme, porque yo no podía ni respirar. En la vida me había pasado, o sea, se me torcieron de la misma ansiedad. Total, que mis compañeras me vieron así. Ellas se fueron a la sala de vídeo. A él, por cierto, le molestaba mucho que la gente viese que había una jugadora que estaba llorando por él. Me llevan al vestuario, que no estaban mis compañeras, y toca alguien a la puerta, y le digo 'por favor, te pido que no venga'. Porque, en ese momento, yo ya estaba hasta la deriva, y yo ya, ese maltrato psicológico que me estaba haciendo y que estaban haciendo mis compañeras, yo no podía más. Entonces, ese día, yo estoy mal, estoy así, que no puedo ni respirar en el vestuario, y toca la puerta y dice que quiere hablar conmigo. Le dije que por favor no y, aun así, entró. Se sienta en la camilla, yo sentada en el vestuario sin mirarle, supernerviosa, y él enfrente, y me dice que, por favor, que si tengo que llorar, que llore en otro sitio, y que mis compañeras van a entrar al vestuario y que no me vean así", acaba.

"Gracias a él, bueno, por desgracia a día de hoy estoy tomando antidepresivos. Yo me fui del equipo y quería dejar el fútbol"

Una futbolista que estuvo a las órdenes de Roger Lamesa

Michael Kallback desempolva otra situación: "Roger le dijo a Emma que necesitaba hablar con un psicólogo y que él quería estar en esta reunión con el psicólogo". Y continúa: "Le dijo 'te hemos fichado, necesitas adaptarte a la cultura española, no puedes seguir con la sueca, necesitas ser la 'Emma española'". En su primera reunión con el psicólogo, Roger estuvo presente. "Emma ha llorado mucho, ha tenido varios ataques de pánico y ha sentido cómo el cuerpo ha reaccionado ante esto. Tenía un nudo en el estómago y sentía presión en el pecho. Cuando la ansiedad provoca reacciones en el cuerpo de alguien, las cosas han ido demasiado lejos", describe Michael.

Una cuarta futbolista desvela: "En un entrenamiento, me hice un esguince de tobillo, no era grave, pero me tiré un mes y pico lesionada. Quería alargarlo lo máximo posible, no quería compartir espacio con él, me daba miedo. Alargué muchísimo esa lesión. Se olvidaba mi nombre en los entrenamientos, a lo mejor decía el de todas y el mío se le olvidaba. Al final, eran pequeñas cosas que se convierten en muchísimo".

Cambios bruscos de comportamiento

Según las fuentes consultadas, otra de las conductas más habituales del exentrenador del Levante eran sus cambios de humor: "Es una persona que siempre te va a poner buena cara y va a ser respetuoso contigo, pero cuando te conoce, ve que eres débil, cuando ve que puede sacar de ti lo peor y que puede hacerte pequeña, es ahí cuando empieza", señala uno de los testimonios.

"Roy atacó a Emma con arrogancia y en un tono bastante agresivo muchas veces. Ella intentaba no llorar, pero le aparecían lágrimas en los ojos y se le ponía un nudo en la garganta. Entonces, de la nada, Roy le hablaba con voz realmente agradable y le decía buenas palabras. Es el comportamiento de un psicópata. Una vez, se reunió con Emma y ella tenía lágrimas en los ojos y comenzó a llorar por todo lo que estaba pasando. Se tuvo que meter en el baño para recuperarse. Después, en el calentamiento, Roy fue a abrazarla y le dijo que tenían que ser felices y que se iban a sentir bien", cuenta Michael. "No tengo nada de qué avergonzarme por apoyar a nuestras jugadoras, y si Lamesa tiene un problema con eso, tengo la solución perfecta para él: 'No seas imbécil. Trata a tus jugadoras con respeto y no volverás a estar en una situación como esta. Simple. Es realmente así de simple'", añade el sueco.

"De repente, en una semana te mimaba, bueno, te hacía caso y, de repente, estabas un mes sin jugar. Te tocaba en plan, ahora me caes mal tú, entonces iba a ir a por ti a machacarte, pero a más no poder. Delante de gente del club, de la directiva, nunca decía nada. Siempre era todo súper guay y súper buen tío. Él sabía a por quién tenía que ir y a por quién no y yo en ese momento era una persona súper débil", confiesa otra fuente. "Como era tan controlador, creo que tenía, en realidad, a todos de su lado por miedo. A mí me han llegado a hacer comentarios de decir, no le digas a Roy que estoy aquí. Yo es que te he querido ver, pero no digas que estoy aquí", añaden.

Las lesiones le «sacaban de quicio»

Las lesiones le "sacaban de quicio". "En un partido, una rival me hizo una entrada y me caí de rodillas. No me podía mover. Entonces, estuve en el suelo como dos minutos porque Roy le dijo al fisio que no saliera, porque era yo y que era mentira. Me obligó a levantarme y a seguir jugando para perder tiempo. Entonces, cuando él me hiciera una señal, me tenía que tirar al suelo. Yo llorando, el balón me pasaba por al lado y no hacía nada porque no me podía mover. Me hizo la señal, me tiré al suelo y nada, en ese momento, ya tenía la rodilla bloqueada y no podía ni andar. Fuimos en autobús, ocho horas de vuelta y nadie del equipo, ni del staff, ni ninguna de mis compañeras me preguntaron cómo estaba porque Roy les dijo que no me dieran bola porque cuando más bola me dieran más iba a exagerar", recuerda una de las futbolistas consultadas.

"Me pasé ocho horas de vuelta que no me podía mover. Paramos en una estación de servicio, me tuvieron que coger entre dos del staff en brazos en el área de servicio y me llegó un WhatsApp de Roy preguntándome si estaba bien, estaba a dos metros de mí. Al día siguiente, fui al hospital y tenía roto el cruzado posterior. Al día siguiente, antes de tener los resultados, fui en muletas al entreno porque no podía apoyar la pierna. Nada más verme ni me miró a la cara y me dijo: 'Ya te estás quitando eso que las muletas enseguida vician'. Y no me hizo caso. Era invisible. A partir de ahí mi relación empezó a torcerse", añade.

"Nadie del equipo, ni del staff, ni ninguna de mis compañeras me preguntaron cómo estaba porque Roy les dijo que no me dieran bola porque cuando más bola me dieran más iba a exagerar"

Esa misma futbolista recuerda otro incidente relacionado con las lesiones: "Después de un partido hablé con el fisio porque tenía dolor en el tendón, entonces, en ese momento, aparece Roy, se van los fisios, se cierra la puerta, me quedo sola con él en el fisio y me empieza a decir que ya puedo estar quitando esa cara de pena, que no llore. Esto chillando, nariz con nariz. Y que él también tiene muchos problemas. Me dijo que si no estaba para jugar que levantase la mano, en ese momento se gira (encima de mí había una pared) y pega tres puñetazos encima de mí en la pared, pero como un loco, con los ojos salidos de las órbitas. Yo de ahí salí cagada, llorando. Yo no quería volver ahí y luego empecé a tener lesiones".

Emma también sufrió el presunto mal hacer de Roger. La guardameta sueca sufría de problemas en la cadera. "Él le dijo: 'Si no quieres entrenar, vete a casa, estás fuera'". Pero Emma, según relata Michael, quería quedarse y hablar con los médicos. "Roy le respondió: 'Vete a casa, hablamos después del entrenamiento, no quiero escucharte'", relata el agente de Emma. El asunto se alargó y Roy cada vez era "más arrogante". "Emma le decía que esto (refiriéndose a la lesión) ya le pasaba con José (José Luis Sánchez Vera) y él repetía todo el rato que él no era José, tenía complejo de él", señala Michael.

Roger Lamesa: «No soy un psicópata, ni llevo a la depresión a las futbolistas»

Unos días después del tuit, Relevo se puso en contacto con Roger, quien desvela que el "asunto está en manos de sus abogados". "La verdad es que, incluso yo, no soy consciente del tuit hasta el domingo por la tarde o noche. Me coge muy a contrapié. Primero, por lo que supone leer en redes sociales esas palabras tan duras hacia mi persona y porque en las últimas semanas, es verdad que en el Levante, tuve que quitar las redes sociales porque las críticas hacia mi persona, en relación a los resultados, habían sido duras y es algo en lo que supongo que a todo el mundo le cuesta manejarse", cuenta. "Me transmiten que hay ese tuit y directamente lo pongo en manos de mi agencia de representación, de mis abogados", añade.

Respecto a las palabras de Michael, asegura: "No soy un psicópata, ni llevo a la depresión a las futbolistas. Siempre he tenido unas líneas que, como entrenador, no puedo cruzar y que si nos metemos, no solo en el deporte femenino, sino en cualquier deporte, hay un rigor ético que debemos respetar y que somos conscientes. Cuando nos ponemos a ser entrenadores no puedes actuar de esa manera". "En mi etapa en el Levante se me llegó a pedir en varias ocasiones, por parte de las propias capitanas, en representación de las jugadoras que fuera más estricto, lo que difícilmente se pide a alguien que se está propasando con sus jugadoras", añade.

También asegura que ninguna futbolista le transmitió su malestar: "Hemos estado en contacto directo cada día con el equipo, con las capitanas, con las futbolistas, dirección deportiva… en contacto directo por, imagínate, el montón de problemas que se tienen encima cuando se pasa una DANA, la cantidad de partidos aplazados. Ha habido muchas oportunidades, precisamente, de tener un contacto directo de todas las partes, pero nunca hemos tenido que resolver ese tipo de problemas. Si hubiese sido un psicópata, el club hubiera actuado frente a ello. El Levante es un club con una historia muy importante en España y no creo que sus dirigentes hubiesen permitido que eso sucediera". Además, añade que hasta el día de hoy ha seguido recibiendo mensajes de apoyo por parte de numerosas futbolistas del Levante, Granada y AEM.

Relevo le traslada los testimonios del resto de futbolistas, los mencionados con anterioridad en el texto, y Roger es tajante: "Nunca he tenido un problema en ningún club en el que haya trabajado y actuaré en defensa de mi honor y mi reputación contra cualquiera que pretenda lesionarla con falsedades. A partir de aquí, por favor contactar directamente con mis abogados, que son los que a partir de este momento se ocuparán de este asunto".