LIGA BRASILEÑA

El laberinto de James Rodríguez: São Paulo lo elimina de la presentación de sus camisetas, mientras él disfruta con Colombia

El jugador colombiano tiene el cartel de transferible y continúa acumulando equipos. La Copa América puede ser su salvavidas.

El colombiano no ha encontrado su sitio desde salir del Real Madrid. /AFP
El colombiano no ha encontrado su sitio desde salir del Real Madrid. AFP
Diego Otero Fontán

Diego Otero Fontán

La carrera de James Rodríguez (32 años) ha caído en picado desde su salida del Real Madrid. En el último lustro, el jugador colombiano no ha logrado asentarse en ninguna institución y acumula cuatro equipos (Everton, Al-Rayyan, Olympiacos y São Paulo) en las cuatro pasadas temporadas. Lejos queda aquel futbolista por el cual el cuadro merengue desembolsó 80 millones de euros en el verano de 2014 tras un Mundial excepcional.

Después de un periplo por Grecia, finalizado de manera abrupta tras rescindir su contrato en abril por una disputa con el técnico del Olympiacos, los paulistas apostaron por el jugador colombiano. Brasil fue el lugar donde James logró irrumpir en el panorama futbolístico mundial con una Copa del Mundo de la cual fue Bota de Oro (seis goles) e incluido en el Equipo del Torneo.

Pero su paso por el país sudamericano ha estado lejos de la expectativas. Únicamente ha disputado 20 encuentros en el año que lleva ligado al São Paulo y su aportación ha sido muy escueta (dos goles y cuatro asistencias). Esto ha llevado a que el presidente de la institución, Julio Casares, haya confirmado que el colombiano está en venta. "Cada día está más claro que no se encuentra en los planes del técnico. Ahora tendrá la Copa América, será convocado y la ventana de mercado determinará su futuro. No tenemos ninguna propuesta, su marcha debe ser buena para él, pero principalmente para la institución", señaló Casares.

Alto salario, poco compromiso y en venta

Además del bajo rendimiento futbolístico, nunca ha logrado ser titular indiscutible, desde Brasil han señalado que el colombiano no ha tenido el compromiso suficiente en el equipo paulista. "La parte física de James queda debiendo las veces que hay un entrenamiento físico. Los jugadores hacen cuatro o cinco sprints y él solo hace uno", destacó el periodista José Pais.

Incluso la afición del São Paulo, que siempre confió en su calidad, le ha dado la espalda. Los seguidores paulistas, al igual que la directiva del club, quieren fuera al jugador colombiano. Su salario, como ha podido saber Relevo, asciende a los 14,3 millones de reales (unos 2,5 millones de euros) y es el segundo jugador mejor pagado de la plantilla por detrás de Lucas Moura. La prensa brasileña ha hablado del posible interés de múltiples equipos, pero hasta el momento no existen contactos serios.

El São Paulo tiene claro que el futuro del cafetero está lejos del Morumbi y la presentación de las nuevas camisetas del club para la temporada es testigo de ello. A través de sus redes sociales, los brasileños anunciaron el nuevo uniforme con Jonathan Calleri y Lucas Moura. Hasta ahí todo normal, pero en la esquina derecha de la imagen se aprecia un codo. Esa parte del cuerpo pertenece a James Rodríguez que fue eliminado de la presentación de la nueva equipación.

Con Colombia, James vuelve a sonreír

En estos momentos James Rodríguez está al margen de todo y es feliz con su selección. En el último amistoso de Colombia frente a Estados Unidos, que terminó con 1-5 a favor de los colombianos, el '10' demostró su talento siendo la referencia ofensiva del combinado dirigido por Néstor Lorenzo con el brazalete de capitán.

El colombiano necesita regresar a su país para reencontrarse con su nivel.  AFP
El colombiano necesita regresar a su país para reencontrarse con su nivel. AFP

A nivel de clubes la vida no está siendo fácil para James, pero es enfundarse la camiseta de su país y vuelve a sonreír y demostrar su calidad. La próxima Copa América, que comienza el 20 de junio, será el salvavidas de James Rodríguez puesto que en Colombia si se siente valorado. Una competición importante para no sólo su presente, sino también para su futuro.