El Real Madrid tira de épica para iniciar su gran remontada

"Sí se puede, sí se puede". La afición del Real Madrid empujó con sus cánticos a un equipo que firmó una tarde épica en el derbi ante el Madrid CFF. Tras la eliminación en la fase de grupos de la Champions, el equipo blanco se presentó en su primer partido de este exigente mes de enero -Clásico en la Supercopa, Copa...- con el objetivo de lamerse sus heridas. Lo consiguió en un partido de infarto, con una remontada en el tiempo de descuento.

De esta forma, el cuadro de Alberto Toril esquiva un nuevo lío en la Liga F, donde gana un pulso ante un rival directo y sale de su mala racha: acabó el año con cuatro partidos ganados de once posibles. El equipo madridista se marchó al parón navideño con la segunda plaza en el bolsillo. Sin embargo, era consciente de que este derbi madrileño era una final en el pulso por la clasificación para la Champions. El examen acabó con nota en Valdebebas, con un equipo que demostró personalidad para remontar el encuentro in extremis. Pese a perder la segunda posición, queda tercero con los mismos puntos que el Levante, que ocupa el subcampeonato.

Con poco, el Madrid CFF consiguió apretar a las de Toril en un final no apto para personas con problemas cardíacos. El conjunto de Víctor Martín aguantó con entereza con una gran solidaridad defensiva y supo aprovechar un rechace de Misa en el minuto 90 para poner el 0-1. La encargada de mandar la pelota a la red fue Cristina Librán.

No se vino abajo el Real Madrid, que había apretado hasta la saciedad en una gran segunda parte. El cuadro de Toril tiró de espíritu y empató el encuentro en el minuto 95 con un gol de Ivana Andrés. La central valenciana lució con orgullo su brazalete al echarse su equipo a la espalda en un 1-1 que dio fe a las blancas. 

Poco después, Moller culminaba la locura con un testarazo que da oxígeno a las de Toril en medio de la crisis. Su gol, en el último minuto, fue mágico. Y lleno de vida para un equipo que estalló en alegría. No es para menos. Acaban de salvar uno de las bolas de partido en la temporada al grito de "hasta el final", como reza uno de sus lemas más conocidos.

Ahora, el conjunto de Toril inicia su particular cuesta de enero, con la Supercopa a la vuelta de la esquina. El cuadro blanco se medirá al Barça en las semifinales de este torneo en la que será su segunda parada del año. Una exigente prueba a la que llegan con un gran chute de moral tras su gran victoria ante el Madrid CFF.