Explicando la particular trayectoria de José Pozo: "Claro que piensas cómo podría haber sido tu carrera si te hubieses quedado en el Madrid"

En el verano tardío del 2015, unos jovencísimos José Pozo (15 de marzo de 1996, Fuengirola) y Pablo Maffeo protagonizaban un spot de Cola-Cao. Todo el mundo hablaba del primero, un chaval malagueño por el que el Manchester City había pagado tres millones de euros por arrebatárselo al Real Madrid.

"Está llamado a marcar una época", "Uno de los futbolistas españoles con más talento", describían las crónicas de la época. De azul celeste marcó un gol en su debut y dio sus primeros pasos en la Premier. Nadie se esperaba todo lo que vino después: una cesión en el último día del mercado estival al Almería, el fichaje por el Rayo Vallecano, su efímera aventura en el fútbol qatarí y vuelta a Madrid.

Si las expectativas depositadas en José Pozo se hubiesen cumplido, hubiesen seguido su curso natural, el malagueño nos atendería a las puertas de algún gran estadio o en cualquier lujosa ciudad deportiva. Nueve años después, el exfutbolista del Manchester City habla con Relevo desde Málaga. La entrevista se pospone de día por los horarios de los entrenamientos del futbolista, inmerso en su particular pretemporada, tras despedirse del Rayo Vallecano. "Mentalmente estoy muy preparado para todo. Tengo muchas ganas de incorporarme a algún equipo y demostrar que estoy bien", confiesa al otro lado del teléfono.

En un momento en el que estoy preparándome, sobre todo, físicamente porque mentalmente estoy muy preparado para ir donde sea. Tengo muchas ganas de incorporarme a algún equipo y demostrar que estoy bien, de poder jugar. Es cierto que llevo una racha que no he podido jugar lo que quisiera. Preparándome yo aquí solo en el gimnasio, en el campo, para estar lo mejor posible cuando llegue a mi próximo equipo.

Sí, estoy aquí en Málaga. Soy de Málaga, de Fuengirola. Estoy aquí con mi mujer, rodeado de la gente que me quiere. Aquí preparándome para lo que viene.

Bueno, al final he pasado seis temporadas muy bonitas en el Rayo, en las que he aprendido muchísimo. El Rayo para mí ya se va a quedar para siempre en mi corazón. Les tengo muchísimo cariño. Pero, al final, la decisión es porque no estaba teniendo la continuidad que yo quisiera, los minutos que yo quisiera. Creo que es una decisión que hemos tomado ambas partes, que creo que es la correcta. Y, bueno, creo que era necesario ya buscar otro objetivo, irme a otro club, seguir creciendo e intentar jugar. Al final, es lo que los jugadores queremos.

Bueno, pues yo jugaba aquí en Fuengirola, en el equipo de mi pueblo. Iba a algunos torneos con el Sevilla y surgió la oportunidad, después del torneo de Brunete, y me llamó el Madrid. Y fue una decisión muy bonita. Me fui con 12 años a Madrid, muy pequeñito. Pero, bueno, aprendí mucho. Fue una experiencia increíble irte con 12 años a la cantera del Madrid. Compartir con muchos jugadores que, hoy en día, están jugando en primera. Una experiencia de la que aprendí muchísimo.

Tengo muchos recuerdos porque, al final, cuando llegué a Madrid con 12 años era un niño. Y tengo muchos recuerdos también en el colegio porque compartía clase con los compañeros míos de equipo. Y conocí a muchos que luego han sido mis compañeros ya de profesional, como Isi, como Raúl de Tomás. Hemos compartido clases, incluso. Entonces son recuerdos que luego con los años recordamos y son muy bonitos.

Sí, esa fue una decisión muy complicada, la verdad. Porque yo estaba en el Madrid muy a gusto, ya me había adaptado, llevaba tres años. Al final, dejar ese club es algo muy complicado. Pero me surgió otra oportunidad muy bonita y muy buena, que fue venirme a Mánchester. Y, al final, tomé esa decisión, que creo que fue correcta, aprendí también otro tipo de fútbol, otra experiencia de vida. Y, bueno, sí que es verdad que fue una decisión muy difícil, pero que al final en el fútbol hay que tomar estas decisiones muchas veces.

Sí, fueron decisiones de profesionales y de vida que me tocaron. Tomar una decisión a una edad muy temprana, que, bueno, al final te hace madurar y te hace ver que ya te estás dedicando profesionalmente a lo que te gusta. Y es algo bonito, a la vez duro, porque sabes que tienes que cambiar de vida, de todo. Pero, bueno, así vino y se tenían que tomar las decisiones y así se hizo.

Sí, claro, se piensa. Al final, lo que te he dicho antes, que en la vida hay que tomar decisiones y -seguramente- si me hubiese quedado en el Madrid, mi carrera hubiese sido otra. Pero, al final, esto es así, cuando tú en la vida tomas una decisión, sabes que si hubiese elegido otra, otra cosa podría haber pasado.

Pero, al final, no me arrepiento de la decisión que tomé. Aprendí mucho en Mánchester, igual que en Madrid, en dos etapas diferentes de mi vida, porque ya en Mánchester sí que era algo más profesional, en Madrid fue más de formación. Pero, bueno, he tenido la suerte de estar en dos clubes que son de los más grandes de Europa y estoy muy agradecido a todos por lo que he podido vivir en esos clubes. Y claro que piensas que cómo podría haber sido tu carrera si te hubieses quedado, pero, al final, son decisiones que tomas y como ya te he dicho, no me arrepiento.

Al final, lo que más me costó fue el tema del idioma, porque sí que es verdad que yo fui con casi nada de inglés allí y, bueno, al final lo aprendes por necesidad y porque tienes que aprenderlo. Y eso fue lo que más me costó, en realidad. Luego me adapté bien al estilo de vida de allí, que es diferente al español, al final hay menos horas de luz, por así decirlo. Pero ahí me adapté bien, ya había tenido un cambio que para mí fue grande, que fue irme de aquí de Fuengirola a Madrid, a una gran ciudad, de estar aquí en el barrio con mis amigos, en el cole, a irme allí a Madrid, que ya me pasaba todo el día fuera de casa, entre que iba al colegio a entrenar y volvía a casa. Y ese, quizás, fue un cambio más grande para mí que luego irme a Inglaterra, que ya estaba acostumbrado a vivir fuera de casa y no me costó tanto.

No. al final yo ahí tenía 16 años, era un niño y la verdad es que ni prestaba atención a si el Manchester había tenido que pagar por mí ni nada. Yo disfrutaba, jugaba al fútbol y eso no lo tenía en cuenta o no era consciente de eso.

No. Era, prácticamente, aprender cada día ahí porque pasé ya a un fútbol profesional, empecé entrenando con el filial y algún día entrenaba con el primer equipo y, bueno, sí que tuve la suerte de debutar, de estar, prácticamente, en dinámica de entrenamiento con el primer equipo y, al final, ahí aprendí muchísimo de los compañeros, de los entrenadores. Entonces, trataba de disfrutar, de aprovechar si tenía alguna oportunidad y fue una etapa muy bonita.

El compañero en el que me fijaba mucho era en David Silva. Al final, jugamos en posiciones parecidas y es un referente para los mediapuntas. Trataba de fijarme en todo lo que él hacía, en su colocación, en su forma de ver el partido. Al final, él también me daba algún consejo y trataba de aprender lo máximo posible de él. Y luego como entrenador en el filial tuve un entrenador que es Patrick Vieira y que aprendí muchísimo con él y eso te puedo decir. Y luego claro, allí también estaba Mikel Arteta...

(Se ríe) Sí, bueno fue una anécdota y una experiencia chula, al final, salió esa opción de hacer el anuncio y lo grabamos él y yo y fue algo divertido. Sí que me lo recuerdan mucho pero, vamos, es una experiencia que quedó ahí, el anuncio se grabó, salió y nada, una experiencia guay.

Bueno, soy una persona bastante tranquila y que ni cuando me van muy bien las cosas y te dicen que eres el mejor y tal, me afecta para bien o para mal, para subirte y creerte más de lo que eres o ni cuando no van tan bien las cosas y no juegas y la gente no se acuerda de ti, me vengo abajo. Al final, trato de ser una persona que me mantengo con mis ideas, con mi trabajo e intento que no me afecten esas cosas en mi trabajo y, bueno, lo hago con naturalidad.

Fue una situación distinta. Al final, fui yo quien habló con el Manchester porque bueno, por unos temas también personales necesitaba venir a España, necesitaba cambiar un poco de aires. La verdad es que, a día de hoy, estoy superagradecido por cómo me ayudaron, fue una situación difícil para mí y bueno, sí, se dio bien. Se dio casi en el último momento la opción del Almería y acaba allí el último día de mercado y bueno, ahí en Almería pasé también tres temporadas que en los futbolísticos no fueron...

La situación del equipo fue complicada, pero aprendí mucho porque al final era segunda división, una liga súper, súper competitiva. Yo llegué con 19 años y al final aprendí a competir de verdad en una liga súper competitiva. Y al final jugándonos en la mayoría, bueno, la mayoría no, en los tres años, el no bajar, que es una situación complicada.

No, miedo no. Yo cada vez que salgo a jugar me olvido de todo eso. Trato de hacer mi trabajo bien, de ser profesional y siempre que salgo a jugar trato de dar mi 100% y de hacerlo bien. Al final, las expectativas que se crean sobre ti no dependen de uno, simplemente tienes que trabajar y hacerlo lo mejor posible para poder hacer bien tu trabajo.

No, la verdad es que cuando salí de Fuengirola no pensaba que acabaría jugando allí algún día. Pero, bueno, al final, fue una decisión que se tomó porque en el Rayo no estaba jugando lo que quería. Era el mercado de invierno y buscaba salir a jugar, a sentirme importante en algún sitio, a volver a coger confianza en mi juego. Y creo que me vino muy bien irme a Qatar. Estuve allí medio año, pude hacer varios goles, me encontré bien. Y, bueno, fue una experiencia también de vida diferente, en la que siempre se aprenden cosas y en la que estuve a gusto. Fueron seis meses bonitos en los que pude volver a jugar, a volver a sentirme bien y a recuperar un poco las sensaciones que quería, que era estar en un campo, sentirme importante. Y para eso fui allí y creo que fue bueno.

No. Al final, sí que es verdad que, en esta última etapa, hubiese querido jugar más, pero al final esas son decisiones de los entrenadores que son totalmente respetables. Me hubiese gustado también despedirme del Rayo en el campo, de la afición, en ese último partido. Pero, bueno, son cosas que yo no puedo controlar, que se toman y que son entendibles y respetables. Así que bueno, eso es lo único que me hubiese gustado, despedirme del Rayo en el campo, porque es un club que ha apostado por mí, que le tengo mucho cariño, y que me hubiese gustado eso, acabar en el campo como nos gusta. Y simplemente eso. También quiero decir que no guardo rencor a absolutamente nadie, que yo entiendo a los entrenadores, que ellos tienen que tomar decisiones y son decisiones complicadas.

Bueno, ahí tengo un poco la conciencia tranquila en que yo cada día en los entrenamientos he dado mi 100%. He tratado siempre de ayudar a mis compañeros cuando no he podido jugar, de estar disponible para el entrenador. Al final, son cosas que a un entrenador le puede gustar más o menos, si su estilo de juego va más o menos contigo. Y yo ahí lo que tengo que hacer es trabajar en mí, en intentar mejorar las cosas que cada entrenador pide, en adaptarme. Y, bueno, pues quizás eso, es intentar adaptarme a lo que se me pide y trabajar. Pero como te digo, yo creo que siempre he sido un profesional entrenando, en ayudar a mis compañeros, en estar disponible. Y ahí no me puedo reprochar nada. Luego cuando estás en el campo hay veces que salen las cosas mejor o peor y ya está.

Pues, bueno, me veo en todos los sitios. Al final, lo que quiero es jugar, es volver a coger esas sensaciones. Tengo muchas ganas de volver a demostrar el jugador que soy, de jugar. Y, bueno, creo que ahora es un momento en el que tengo que estar bien preparado y tomar una decisión muy importante. Al final, lo veo como una oportunidad y creo que es una decisión que hay que tomarla bien, estando 100% seguro. Entonces, espero que pronto ya sepa mi próximo equipo y nada, tengo muchas ganas.