Joana Flaviano: "Algún entrenador me ha hecho alguna cosa heavy... ahora lo pienso e igual le meto un bofetón"
La exjugadora del Athletic, que brilla en 'El Conquistador' de TVE, habla de su buen momento y de la situación que vive el fútbol femenino.

#SeAcabó. A muchos les costó entender el por qué de la protesta de las jugadoras en su conflicto con la RFEF. Buscaban una gran razón, un detalle… Sin embargo, la discriminación sistemática que han sufrido durante décadas en este deporte es difícil de explicar. Se normalizaron -y se siguen normalizando- comportamientos cuyo recuerdo ha aflorado en estos meses con este lema por bandera. "A mí algún entrenador me ha hecho alguna cosa heavy y yo ahora pensándolo pues dices, igual te meto un bofetón", cuenta Joana Flaviano (33 años, Lezama, Bilbao).
La exfutbolista del Athletic, que también llegó a ir en varias convocatorias con la Selección, atiende a Relevo para hablar de su exitoso paso por 'El Conquistador' y de todo lo que está ocurriendo en el fútbol femenino español. Dos mundos en los que ha encontrado más similitudes que diferencias. "Tienes que dar el 100% en ambos. Descansar bien, confiar en tus compañeras… En el programa eres un equipo y si no sabes trabajar en equipo no vas a ganar ninguna prueba. En el fútbol es lo mismo, si no funcionas como equipo. Yo siempre he tenido mucha suerte y tenía muy buen vestuario. Éramos amigas y aquí pues igual. Al final pasan a ser casi de tu familia porque pasas tantas penurias y momentos tan duros juntos, que luego tienes una unión que nadie entiende", explica.
"Competir y competir. Ganar y ganar". La vida de Joana Flaviano gira en torno a estos dos conceptos. Es Policía Municipal, pero tiene adicción a los retos. Como futbolista, profesión que desempeñó hasta 2017 y que sigue echando de menos, o como deportista nata. Una faceta que está dando a conocer en El Conquistador, tanto en su temporada en la televisión autonómica vasca, ETB, como en TVE. Un salto en el que quiere sacarse una espinita después de haberse quedado a las puertas de la final en el concurso de supervivencia y aventura en el que los concursantes, divididos en tres grupos, tienen que afrontar diferentes pruebas. Miembro del equipo de la campeona de boxeo, Joana Pastrana, Flaviano no ha cambiado. Aunque el público la mira con otros ojos.
«No sé cuantos seguidores tenía, pero eliminé a todo el mundo»
"En la anterior edición me dieron muchísima cera. No sé cuántos seguidores tenía, pero eliminé a todo el mundo. Este año me están poniendo otro papel. No sé. Será por los duelos o por lo que sea. Ahora la gente está a tope conmigo. A mí me hace mucha ilusión, pero siento que hice un programa muy parecido porque en aquel momento di la cara en algún momento que tuve que darla", destaca Flaviano, que admite que en la anterior edición no se presentó a algún duelo porque quería seguir disfrutando de la experiencia en el programa.
"En mi primera edición, por ejemplo, no me presenté y no me hubiera presentado. Yo decía que ya podían seguir insistiendo que no me voy a presentar, porque si me presentaba podía irme a casa. Y en este, como era diferente, como ya había vivido la aventura prácticamente hasta el final, yo digo, mira, si me voy a casa, pues, yo ya lo he vivido. Por lo menos que lo vivan estas, que ellas todavía no han vivido las diferentes fases. Y si gano, pues quedo bien", desarrolla.
"En mi pueblo llevo una vida tranquila y normal, pero sí que es verdad que cuando voy a una ciudad hay veces que dicen: 'mira, la del Conquis'. Y me piden una foto", relata, aunque admite que este programa es un "fenómeno social" en el País Vasco. Por ello, lo pasó mal al sentirse tan señalada. "Yo no entendía por qué me estaban criticando tanto. Es que no lo entendía, fue muy duro. Incluso mi madre me decía, ¿pero por qué te están criticando? Y yo, pues, yo qué sé. En todas las que me eligieron, se ganó. O sea, fue todo bien. Hice un duelo, no me fui a casa. Llegué prácticamente a la final. Digo, joder, ¿qué hay que hacer para que hablen bien de ti? Todos mis compañeros hablaban bien de mí. Y decía, ¿qué he hecho mal? O sea, no lo entendía. Entonces dije, va, ya está, no vuelvo. Y he vuelto", se sincera.
A pesar de que no fue una etapa sencilla a nivel personal, nunca se planteó pedir ayuda psicológica de cara a su regreso al programa. "No pensé que me iban a criticar otra vez. Dije mira, que sea lo que Dios quiera. Y de hecho, hubo un momento que dije, bueno, ya está. Nadie me ha parado por la calle para decirme qué mierda de persona eres y en las redes me han dicho 'ojalá te mueras'... Que me digan, por ejemplo, 'menudo concurso más malo has hecho', me parece bien. Porque es respetable tu opinión. Pero ya que deseas algo hacia una persona y cuando ni siquiera me conoces a mí personalmente que te guíes por lo que has visto en un programa de televisión…", comenta Flaviano.
El triste recuerdo de su retirada en el fútbol
Un sentimiento que asemeja a lo que vivía en el fútbol con lo que se escucha a veces desde las gradas. En cuanto a este deporte, la exjugadora continúa hablando de su relación con la pelota al señalar que su peor momento como futbolista fue cuando tomó la decisión de retirarse. "Todavía no lo quería dejar, pero me tuve que sacar la posición. Recuerdo que cuando me la saqué me puse a llorar en la academia porque no quería dejar el fútbol, pero ya te obligaban a trabajar sólo de una cosa. Me sentía sola. Al final llevaba toda mi vida con el fútbol y mi vida se movía con el fútbol como base. Todo desapareció y dije: ¿y ahora qué hago? ¿cómo organizo mi vida? ¿qué se hace una tarde libre?", apunta.
En esta línea, confiesa que sigue "picándole" el gusanillo de jugar. "El otro día le decía a Iraia Iturregi que a mí todavía me pica. Voy a verlos y me pica. Es verdad, porque es que veo el campo ahí tan bien cortado, los veis ahí jugando... Es como que te dan ganas. Bajaría, me pondría las botas y jugaría", expone. Y se ríe cuando le decimos que "físicamente sigue muy bien". "El nivel está muy alto. Están fuertes. El fútbol también ha cambiado", añade.
La prueba del cerdo
La siguiente pregunta también le saca una sonrisa: "¿Fue peor tu retirada o la prueba del cerdo?". Se ríe y se queda con la primera. "Me tocó la patata", menciona, y prosigue para hablar de dicho duelo en 'El Conquistador'. Esta prueba consiste en que tienen que desgarrar pedazos de carne y vísceras de un cerdo con la boca, para acumular lo más posible. "En mi primera edición me pasó que teníamos COVID y no olíamos ni saboreábamos. De hecho, me vino una ráfaga porque le queman el pelo a los cerdos como de brasa, de rico, de chuleta, así. Y dije, joder, qué bueno. Y recuerdo que le pegué un mordisco más fuerte y me pegó una arcada y dije, bueno, no", rememora.
Su experiencia este año ha cambiado. "Cuando nos hicieron meter la cabeza en la sangre, era horrible, pero encima había como coágulos dentro flotando. Le dije a los compañeros que me había tragado un coágulo. Asqueroso, era asqueroso. Pero bueno, que al final, ahí haces las cosas sin pensarlas porque las tienes que hacer", especifica.
Su etapa en la Selección: «Estábamos un peldaño por debajo»
Por su parte, Joana también se detiene un instante para hablar del Mundial, el cual vivió con gran emoción. "Se lo merecen porque llevan un montón de años trabajándolo. Luego me ha dado pena todo esto. Porque han ganado un título de un Mundial y se ha escuchado un día y ese día se ha hablado más del beso. Me da pena que las jugadoras tengan que pasar por eso, porque es un triste", asegura Flaviano, que ha reflexionado durante estas semanas sobre todo lo que vivió al lado de la pelota.
Flaviano recuerda que siempre se le trataba como "una chiquilla" y conversa sobre su paso por la Selección. "Cuando iba a la Selección al final lo único que pensaba es que me volvieran a llamar. O sea, en ese momento no te pones a valorar el trato que estás recibiendo porque piensas que es lo que hay. Ahora ya más crecida valoras otras cosas, te fijas en todo y dices, ¿qué coño está pasando aquí? Yo era muy jovencita, tenía 18 años... Era como que estábamos siempre un peldaño por debajo. Y lo que ellos decían iba a misa", detalla. Y sentencia con un sentimiento con el que ella y muchas mujeres han dicho 'basta': "Con el tiempo lo ves con perspectiva y dices… ¿Por qué permitir esto?".