Abel Ferreira y una remontada histórica de Palmeiras con Endrick como protagonista

Palmeiras es nuevo campeón del Brasileirao. Como la temporada pasada, también con Abel Ferreira. Como en el año 2018 y también como en 2016. Desde su vuelta a la máxima categoría en 2014, ganar cuatro veces de diez posibles el campeonato de liga habla del dominio que consiguió el Verdao en una liga tan complicada, con tantos equipos fuertes y un calendario apretado como el que se vive en Brasil.

Este año de Palmeiras parecía que iba a ser el último con Abel Ferreira al mando. Esta temporada con el técnico portugués, que llegó al club en el 2020, estaba sumido en un fin de ciclo. Porque tras ganar dos veces la Copa Libertadores, una Supercopa contra Flamengo y una liga, la dura derrota en el estadual a principio de temporada contra Agua Santa, la caída en semifinales de Libertadores contra Boca y llegar a estar a 13 puntos de Botafogo al fin de la primera vuelta, podía ser motivo de cambio de entrenador. Y casi lo fue, pero Abel Ferreira aguantó y hoy es campeón.

En el equipo paulista, la gran atención se la llevó Endrick. Porque no es normal que un futbolista de 17 años juegue 31 encuentros y meta 10 goles en su primera temporada en serio con el primer equipo. Su fuerza, su carácter, sus movimientos y su potencia goleadora llamaron mucho la atención e incluso los medios brasileños se preguntaron por qué el joven talento no jugó más contra Boca en las semifinales de Libertadores que Palmeiras perdió.

Palmeiras necesitaba un punto para ser campeón e incluso podía serlo perdiendo. Sin embargo Endrick se encargó de que eso no sucediera. El joven delantero de 17 años, fichado por un Real Madrid al que se unirá en julio de 2024, anotó su undécimo gol del campeonato -sexto en los últimos siete partidos- y fue decisivo en el empate del Verdao ante el Cruzeiro. Unas tablas que le valen para ser campeón.

Más allá de Endrick, Palmeiras cuenta con un equipo con mucha jerarquía. Weverton en portería es un seguro, el extremo Breno Lopes que marcó contra Fluminense en el penúltimo partido se destapó como un jugador desequilibrante y capaz de desbordar en cualquier momento, el paraguayo Gustavo López, capitán y mariscal en la zaga ordena todo desde atrás y Zé Rafael, Veiga (segundo máximo goleador en liga por detrás de Endrick) y Menino comandan el centro del campo. Además otros futbolistas como Artur, Rony, Piquerez y Murilo tuvieron su peso importante en la plantilla.

Si algo tiene el campeonato brasileño es emoción. En la penúltima jornada, hasta cinco equipo estaban en tres puntos. Palmeiras, Atlético Mineiro, Flamengo y Botafogo. El duro calendario que hay en Brasil con torneos estaduales, Copa de Brasil y campeonatos internacionales hace que se juegue casi siempre cada tres días, lo que impone una concentración que genera mucho desgaste durante muchas semanas.

Un gran ejemplo de esto es Botafogo. El 30 de junio, a mitad de temporada, Luís Castro, técnico portugués, aceptaba la oferta de Al-Nassr de Arabia Saudí y dejaba el club brasileño. Sólo había perdido dos partidos en liga de los 12 primeros y el equipo era líder, jugando un fútbol llamativo.

Tras su salida, llegó Tiago Nunes. Desde la llegada del entrenador, el club se desinfló. Nueve victorias, diez empates y siete derrotas. No perdió menos que Palmeiras, que también cayó derrotado en siete ocasiones, pero sí empató mucho menos y esos encuentros que el Verdao ganó y Botafogo empató causaron la caída en picado en la clasificación.

El sueño de Botafogo de volver a ser campeón tendrá que esperar. Hasta ahora, sólo lo pudo conseguir en dos ocasiones, en 1968 y 1995. Aquel equipo en el que destacaba Túlio Maravilha como máximo goleador se quedó con el torneo, que no tenía el formato actual. Los aficionados del Fogao, como se conoce al equipo, no están contentos con el rendimiento del entrenador y ya piden que dé un paso al costado.