FÚTBOL FEMENINO

La reforma 'silenciosa' del Barça es otra pista para explicar su hegemonía

El club azulgrana ha construido un doble gimnasio para sustituir la habitual carpa donde se ejercitaban las jugadoras.

Alexia Putellas e Irene Paredes, durante una sesión de gimnasio, en el inicio de esta temporada en el Barça.  /FC BARCELONA FEMENINO
Alexia Putellas e Irene Paredes, durante una sesión de gimnasio, en el inicio de esta temporada en el Barça. FC BARCELONA FEMENINO
Mayca Jiménez

Mayca Jiménez

"¿Por qué son tan buenas?". Es la pregunta que se repite en bucle cada vez que el Barça gana por una gran ventaja, como el 10-1 que le endosó en la pasada jornada al Granada, o levanta un título -el curso pasado hizo pleno con Liga, Copa, Champions y Supercopa-. La respuesta es amplia y obliga a mirar al pasado y al contexto. Porque las mejores son aún más mejores por lo que les rodea y, tras una gran apuesta por su sección femenina para convertirla en campeona de todo, el Barça no mira a un lado ante cualquier necesidad de sus jugadoras. El último movimiento de la entidad azulgrana en este sentido ha sido la reforma llevada a cabo en su Ciudad Deportiva.

Desde la pasada temporada, la entidad culé ha ido llevando a cabo cambios como la construcción de un doble gimnasio que sustituye a la habitual carpa en la que las jugadoras se ejercitaban. A pesar de que desde el club indican que aún quedan retoques y que no será el único cambio, la nueva instalación cuenta con una doble sala, una con suelo de goma y otra de con césped, para adaptarse a los diferentes trabajos. Concretamente, la primera sala tiene un suelo más técnico para trabajo de fuerza y, la que cuenta con césped, está destinada a trabajo de activación y a ejercicios con balón.

Se trata de un nuevo paso del que ya disfrutan las jugadoras del primer equipo femenino. Atrás queda la carpa en la que las futbolistas realizaban ejercicios de físico. Un lugar reconocido que ha sido escenario de momentos históricos en la intimidad del vestuario como la despedida de futbolistas o la celebración, entre compañeras y antes del comienzo de los entrenamientos, de los Balones de Oro de Aitana Bonmatí o Alexia Putellas.

Ona Batlle, jugadora del Barça, durante una sesión de gimnasio.  FC BARCELONA FEMENINO
Ona Batlle, jugadora del Barça, durante una sesión de gimnasio. FC BARCELONA FEMENINO

El Barça ha sido pionero y quiere seguir llevando la batuta en el crecimiento del fútbol femenino español. A pesar de que costó que el club quisiera integrar al femenino en su estructura (2002) -como en todos los clubes-, la entidad culé fue el primer equipo que empezó a ofrecer un contrato laboral a sus jugadoras y a cotizar por ellas en 2015. Ese mismo año pasó de entrenar dos horas a última hora de la tarde a tener una jornada por la mañana, monitorizar los entrenamientos y aumentar los recursos a disposición de sus jugadoras.

Fue el primer paso para erigir al mejor equipo del mundo. Un golpe sobre la mesa que ya ha dejado tres Champions en sus vitrinas, entre otros muchos títulos. En este camino, la entidad catalana no ha dejado de mejorar e introducir variaciones de cara a la mejor preparación de sus jugadoras.

De hecho, cuenta con el cuerpo técnico más numeroso de Liga F. A Pere Romeu, nuevo entrenador que sustituyó a Jonatan Giráldez el pasado verano, se suman una veintena de profesionales. Otra pista más de por qué el Barça sigue siendo imparable.