Invasión de área en un penalti: cuándo se repite y cuándo no
El reglamento contempla diferentes opciones en función de si la infracción es cometida por el portero, el lanzador o los jugadores que esperan para el rechace.
El lanzamiento de penalti es mucho más que un portero y un lanzador separados por once metros. Multitud de factores se tienen en cuenta a la hora de ejecutar la pena máxima del fútbol. También son muchas las infracciones que se pueden cometer y diversas las consecuencias que pueden acarrear.
Una de ellas, la más cruel para los porteros. Que ellos sean capaces de adivinar la trayectoria y detenerlo, pero que el lanzamiento se tenga que repetir por el incumplimiento del reglamento por su parte... o, incluso, de un compañero cuyo objetivo es recoger el rechace. En los últimos años, y, sobre todo, desde la introducción del VAR, cada vez se da con mayor frecuencia la repetición de un penalti.
Lanzamiento de penalti
Se ha instalado la tendencia de que un jugador amague con que va a ejecutar el penalti, aguante la presión de los rivales que buscan distraer al teórico lanzador y sea otro, finalmente, quien asuma la responsabilidad. Está permitido, toda vez que, generalmente, el que dispara es el que termina colocando el balón sobre el césped. La clara identificación del lanzador es una premisa recogida en las Reglas del Juego establecidas por la International Board (IFAB).
Asimismo, el reglamento limita la actuación del portero. Este debe permanecer sobre la línea de gol y en ningún caso debe distraer al lanzador de manera antirreglamentaria. Una vez el lanzador se dispone a rematar, el portero ha de tener, al menos, parte de un pie en contacto directo con la línea de gol, sobre ella o por detrás de ella. Es decir, si tiene los dos pies por delante de la línea, el portero estará incurriendo en una infracción. Más opciones se plantean si la ilegalidad es cometida por un jugador que espera el rechace.
Cuándo se repite un penalti por invasión de área
La normativa recoge un total de cinco situaciones en las que se ha de repetir una pena máxima. Puede ser por infracción del guardameta, de un compañero de este o, también, de un atacante.
Si acaba en gol, se repite si
- Un jugador del equipo atacante invade el área e interviene directamente en el juego.
- Un jugador del equipo atacante y otro del equipo defensor invaden el área e intervienen directamente en el juego.
Si no acaba en gol, se repite si
- Un jugador del equipo defensor invade el área e interviene directamente en el juego.
- Un jugador del equipo atacante y otro del equipo defensor invaden el área e intervienen directamente en el juego.
- El portero se adelanta (no tiene, al menos, una parte del pie en contacto directo con la línea de gol, sobre la misma o por detrás de ella) y detiene el lanzamiento.
Estos tres últimos puntos se dan con una mayor frecuencia en el fútbol. Por ejemplo, en el Rayo Vallecano - Mallorca disputado en el Estadio de Vallecas el 30 de septiembre de 2023, Rajković detuvo el lanzamiento de Falcao, aunque el árbitro ordenó la repetición.
¿El motivo? Doble: Rajković se adelantó antes de que el delantero colombiano armara la pierna e, incluso, Valjent, el futbolista que despejó (ejemplo claro de intervenir directamente el juego), invadió el área franjirroja antes de tiempo.
Casi un año atrás, el 7 de noviembre de 2022, el mismo escenario presenció una acción similar. En un Rayo - Real Madrid, Courtois repelió el penalti de Óscar Trejo y Dani Carvajal, autor de la pena máxima por mano, alejó el esférico del área. Sin embargo, el lateral madridista lo hizo tras ingresar en la zona de castigo previo al lanzamiento del argentino, así que el penalti fue repetido.
Cuándo no se repite un penalti por invasión de área
Si un defensor y/o un atacante entran en el área grande antes de tiempo, solo existen dos posibilidades por las que un árbitro no mandaría repetir un penalti.
En primer lugar, cuando se produzca una invasión de área solamente por un futbolista del equipo atacante y este intervenga de manera directa en el desarrollo del juego, aunque el reglamento, además, añade el matiz de que la jugada no termine en gol. En esta situación, difícil de percibir en vivo por el colegiado, la normativa obliga a señalar un libre indirecto favorable al equipo defensor.
La otra, más común, es la invasión, única y exclusivamente, de un jugador del conjunto que defiende. Si la jugada finaliza en gol, se concederá el tanto. En caso contrario se estaría favoreciendo al infractor.