OPINIÓN

"¿Maricones en el vestuario?", Jakub Jankto abofetea al fútbol del 'hombre blandengue'

Jakub Jankto, en un entrenamiento /Sparta Praga
Jakub Jankto, en un entrenamiento Sparta Praga

"¿Maricones en el vestuario? Espero que no". "El fútbol siempre ha sido un deporte muy de hombres, muy de machos". "Llevo toda mi vida en un vestuario y no he conocido a ninguno, o habrán estado muy bien escondidos". Son tres frases de tres bocas distintas, todas ilustres del fútbol de élite de antaño. La primera es de Antonio Cassano (2012), la segunda de Javier Irureta (2016) y la tercera de José Antonio Camacho (2014).

Todas tienen un denominador común: el de haber empujado (probablemente de manera inconsciente) a futbolistas homosexuales a callarse, a desarrollar vidas que no les pertenecen, a trabajar sin poder visibilizar sus sentimientos con compañeros, jefes y fans en redes sociales. También contribuyen supuestos tuits como el de Iker Casillas en 2022. Hoy, Jakub Jankto, jugador del Getafe, ha roto esa puerta del fútbol de élite tras confesar públicamente su orientación sexual.

"Como todos, tengo mis puntos fuertes, mis debilidades, tengo una familia, tengo mis amigos, tengo un trabajo que hago lo mejor que puedo, desde hace años, con seriedad, profesionalidad y pasión. Como todos también quiero vivir mi vida en libertad, sin miedos, sin prejuicios, sin violencia, pero con amor. Soy homosexual y ya no quiero esconderme", explica.

Jankto es el primer futbolista de LaLiga en dar el paso. De origen checo, llegó a jugar 15 partidos con el Getafe durante la pasada temporada (sigue siendo propiedad del club madrileño, aunque actualmente está cedido con opción de compra en el Sparta de Praga).

Para entender la magnitud de las palabras de Jakub y su tono (parece incluso que habla pidiendo perdón), hay que dar un poco de contexto: el futbolista no estaba pasando por su mejor momento profesional (recibía muchas críticas) e, indagando un poco en Twitter, se puede comprobar cómo algunos aficionados checos venían especulando sobre su orientación sexual a partir de las palabras de un periodista local. Con todo, con esta presión, Jakub no ha podido más. De hecho, en su anterior publicación de Instagram, ya avanzaba que estaba a punto de explotar: "Billie Ellish dijo una vez que nunca compartas tus sentimientos; en nuestra industria a veces es complicado".

El movimiento de Jakub es el más valiente de todos por ser el primero dentro de su esfera (el fútbol europeo de élite), como ocurrió en 2013 con Tom Daley (saltador de trampolín) y con Jason Collins (ex jugador de la NBA), o con Carl Nassib en 2021 (NFL).

En cuanto a España, el tabú sobre la homosexualidad en el fútbol de élite lleva años amagando con romperse entre rumores más o menos fundados e historias privadas a la espera de encontrar espacio para poder contarse con la sensibilidad, el respeto y la naturalidad que requiere. Gerard Piqué ya avisó de ello a finales de 2021, cuando felicitó al futbolista australiano Josh Cavallo por hablar de su homosexualidad y reconoció al fútbol como un espacio que se ha quedado atrás. Borja Iglesias, más recientemente, dio un paso más, reconociendo la necesidad de "generar un espacio sano" para el colectivo.

Es cuestión de tiempo que, a partir de ahora, la libertad asome. Y es que, sin saberlo, hoy Jakob ha hecho más libres y felices a muchos futbolistas profesionales del presente y del futuro. También ha allanado un camino lleno de minas, el de la España que, como el Fary, aún "detesta al hombre blandengue".