El pupilo de Luis de la Fuente al que quieren fichar Nigeria y Ghana para sus selecciones: "Hasta que no pase no me mojo"
Mujaid Sadick, horas después de renovar con el Genk, conversa con Relevo sobre su buen momento y el de su equipo, su pasado con el Deportivo y su historia familiar.
La sonrisa de Mujaid Sadick (Logroño, 2000) no parece la de un central. Sobre el campo él mismo se considera un defensa agresivo y rápido, pero la conversación que mantiene desde Bélgica con Relevo es tranquila y afable. Sonríe después de cada respuesta, sobre todo cuando habla del Deportivo, club al que llegó con 16 años y con el que debutó recién cumplida la mayoría de edad. Sufrió dos descensos y vivió las peores temporadas del club al que aún tiene tanto cariño. Por eso sigue pendiente del Depor mientras él lidera la liga belga con el Genk, es pieza clave como central y acaba de renovar. Aunque con las etapas que ha quemado ya el futbolista español, de ascendencia nigeriana y ghanesa, es fácil pronosticar que le esperan nuevas aventuras.
Ha jugado todos los partidos de liga como titular y apenas se ha perdido 14 minutos.
Estoy muy contento de tener muchos minutos. Somos una plantilla joven, comparada con los demás equipos, y nos está yendo muy bien.
Líderes por encima del Brujas, el Amberes y el Anderlecht. ¿El objetivo es ganar la liga?
Nuestro primer objetivo era intentar entrar en Europa, pero, visto que estamos siendo regulares y vamos líderes, sabemos que tenemos capacidad para ganar la liga. Ahora hay que demostrarlo.
La última vez que el Genk ganó la liga fue en 2019.
Hace mucho. Para todos los jugadores y para la gente es una ilusión.
Sobre todo después de lo que pasó hace dos temporadas, que se les escapó al final.
Fue increíble, el Brujas le remontó al Union y nosotros ganábamos 2-1 al Amberes y nos valía para ser campeones. Pero nos marcó Alderweireld un golazo por la escuadra en el tiempo añadido. Se nos escapó por segundos. Fue un palo muy grande, por eso tenemos más ganas este año.
Ese año jugó poco por una lesión extraña.
En pretemporada, un compañero me dio un calmante en el muslo. Los médicos me dijeron que no era grave, pero por la noche en el hotel tenía el cuádriceps muy hinchado y lleno de sangre. Me dolía mucho. Me quitaron la sangre, pero me tuvieron que hacer otra incisión. Me recuperé, jugué con el filial 60 minutos y recaí porque tenía sangre todavía. Me dijeron que era una lesión muy poco vista y al final estuve casi cinco meses fuera.
Llega al equipo en 2021 y pasar de jugar en Segunda B a disputar competición europea.
Al llegar enseguida jugamos previa de Champions contra el Shakhtar, luego en Europa League contra el West Ham… son partidos difíciles, pero siendo tan joven aprendí mucho. Eso me llamó la atención del Genk porque normalmente suele jugar competiciones europeas.
Acaba de renovar hace escasas horas.
He renovado tres años porque estoy a gusto, pero hemos quedado en que, si hay alguna buena oferta de una liga interesante, se puede negociar.
¿Qué tal es la vida allí?
Con mucho frío y mucha lluvia, que es lo peor [ríe]. Genk es una ciudad muy tranquila y familiar. No hay mucho que hacer, pero Bruselas y Amberes están a una hora. Vivo solo, pero ya llevo tres años y medio y me veo con los compañeros de aquí, o a veces los amigos de España vienen de visita bastante.
Su fichaje por casi 2 millones de euros en su momento significó la venta más cara de la categoría.
El Depor estaba en Segunda B, y cuando tuve la oferta del Genk iban primeros y tenían la opción de jugar previa de Champions. Era un reto para mí y dije que por qué no.
Había debutado años atrás en el Depor, en 2018, convirtiéndose en el primer futbolista del año 2000 en jugar con la camiseta blanquiazul.
Ahora que han pasado los años me impacta un poco más. Digo 'he debutado con el Depor con 18 años' y uf… Ya iba entrenando todos los días con el primer equipo, hasta que un día Seedorf me dijo que iba a ir convocado contra el Villarreal. Estaba muy contento pero no me lo esperaba. Y luego estaba calentando y vi que Seedorf me llamó y le dije: "¿Yo?". Fue un orgullo debutar en Riazor.
"A mí me encanta defender. Cuando robo un balón disfruto mucho. Ese es mi gol".
16 horas después jugó con el juvenil del Deportivo.
Fue muy rápido, pero por siempre he sido una persona muy tranquila. Es verdad que se juntaron emociones un poco raras.
Y al año siguiente vuelve a jugar con el Fabril en Segunda B. ¿Cómo se gestiona?
Es muy importante no pensar que eres el mejor cuando debutas. Puedes debutar y volver abajo. Hay que tener los pies en la tierra. Lo difícil no es llegar, sino mantenerse.
Sí que está con el primer equipo la temporada 2019/2020, cuando el Depor baja a Segunda B.
Justo cuando llegó Fernando Vázquez, en enero, tuvimos muy buena racha de ganar siete partidos seguidos. Luego perdimos confianza y nos vimos ahí abajo.
El final.
Lo del Fuenlabrada fue increíble. Yo estaba de vacaciones en Ibiza con mi familia. Y de repente me llaman para volver a A Coruña porque íbamos a jugar, al día siguiente tuve que volver para entrenar y a los dos días, jugar el partido.
Con el Depor ya descendido por no haberse jugado en jornada unificada.
Sigo pensando lo mismo. Se tendrían que haber jugado todos los equipos a la misma hora.
En la temporada en Segunda B, usted era joven pero tenía experiencia en la categoría.
Claro, ya había jugado en muchos campos con el Fabril. Fue una pena, porque el Depor nunca mereció estar en esa categoría. Ver que los resultados no nos favorecían fue una desilusión muy grande.
¿Lo sigue ahora?
Siempre. Lo veo cuando no coincide con mis partidos.
¿Le gustaría volver?
A un club como el Depor nunca se le pueden cerrar las puertas, y más con todo lo que he vivido saliendo yo de allí.
También jugó con la Selección española Sub-18 y Sub-17.
Me acuerdo que en esa época compartí vestuario con Abel Ruiz, Oihan Sancet, Sergio Gómez, Ferran Torres… Era una gran generación. Ya se veía el nivel, los veo jugar ahora y no me extraña que destaquen como lo hacen ahora porque yo los vi entrenando.
En la Sub-18 le entrenó Luis de la Fuente.
Me alegro mucho por lo que ha conseguido, él era una persona muy tranquila, intentando ayudar a los jugadores. Es un gran entrenador. Tampoco me ha sorprendido su éxito y le agradezco que me llevara a la Sub-18.
¿Y ahora a la absoluta?
Ojalá [ríe].
¿Mantienen contacto?
Hace mucho que no, y mira que él es de La Rioja también.
¿Podría jugar con otras selecciones?
Ahora mismo solo tengo nacionalidad española, pero también podría tener pasaporte nigeriano, por mi madre, y ghanés, por mi padre.
¿Y si tuviera que elegir entre las tres?
Me lo tendría que pensar. En mi equipo también lo preguntan. Si llega la oportunidad me lo pensaré.
Sus compañeros Arokodare y Sor son nigerianos, y Bonsu Baah es ghanés. ¿Le quieren fichar?
Te puedes imaginar, me preguntan que con quién querría jugar [ríe]. Hasta que no pase no me mojo.
¿Cuál es la historia de sus padres?
Se conocieron en el año 1999 en un avión cuando venían a Madrid, eran muy jóvenes. Después fueron a Logroño en bus y al año siguiente nací yo.
Su padre es quien le dijo que el Deportivo le quería fichar.
Cuando jugaba en el Valvanera me dijo que el Depor estaba interesado en mí. Me puse muy feliz y no me lo pensé. Están todos pendientes de mi carrera, sobre todo mi padre.
Pero justo cuando ficha por el Deportivo, con 16 años, ellos se van a Londres.
Sí. Ellos estaban en Logroño, y cuando firmo con el Depor, se van a vivir Londres por trabajo. Y ahí siguen. Pero hablo con ellos casi cada día, hace nada estuvieron aquí… siempre estamos en contacto. Mis hermanos también están con ellos.
También son futbolistas.
Sí, juegan en un equipo de Londres. Me gustaría verlos en España. Tienen 17 años, y están muy grandes, ellos dicen que de momento prefieren jugar en Inglaterra.
¿Alguno ha salido central como usted?
Uno es mediocentro y el otro es lateral izquierdo, pero yo creo que este puede acabar de central.
Usted fue retrasando su posición en el campo.
Empecé en el Villegas, y ahí jugaba de extremo. Luego firmé en el Escuelas de Fútbol y ahí fui mediocentro. En el Valvanera ya empecé a jugar de defensa central.
Se dice que los delanteros disfrutan y los centrales sufren.
A mí me encanta defender. Cuando robo un balón disfruto mucho. Ese es mi gol.